HERNAN CHEYRE : Rigideces de la Economía Chilena Son el Principal Riesgo Ante Crisis Internacional
El economista socio de Econsult, enfatiza que es fundamental flexibilizar el mercado chileno para enfrentar de buena manera la situación externa.
—¿Cómo evalúa la evolución del escenario económico internacional?
—Está dominado por un concepto; la incertidumbre. Es difícil anticipar qué ocurra después. Los mercados bursátiles siguen convulsionados, persisten dudas respecto a cómo se están implementando las medidas que han resuelto los distintos países; pero, hay cada vez más consenso en que durante próximo año varias naciones enfrentarán una situación derechamente recesiva.
—¿Qué tan efectivos piensa que serán los planes de rescate financiero impulsados tanto por las autoridades europeas como norteamericanas?
—Partieron con el pie izquierdo; debido a que las autoridades no demostraron convicción sobre lo que se estaba haciendo y eso agravó el tema de la incertidumbre. Con el paso de los días aquello se arregló. Lo que se espera es que progresivamente empiece a fluir un poco más la liquidez.
—¿Pero usted descartaría una recesión mundial en 2009?
—El crecimiento del planeta para el próximo año debería ser entre 2,5% y 3%, lo cual sugiere una caída importante en relación al ritmo que se traía antes. Eso no es una recesión mundial, pero sí varios países van a enfrentarla durante por lo menos tres trimestres, entre ellos Estados Unidos y Europa. Es un contexto recesivo en el sentido de que va a haber una contracción evidente de los niveles de actividad y eso se va a notar. Veo una recuperación recién hacia el cuarto trimestre de 2009.
Mercado Doméstico
—En ese contexto, ¿qué prevé para la economía doméstica?
—En promedio, el PIB debiera estar en torno al 2% ó 2,5% en 2009. Aunque no entraremos en una recesión, habremos ajustado nuestra expansión. Chile se verá perjudicado por el menor Producto mundial, y su efecto sobre la exportación de materias primas. El tema del crédito será un asunto serio en términos de costos. Además, habría que esperar un ambiente de tasas de interés más altas en el sistema financiero. Para la última reunión del Central, yo era partidario que subiera 25 puntos base porque lo fundamental es que los mercados no queden con la sensación de que la autoridad va a ceder en la batalla contra la inflación.
—Entonces, no comparte el optimismo de quienes hablan de un “blindaje” contra la crisis.
—Se ha hablado mucho del blindaje que tenemos ante estas circunstancias; la prudencia fiscal y la existencia de un sistema financiero sólido, pero hay un asunto que opera en contra y es que la economía chilena no es suficientemente flexible como para enfrentar en óptimas condiciones los efectos de una turbulencia como esta, y esa parte está en el tema laboral y en los requerimientos para desarrollar negocios. Algunos señalan que en el actual escenario, aumentar la flexibilidad laboral dejaría desprotegido a los trabajadores; yo pienso lo contrario, mientras más posibilidades tengan las empresas de adaptar esquemas de pago y jornadas de trabajo, mejores serán las posibilidades que ese puesto se mantenga. A su vez, en ambientes recesivos, se cierran firmas y se crean otras, los recursos se trasladan de un sector a otro, y para ello es clave que exista fluidez en materia de trámites y requisitos. Otra debilidad potencial de la economía chilena es la tendencia que registra el déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos; con un cobre más bajo podríamos llegar a una cifra equivalente a 3,5% del producto.
—En lo inmediato, ¿le parece que la autoridad está haciendo lo correcto para enfrentar esta crisis?
—La reacción que ha tenido el Ministerio de Hacienda y el Banco Central demuestra que han actuado coordinadamente; y eso es positivo porque ha transmitido confianza. La única crítica es que, en un comienzo, cuando se decidió depositar dinero, no se actuó tras una licitación, y ello podría haber dado la señal de que no estaban dispuestos a apoyar a todos. Lo esencial que tiene que hacer la autoridad hoy es entregar confianza.
fuente: http://www.estrategia.cl
—¿Cómo evalúa la evolución del escenario económico internacional?
—Está dominado por un concepto; la incertidumbre. Es difícil anticipar qué ocurra después. Los mercados bursátiles siguen convulsionados, persisten dudas respecto a cómo se están implementando las medidas que han resuelto los distintos países; pero, hay cada vez más consenso en que durante próximo año varias naciones enfrentarán una situación derechamente recesiva.
—¿Qué tan efectivos piensa que serán los planes de rescate financiero impulsados tanto por las autoridades europeas como norteamericanas?
—Partieron con el pie izquierdo; debido a que las autoridades no demostraron convicción sobre lo que se estaba haciendo y eso agravó el tema de la incertidumbre. Con el paso de los días aquello se arregló. Lo que se espera es que progresivamente empiece a fluir un poco más la liquidez.
—¿Pero usted descartaría una recesión mundial en 2009?
—El crecimiento del planeta para el próximo año debería ser entre 2,5% y 3%, lo cual sugiere una caída importante en relación al ritmo que se traía antes. Eso no es una recesión mundial, pero sí varios países van a enfrentarla durante por lo menos tres trimestres, entre ellos Estados Unidos y Europa. Es un contexto recesivo en el sentido de que va a haber una contracción evidente de los niveles de actividad y eso se va a notar. Veo una recuperación recién hacia el cuarto trimestre de 2009.
Mercado Doméstico
—En ese contexto, ¿qué prevé para la economía doméstica?
—En promedio, el PIB debiera estar en torno al 2% ó 2,5% en 2009. Aunque no entraremos en una recesión, habremos ajustado nuestra expansión. Chile se verá perjudicado por el menor Producto mundial, y su efecto sobre la exportación de materias primas. El tema del crédito será un asunto serio en términos de costos. Además, habría que esperar un ambiente de tasas de interés más altas en el sistema financiero. Para la última reunión del Central, yo era partidario que subiera 25 puntos base porque lo fundamental es que los mercados no queden con la sensación de que la autoridad va a ceder en la batalla contra la inflación.
—Entonces, no comparte el optimismo de quienes hablan de un “blindaje” contra la crisis.
—Se ha hablado mucho del blindaje que tenemos ante estas circunstancias; la prudencia fiscal y la existencia de un sistema financiero sólido, pero hay un asunto que opera en contra y es que la economía chilena no es suficientemente flexible como para enfrentar en óptimas condiciones los efectos de una turbulencia como esta, y esa parte está en el tema laboral y en los requerimientos para desarrollar negocios. Algunos señalan que en el actual escenario, aumentar la flexibilidad laboral dejaría desprotegido a los trabajadores; yo pienso lo contrario, mientras más posibilidades tengan las empresas de adaptar esquemas de pago y jornadas de trabajo, mejores serán las posibilidades que ese puesto se mantenga. A su vez, en ambientes recesivos, se cierran firmas y se crean otras, los recursos se trasladan de un sector a otro, y para ello es clave que exista fluidez en materia de trámites y requisitos. Otra debilidad potencial de la economía chilena es la tendencia que registra el déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos; con un cobre más bajo podríamos llegar a una cifra equivalente a 3,5% del producto.
—En lo inmediato, ¿le parece que la autoridad está haciendo lo correcto para enfrentar esta crisis?
—La reacción que ha tenido el Ministerio de Hacienda y el Banco Central demuestra que han actuado coordinadamente; y eso es positivo porque ha transmitido confianza. La única crítica es que, en un comienzo, cuando se decidió depositar dinero, no se actuó tras una licitación, y ello podría haber dado la señal de que no estaban dispuestos a apoyar a todos. Lo esencial que tiene que hacer la autoridad hoy es entregar confianza.
fuente: http://www.estrategia.cl
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