COLUMNA DEL RECTOR del COLEGIO ALEMÁN DE VALPARAÍSO FRANZ WÄGELE
Opinión
Hace pocos días conocimos los resultados de la prueba Simce que cada año rinden alumnos de 4º y 8º Básico y que busca “medir” el nivel de aprendizaje de los estudiantes
del país. En ella y conforme a lo esperado, nuestros alumnos obtuvieron puntajes más altos que años anteriores y a su vez el Colegio se mantuvo entre los de mejor rendimiento de la Región.
Y si bien muchas veces es discutida, lo cierto es que una de las pocas maneras –verificables- que tenemos de medir nuestros
logros y los resultados que obtenemos en cada una de nuestras empresas, es comparándonos. Comparándonos con nosotros mismos primero, y luego con nuestros pares.
En ese sentido, efectivamente el resultado general nos tiene que dejar tranquilos porque como Colegio estamos mejor que el año pasado, que era nuestra meta, lo que también quiere decir que nos hemos superado, y ese era, precisamente, uno de los objetivos de nuestra gestión en el área académica.
Pero al mismo tiempo tenemos que medirnos con nuestros pares. Y, aún cuando este tipo de comparaciones muchas veces sean entendidas como odiosas, en el contexto de un campo competitivo y que debe apuntar a la excelencia como es el de la Educación, parecen necesarias.
En este escenario y no obstante el DSV se mantiene entre los mejores colegios particulares de la zona en cuanto a los resultados Simce, creo que debemos ser capaces de obtener mejores resultados y posicionarnos mucho más arriba.
He aprendido que en Chile a la hora de las evaluaciones de todo tipo, que por cierto son muy necesarias si lo que se quiere es avanzar hacia el logro
de los objetivos, las personas se dividen, en función de cómo reciben los resultados, entre “autoflagelantes”
y “autocomplacientes”.
Los primeros nunca están conformes y siempre piensan que las cosas se podrían hacer mejor. Los segundos en cambio, siempre están contentos con lo obrado y dejan poco lugar para la autocrítica.
La verdad es que ambas perspectivas son necesarias. Es justo que nos felicitemos cuando las cosas se hacen y resultan bien, pero también hay que fomentar el espíritu inquieto, crítico e inconformista en los individuos, gracias al que hemos obtenido como humanidad grandes avances científicos y sociales, lo que ha permitido
mejorar sustantivamente la calidad de vida de las personas.
Reconozcamos el esfuerzo y los logros, pero al mismo tiempo planteémonos metas
ambiciosas. Felicito a toda la comunidad del Colegio por los resultados obtenidos
en el Simce, porque este logro es consecuencia de un trabajo en equipo y coordinado, que tiene como mayor objetivo entregar enseñanza de calidad a nuestros alumnos. Pero al mismo tiempo los invito a seguir trabajando con dedicación
y entusiasmo para continuar siendo merecedores de la rica tradición del DSV y para construir cada día un mejor futuro para nuestros alumnos y prestigio para nuestro Colegio.
Así, hoy podemos decir que estamos contentos con los resultados del Simce, porque cumplimos con nuestros objetivos y nos superamos, y porque objetivamente
estamos progresando. Pero no estamos satisfechos, porque tenemos el convencimiento de que este Colegio puede más: Pueden más sus alumnos, sus profesores y sus directivos. Y para eso, ya estamos trabajando.
FW
Hace pocos días conocimos los resultados de la prueba Simce que cada año rinden alumnos de 4º y 8º Básico y que busca “medir” el nivel de aprendizaje de los estudiantes
del país. En ella y conforme a lo esperado, nuestros alumnos obtuvieron puntajes más altos que años anteriores y a su vez el Colegio se mantuvo entre los de mejor rendimiento de la Región.
Y si bien muchas veces es discutida, lo cierto es que una de las pocas maneras –verificables- que tenemos de medir nuestros
logros y los resultados que obtenemos en cada una de nuestras empresas, es comparándonos. Comparándonos con nosotros mismos primero, y luego con nuestros pares.
En ese sentido, efectivamente el resultado general nos tiene que dejar tranquilos porque como Colegio estamos mejor que el año pasado, que era nuestra meta, lo que también quiere decir que nos hemos superado, y ese era, precisamente, uno de los objetivos de nuestra gestión en el área académica.
Pero al mismo tiempo tenemos que medirnos con nuestros pares. Y, aún cuando este tipo de comparaciones muchas veces sean entendidas como odiosas, en el contexto de un campo competitivo y que debe apuntar a la excelencia como es el de la Educación, parecen necesarias.
En este escenario y no obstante el DSV se mantiene entre los mejores colegios particulares de la zona en cuanto a los resultados Simce, creo que debemos ser capaces de obtener mejores resultados y posicionarnos mucho más arriba.
He aprendido que en Chile a la hora de las evaluaciones de todo tipo, que por cierto son muy necesarias si lo que se quiere es avanzar hacia el logro
de los objetivos, las personas se dividen, en función de cómo reciben los resultados, entre “autoflagelantes”
y “autocomplacientes”.
Los primeros nunca están conformes y siempre piensan que las cosas se podrían hacer mejor. Los segundos en cambio, siempre están contentos con lo obrado y dejan poco lugar para la autocrítica.
La verdad es que ambas perspectivas son necesarias. Es justo que nos felicitemos cuando las cosas se hacen y resultan bien, pero también hay que fomentar el espíritu inquieto, crítico e inconformista en los individuos, gracias al que hemos obtenido como humanidad grandes avances científicos y sociales, lo que ha permitido
mejorar sustantivamente la calidad de vida de las personas.
Reconozcamos el esfuerzo y los logros, pero al mismo tiempo planteémonos metas
ambiciosas. Felicito a toda la comunidad del Colegio por los resultados obtenidos
en el Simce, porque este logro es consecuencia de un trabajo en equipo y coordinado, que tiene como mayor objetivo entregar enseñanza de calidad a nuestros alumnos. Pero al mismo tiempo los invito a seguir trabajando con dedicación
y entusiasmo para continuar siendo merecedores de la rica tradición del DSV y para construir cada día un mejor futuro para nuestros alumnos y prestigio para nuestro Colegio.
Así, hoy podemos decir que estamos contentos con los resultados del Simce, porque cumplimos con nuestros objetivos y nos superamos, y porque objetivamente
estamos progresando. Pero no estamos satisfechos, porque tenemos el convencimiento de que este Colegio puede más: Pueden más sus alumnos, sus profesores y sus directivos. Y para eso, ya estamos trabajando.
FW
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