Rechazan proyecto que transforma en sociedad anónima la Casa de Moneda
Por no alcanzar el quórum requerido de 20 votos, el Senado rechazó el proyecto, en segundo trámite, que transforma en sociedad anónima la Casa de Moneda y que apunta a otorgar una mayor competitividad en el cumplimiento del rol que le asigna la ley.
Con ello, la iniciativa pasó a una Comisión Mixta de senadores y diputados de las respectivas Comisiones de Hacienda, la que se abocará a resolver las discrepancias surgidas en torno a esta iniciativa y que se refieren fundamentalmente, a que la Casa de Moneda es una empresa que debería ser capitalizada con una inversión del orden de los 50 millones de dólares y, sin embargo, el proyecto no contempla dicho financiamiento.
No obstante, el Presidente del Senado, Adolfo Zaldívar, precisó que “esta decisión se adoptó para poder alcanzar alguna fórmula de consenso que entregue viabilidad a Casa de Moneda y que sobre todo salvaguarde los derechos de los más de 500 trabajadores que allí se desempeñan”.
Durante el debate intervinieron los senadores Carlos Ominami, Hosaín Sabag, José García, Guillermo Vásquez, Nelson Ávila, Evelyn Matthei, Alejandro Navarro, Pablo Longueira, Hernán Larraín, Alberto Espina, Jaime Naranjo y Adolfo Zaldívar, además del ministro secretario general de la Presidencia, José Antonio Viera Gallo.
El senador Carlos Ominami se mostró partidario de aprobar esta iniciativa porque “si se mantiene como servicio público va a ser negativo para sus trabajadores. Creemos que hay que darles una oportunidad porque no compartimos el hecho de que Casa de Moneda se transforme en un museo y si no hacemos el cambio en su estatuto jurídico va a continuar su proceso de deterioro y los trabajadores perderán sus fuentes de trabajo”.
En la misma línea, el senador Hosaín Sabag, desestimó las aprensiones que existen para transformar a este servicio público en sociedad anónima. “Se crea una sociedad anónima del Estado, filial CORFO, vale decir que sus dueños son el Fisco con el 1% de capital y CORFO dueño del 99% restante. Por lo tanto, no hay elementos jurídicos para pensar que se trata de una privatización”.
Sin embargo, el senador José García refutó esta argumentación señalando que “esta solución puede transformarse en un salvavidas de plomo para Casa de Moneda”. Agregó que “no hay ninguna norma en el proyecto que capitalice esta institución para que pueda competir a la par con las mejores a nivel internacional y, en consecuencia, lo que ocurrirá es que apenas pase a ser sociedad anónima saldrá a endeudarse adquiriendo más pasivos que activos”.
En tanto, el senador Guillermo Vásquez desestimó también las críticas en el sentido de que este proyecto es solo una transición para privatizar Casa de Moneda y aseguró que “se requeriría un proyecto de quórum calificado para que pueda ser enajenada”. Añadió que “si queremos modernizar el Estado hay que hacerlo decididamente, pero no podemos dejar Casa de Moneda tal como está porque es matarla”.
Por su parte, el senador Nelson Ávila se mostró contrario a esta iniciativa y señaló que “los trabajadores están divididos frente al cambio jurídico de Casa de Moneda”. Indicó que no cree en la visión apocalíptica de que “esta institución terminará convertida en un museo si sigue como servicio público porque depende de cómo se administre y de la preocupación que haya para dotarla de los elementos tecnológicos apropiados para que cumpla con eficacia su rol”.
Por su parte, la senadora Evelyn Matthei afirmó que “convertir a una institución en empresa pública no es garantía ni de buena administración ni de financiamiento y tampoco los trabajadores tienen garantizados sus empleos”. Aclaró que “en esta iniciativa tampoco viene ningún aporte de capital para la renovación tecnológica y tampoco contamos con una ley de gobiernos corporativos que entregue algún grado de seguridad”.
A su vez, el senador Alejandro Navarro manifestó que “en lo personal no tengo desconfianzas ni fobias en el manejo de empresas públicas porque el sector privado también ha dado muestras de mala administración”. Sin embargo, sostuvo que Casa de Moneda se encuentra en una disyuntiva porque “queremos que Casa de Moneda siga viva y que el Estado pueda recuperar la capacidad de fabricar billetes y monedas en Chile pero también hay que aclarar cuales son las vías de capitalización para que este servicio pueda endeudarse”.
El senador Pablo Longueira recordó que el propio Banco Central ha reconocido que fabrica billetes y monedas en otros países que son más competitivos en la licitación internacional. Por eso apoyó esta iniciativa como “un avance en la modernización de una institución centenaria” y recalcó que “ojala no nos diluyamos en un rechazo a esta iniciativa que impedirá sanear la situación de decenas de trabajadores que están esperando jubilarse o bien que la empresa funcione”.
En tanto, el senador Hernán Larraín puso énfasis en que el mejor camino para resolver en forma adecuada las discrepancias surgidas en torno a este proyecto es que vaya a Comisión Mixta para consensuar una fórmula que dé una solución a la situación de los trabajadores de Casa de Moneda.
Coincidieron con su par los senadores Alberto Espina, Guillermo Vásquez, José García, Jaime Naranjo, Pablo Longueira y Alejandro Navarro. Éste último propuso además otorgar un plazo hasta la primera semana de noviembre para alcanzar un acuerdo, ya que es fundamental salvaguardar las condiciones de los trabajadores.
Finalmente se impuso el criterio de enviar el proyecto a una Comisión Mixta, y no se acogió la propuesta del ministro José Antonio Viera Gallo quien solicitó aplazar la votación para después de las elecciones municipales.
Con ello, la iniciativa pasó a una Comisión Mixta de senadores y diputados de las respectivas Comisiones de Hacienda, la que se abocará a resolver las discrepancias surgidas en torno a esta iniciativa y que se refieren fundamentalmente, a que la Casa de Moneda es una empresa que debería ser capitalizada con una inversión del orden de los 50 millones de dólares y, sin embargo, el proyecto no contempla dicho financiamiento.
No obstante, el Presidente del Senado, Adolfo Zaldívar, precisó que “esta decisión se adoptó para poder alcanzar alguna fórmula de consenso que entregue viabilidad a Casa de Moneda y que sobre todo salvaguarde los derechos de los más de 500 trabajadores que allí se desempeñan”.
Durante el debate intervinieron los senadores Carlos Ominami, Hosaín Sabag, José García, Guillermo Vásquez, Nelson Ávila, Evelyn Matthei, Alejandro Navarro, Pablo Longueira, Hernán Larraín, Alberto Espina, Jaime Naranjo y Adolfo Zaldívar, además del ministro secretario general de la Presidencia, José Antonio Viera Gallo.
El senador Carlos Ominami se mostró partidario de aprobar esta iniciativa porque “si se mantiene como servicio público va a ser negativo para sus trabajadores. Creemos que hay que darles una oportunidad porque no compartimos el hecho de que Casa de Moneda se transforme en un museo y si no hacemos el cambio en su estatuto jurídico va a continuar su proceso de deterioro y los trabajadores perderán sus fuentes de trabajo”.
En la misma línea, el senador Hosaín Sabag, desestimó las aprensiones que existen para transformar a este servicio público en sociedad anónima. “Se crea una sociedad anónima del Estado, filial CORFO, vale decir que sus dueños son el Fisco con el 1% de capital y CORFO dueño del 99% restante. Por lo tanto, no hay elementos jurídicos para pensar que se trata de una privatización”.
Sin embargo, el senador José García refutó esta argumentación señalando que “esta solución puede transformarse en un salvavidas de plomo para Casa de Moneda”. Agregó que “no hay ninguna norma en el proyecto que capitalice esta institución para que pueda competir a la par con las mejores a nivel internacional y, en consecuencia, lo que ocurrirá es que apenas pase a ser sociedad anónima saldrá a endeudarse adquiriendo más pasivos que activos”.
En tanto, el senador Guillermo Vásquez desestimó también las críticas en el sentido de que este proyecto es solo una transición para privatizar Casa de Moneda y aseguró que “se requeriría un proyecto de quórum calificado para que pueda ser enajenada”. Añadió que “si queremos modernizar el Estado hay que hacerlo decididamente, pero no podemos dejar Casa de Moneda tal como está porque es matarla”.
Por su parte, el senador Nelson Ávila se mostró contrario a esta iniciativa y señaló que “los trabajadores están divididos frente al cambio jurídico de Casa de Moneda”. Indicó que no cree en la visión apocalíptica de que “esta institución terminará convertida en un museo si sigue como servicio público porque depende de cómo se administre y de la preocupación que haya para dotarla de los elementos tecnológicos apropiados para que cumpla con eficacia su rol”.
Por su parte, la senadora Evelyn Matthei afirmó que “convertir a una institución en empresa pública no es garantía ni de buena administración ni de financiamiento y tampoco los trabajadores tienen garantizados sus empleos”. Aclaró que “en esta iniciativa tampoco viene ningún aporte de capital para la renovación tecnológica y tampoco contamos con una ley de gobiernos corporativos que entregue algún grado de seguridad”.
A su vez, el senador Alejandro Navarro manifestó que “en lo personal no tengo desconfianzas ni fobias en el manejo de empresas públicas porque el sector privado también ha dado muestras de mala administración”. Sin embargo, sostuvo que Casa de Moneda se encuentra en una disyuntiva porque “queremos que Casa de Moneda siga viva y que el Estado pueda recuperar la capacidad de fabricar billetes y monedas en Chile pero también hay que aclarar cuales son las vías de capitalización para que este servicio pueda endeudarse”.
El senador Pablo Longueira recordó que el propio Banco Central ha reconocido que fabrica billetes y monedas en otros países que son más competitivos en la licitación internacional. Por eso apoyó esta iniciativa como “un avance en la modernización de una institución centenaria” y recalcó que “ojala no nos diluyamos en un rechazo a esta iniciativa que impedirá sanear la situación de decenas de trabajadores que están esperando jubilarse o bien que la empresa funcione”.
En tanto, el senador Hernán Larraín puso énfasis en que el mejor camino para resolver en forma adecuada las discrepancias surgidas en torno a este proyecto es que vaya a Comisión Mixta para consensuar una fórmula que dé una solución a la situación de los trabajadores de Casa de Moneda.
Coincidieron con su par los senadores Alberto Espina, Guillermo Vásquez, José García, Jaime Naranjo, Pablo Longueira y Alejandro Navarro. Éste último propuso además otorgar un plazo hasta la primera semana de noviembre para alcanzar un acuerdo, ya que es fundamental salvaguardar las condiciones de los trabajadores.
Finalmente se impuso el criterio de enviar el proyecto a una Comisión Mixta, y no se acogió la propuesta del ministro José Antonio Viera Gallo quien solicitó aplazar la votación para después de las elecciones municipales.
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