Los panes de ayer desechados por otros locales se venden muy bien en una pequeña panadería en Berlín. ¿Qué sentindo tiene el negocio? Además de rendir dinero, es algo útil para la sociedad, dice Vesta Heyn.

En Berlín, los productos de segunda mano están en boga. La ciudad cuenta conmuchos mercadillos y bazares donde se vende laropa de segunda mano. También hay un sin fin de boutiques de diseño y tiendas de antigüedades que venden muebles antiguos remozados. Además, hay boutiques que ofrecen bolsos hechos de las lonas de camiones y neumáticos en desuso.



Vesta Heyn vende pan de segunda mano. La panadería se llama “Second Bäck” porque los panes son del día anterior pero, lógicamente, todavía frescos y comestibles. Esto que suena como una idea de negocios que tal vez ningún empresario tomaría en serio, sin embargo, es más bien una realidad desde hace ya 12 años. Es decir, mucho antes de que temas como la sustentabilidad y el reciclaje estuvieran a la orden del día, como en el presente. Vesta Heyn recoge con su coche cada mañana los panes y los pasteles que no se vendieron el día anterior de una docena de panaderías en Berlíny paga un porcentaje del precio de venta inicial de la mercadería.



La pequeña tienda en el centro de Berlín solamente vende productos de alta calidad. Se trata de panes integrales, orgánicos y también productos horneados con recetas especiales. Y realmente se venden como pan caliente.



Autor: Ranty Islam / CS

Fotos: Axel Warnstedt

Editora: Cristina Papaleo

fuente. Deutsche Welle, http://www.dw.de/dw/article/0,,16134318,00.html?maca=spa-newsletter_sp_alemaniaactual-2359-html-newsletter