El hundimiento del Dresden y su conexión chilena
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Fotos gentileza diario El Llanquihue de Puerto Montt y Canal 13 de Televisión .
El hundimiento del Dresden y su conexión chilena
Recopilación: Félix Berger Mercado
El Dresden reposa en el fondo marino desde el 14 de marzo de 1915, frente al archipiélago de Juan Fernández , fue atacado por los buques de la marina inglesa Kent, Glasgow y Orama, durante la Primera Guerra Mundial , que lo habían perseguido por ocho meses. Su comandante Lüdecke- en la foto-ante la imposibilidad de huir, desembarcó a sus hombres e hizo explotar el polvorín de la nave.Hace dos años fue recuperada su campana hoy en Alemania
El SMS Dresden fue un crucero ligero alemán de la Kaiserliche Marine, de tres chimeneas, botado en 1906, de 118 m de eslora, armado con 10 cañones de 105 mm, y el único equipado con turbinas Parsons y cuatro hélices navales tetrapalas, que le permitían alcanzar 28 nudos, 4 nudos más que el SMS Emden, su gemelo, con el cual constituía clase.
Tuvo una destacada participación en la evacuación de alemanes radicados en el puerto de Veracruz en México a principios de 1914, llevando entre sus oficiales al Teniente de Navío Wilhelm Canaris, y durante esos días de asedio al deportado dictador Victoriano Huerta. Pancho Villa hizo un ofrecimiento al gobierno alemán para comprar este crucero y otros más. Después de concluido el traslado, fue relevado por el crucero Nürnberg y partió a Alemania.
Asumió el mando el Capitán de Navío Fritz Lüdecke.
Primera Guerra Mundial
Estando en plena travesía, recibió la noticia del inicio de hostilidades e instrucciones de navegar hacia Tsingtao, China, y en plena mar se preparó el navío para entrar en combate.
Finalmente llegó a Tsingtao, aún en poder de los alemanes y se avitualló. Ahí recibió órdenes de proseguir la navegación en pos de la flota de Maximilian von Spee. Durante el viaje, el buque fue alistado para el combate, desechando todo material inflamable y accesorios inútiles.
En Chile
Se unió a la flota de von Spee en la Isla de Pascua viniendo desde Tsingtao (China). Desde ahí zarpó con la flota hacia la costa sudamericana, específicamente al Cabo de Hornos.
Participó en la batalla de Coronel (Chile) el 1 de noviembre de 1914, donde la flota alemana resultó victoriosa.
Durante una parada de abastecimiento en Valparaíso, su gemelo el SMS Emden fue inutilizado en las Islas Cocos 12°11′10.24″S 96°49′47.07″E / -12.1861778, 96.8297417 el 9 de noviembre por el HMAS Sidney.
En la Batalla de las islas Malvinas el 8 de diciembre del mismo año, donde la armada inglesa al mando del vicealmirante Sir Frederick Sturdee hundió a casi todos los navíos de Von Spee, el SMS Dresden fue el único navío sobreviviente gracias a sus turbinas, que le dieron mayor velocidad (27 nudos) durante el forzado escape.
Se esconde en la Patagonia chilena .Los británicos no deseaban que el SMS Dresden se les escabullera y dieron una batida de caza por toda la región austral sin encontrarlo.
El SMS Dresden navegó por los canales patagónicos en busca de refugio. Una vez agotado el carbón, se mantuvo escondido en estrechos canales patagónicos chilenos no demarcados geográficamente (Isla Santa Inés y Santa Magdalena), por espacio de varios meses y cambió de posición en muchas ocasiones, dentro de la misma zona. El lugar más espectacular fue el fiordo de Quintupeu 42°5′41.17″S 72°33′16.40″O / -42.0947694, -72.5545556, en cuya boca apenas cabía el SMS Dresden. Llancahué 42°10′17.30″S 72°24′06.37″O / -42.1714722, -72.4017694, Porcelana 42°29′3.36″S 72°26′11.69″O / -42.4842667, -72.4365806, Cahuelmó y Quintupeu que son unos bellos parajes del sur de Chile, donde se pueden apreciar vertientes naturales de agua termal agrupados en pozones al aire libre. En el fiordo de Quintupeu se divisan los cerros de la frontera y un farallón rocoso con una cascada directa al mar.
La tripulación sobrevivió gracias a la caza, pesca y fuentes de aguas naturales, así como a la ayuda de alemanes residentes en Chile, tales como un tal Gottenburg y Albert Pagels radicados en Puerto Montt (Chile).
A fines de febrero de 1915 y estando ya en condiciones de navegar, aunque con bajas reservas de carbón, buscó encontrarse con un barco alemán abastecedor en altamar y luego emprender la llamada ruta de los veleros hacia Oceanía.
Albert Pagels y el fiordo de Quintupeu
Quintupeu es un bellísimo fiordo, solitario, con una estrecha entrada de no más de un cable de ancho, con un saco de tres millas y un ancho de media milla, rodeado de acantilados de unos 600 m de altura, cubiertos de profusa vegetación, útil para abastecer las calderas del buque con una cascada de purísima agua. El 6 de febrero de 1915, al atardecer, llega hasta aquí el averiado Dresden, con las máquinas quejándose y rechinando. Al pasar los enormes acantilados de la estrecha entrada, ven un velero con bandera alemana que resultó ser uno de los barcos de la flota de Carlos Oelkers de Calbuco que venía capitaneado por Enrique Oelkers, acompañado del eficiente colaborador Albert Pagels, quien les había informado de la emergencia del buque y traía víveres, carbón y mecánicos para llevarse las piezas dañadas a Calbuco y Puerto Montt.
Esa misma noche empezó la gloriosa estancia del Dresden en este maravilloso fiordo. El aire tibio de verano, la banda tocando en cubierta, cerveza, cecinas de las buenas, auténticas, fabricadas por los alemanes residentes y salchichas en fondos con agua hirviendo, ¡no podía haber nada más estupendo después de tantas privaciones! A la mañana siguiente, muy temprano, se empieza con el desarme de las piezas dañadas. Todo el personal tenía algo que hacer, había que apurarse, pues era de suponer que no podrían quedarse mucho tiempo, ya que ello contravenía la Convención de La Haya. Se sacaron dos pesadísimas tapas de las calderas semifundidas por las tremendas temperaturas a que habían sido sometidas, así como ejes y partes de los comandos del timón. Todo fue trasladado al velero de la flota de Oelkers que partiría rumbo a Calbuco y Puerto Montt. El personal, agotado, se retiró temprano. Al otro día se continuó con la labor de desarme de las últimas piezas dañadas con las que saldrían al día siguiente a las 5 de la mañana el capitán Wiebliz, Pagels y dos marineros en la lancha de vapor del buque, rumbo a la isla Guar para ser entregados al mediodía en el solitario estero de Chipué a la Elfeide, la goleta de Pagels comandada por su colaborador Schindling, y llevarlos a reparar a Puerto Montt, estratagema meticulosamente elaborada con anterioridad para no delatar la posición del Dresden.
Antes de partir con Pagels, Schindling entregó al capitán Wiebliz una bolsa con correspondencia para el buque, recopilada por muy diferentes y extraños medios. Enfilados a 182º magnéticos, rumbo que mantendrán por 10 millas para luego virar a babor, a la cuadra de la isla Queultín y tomar el nuevo rumbo de 124º hacia la isla Llancahué. Era un día soleado con mar plana y suave viento del NW. El pequeño motor a vapor de la lancha resoplaba acompasadamente, manteniendo una velocidad, con ayuda del viento, de 7 nudos que les auguraba una pronta llegada en unas 7 horas. Faltando más de una hora para efectuar el cambio de rumbo en la isla Queltin, el capitán Wiebliz, a instancias de los tripulantes, accedió a abrir el saco de la correspondencia. Sobre todas las cartas se destacaba inmediatamente una caja dirigida a uno de los marineros tripulantes, Otto Hunger, el corneta del buque, quien con gran apresuramiento y ansiedad la abrió: era un grueso chaleco con cuello de piel que le había tejido su madre, pues él en una carta se había quejado del frío de los canales magallánicos. Con gran alborozo se lo pone a pesar de que no correspondía a la temperatura veraniega. Al cambiar el rumbo hacia el oeste, favorecida por el viento de empopada, la pequeña embarcación aumentó su andar a casi 8 nudos, lo que les permitió llegar al buque con el sol aún alto.
Sobre la cubierta encontraron un misterioso cajón. El aserrín y restos de tablas que lo rodeaban denotaban su reciente construcción. Al preguntar a que correspondía, nadie supo contestar. Cuando el capitán Wiebliz fue a informar sobre su misión al Comandante Lüdecke, le preguntó por el misterioso cajón. El comandante le informó que se trataba del molde que se usaría para concretar la caja que contenía el tesoro mexicano, el que intentaba fondear en Quintupeo, ya que no había sido posible depositarlo en un banco en Alemania. “Nuestro destino es demasiado incierto como para continuar con esta responsabilidad”, justificó el comandante. En la mañana, el misterioso cajón había desaparecido, no quedaba ni rastro de su existencia. Al fondo del buque, en una bodega de la sentina, el teniente Canaris, Karl Hartwig el torpedero y Gregor Bitter el carpintero, en estricto secreto, envuelven la caja del tesoro con linoleum y la sellan con brea, para luego introducirla en el mentado cajón y concretarlo con la mezcla que el carpintero ya tenía preparada. Terminada esta última operación, Bittler introdujo en la mezcla dos ganchos de fierro para posteriormente, y una vez fraguado, izar el pesado bloque con la grúa de torpedos.
Valparaíso
El SMS Dresden se hizo a la mar y a la altura del puerto de Corral sorprendió y hundió a la barca inglesa Cornwall Castle, recogiendo a sus tripulantes, que fueron transferidos más tarde en Valparaíso a un barco de aprovisionamiento alemán.
En principio, su objetivo era tomar la ruta de los veleros, una vez abastecido de un barco amigo, pero en lugar del abastecedor se encontró con su última presa. El velero inglés venía sin carbón suficiente, por lo que las estimaciones de combustible para realizar semejante travesía le ponían en peligro de quedar a la deriva en medio del Pacífico.
El 1 de marzo, estando a la deriva, en la amanecida de una neblinosa mañana, los alemanes divisaron la silueta de un crucero inglés, que a su vez los divisó navegando a baja velocidad. Lüdecke contaba con pasar por un crucero chileno, ya que había sido repintado en un color más oscuro, semejante a los de la Armada de Chile. Pero los ingleses reconocieron al SMS Dresden e informaron por TSH a sus pares, siguiéndole bajo el horizonte.
Isla Juan Fernández
Con sus reservas de carbón alarmantemente bajas, el crucero buscó abastecimiento el 2 de marzo en puerto chileno, en la bahía Cumberland en la isla de Más Adentro, actual Archipiélago Juan Fernández. La idea de Lüdecke era abastecer el navío para emprender definitivamente la navegación hacia Oceanía para encontrarse con su gemelo SMS Emden.
Hundimiento
La gobernación chilena sólo ofreció 72 horas de reparación con sus propios medios o internación. Estando en estos trámites, una fuerza inglesa compuesta por los cruceros HMS Kent, HMS Orama y HMS Glasgow lo sorprendió fondeado, el 14 de marzo de 1915.
Lüdecke, imposibilitado de escapar o hacer frente, e intentando ganar tiempo para preparar la nave para su hundimiento, hizo subir bandera de parlamento, y envió al oficial Canaris al HMS Glasgow a parlamentar, pero los ingleses lo ignoraron y comenzaron a disparar. El Dresden hizo algunos disparos, pero una batería de popa fue alcanzada muriendo siete tripulantes. El capitán Lüdecke ordenó desembarcar la tripulación y preparar el hundimiento de su nave: Algunos miembros de la tripulación hicieron explotar la santabárbara de proa y abrieron las válvulas de fondo, para luego lanzarse a nado para alcanzar la orilla mientras el crucero imperial comenzaba a hundirse a las 11:35.
Los heridos más graves fueron atendidos por los mismos ingleses y trasladados a Valparaíso en el transporte Orama. Más tarde el crucero chileno Esmeralda se presentó y trasladó a los restantes marinos a Concepción.
La tripulación fue internada en la isla Quiriquina (Talcahuano, Chile) por el resto de la guerra. Tan sólo tres integrantes se fugaron, entre ellos el Teniente de Navío Wilhelm Canaris, futuro jefe de la Abwehr en el período nazi. El resto decidió unirse a la comunidad alemana residente en Chile.
Wilhelm Canaris
Es llamativo porque Wilhelm Canaris tuvo una larga relación con Chile, según lo documenta Richard Basset en El enigma del almirante Canaris. Historia del jefe de los espías de Hitler. Navegó por estas costas. Hizo ejercicios navales en Tierra del Fuego y Chiloé. A bordo del Dresden, jugó al escondite en el Pacífico Sur, durante varios meses, con la flota imperial inglesa en 1916. El Dresden fue el único navío alemán que sobrevivió a la catastrófica derrota teutona en las Falkland, a fines del año anterior. Y cuando finalmente fue atrapado frente a las costas de Juan Fernández, una última y habilidosa jugada del subteniente Canaris, oficial de inteligencia a bordo, permitió que la tripulación desembarcara y hundiera su barco, impidiendo así a los ingleses darse el gusto de cañonearlo a discreción. En premio a su desempeño fue el primer oficial autorizado a huir del archipiélago chileno, donde se suponía que toda la tripulación del Dresden debía permanecer internada hasta el fin de la guerra. La tripulación sobreviviente del Dresden, Canaris entre ellos, fue internada en Chile, en la isla Quiriquina -frente a Talcahuano- y pese a que formalmente eran prisioneros, el relajamiento de las medidas de seguridad impuestas por la Armada permitió a varios de los oficiales viajar a Concepción en más de una oportunidad. Demás está decir que la fuga de Canaris (y, luego, de casi toda la tripulación) contó con el decidido apoyo de los anfitriones.
En agosto de 1915 se fugó junto a otros compañeros de armas desde Chile, desde Osorno. Allí estaba alojado en la mansión Von Geyso, desde donde lo enviaron al fundo Eggers, en Puyehue, a fin de preparar el cruce de la cordillera, lo que hizo solo y a caballo. Al otro lado, en una de las puntas del Nahuelhuapi, era esperado por otro integrante de la familia Eggers, que lo cruzó en bote hasta San Carlos de Bariloche, ubicándolo por algunos días en la estancia de Luis von Bülow. Allí fue recibido por el cónsul alemán Karl Wiederhold, quien le proporcionó ayuda.
Premunido de un pasaporte chileno -auténtico, que fue conseguido por agentes de la embajada alemana en Buenos Aires- a nombre de Reed Rosas, un modesto vendedor anglochileno, Canaris emprendió un viaje de 500 km hacia Osorno, en tren, llegando a esta ciudad el 6 de agosto valiéndose de su excelente dominio del español, y marchó hacia Argentina, donde finalmente consigue embarcarse hacia Alemania en un carguero holandés que lo llevó a Rótterdam, desde donde retornó a Alemania, donde fue rápidamente ascendido a capitán.
Además, fue reclutado por la inteligencia exterior alemana, dadas sus evidentes dotes de actor y su conocimiento del idioma de Cervantes, siendo enviado a trabajar a la embajada alemana en Madrid, donde estuvo un año ejerciendo funciones de espía, para lo cual utilizaba como cobertura su falsa de identidad del chileno Reed Rosas, agregando -cuando se lo preguntaban- que él venía de una pequeña ciudad del sur de Chile llamada Osorno.
El Dresden hoy:
Hoy El Dresden es hoy una atracción para buzos profesionales debido a la claridad del agua en ciertas épocas del año, y se conserva aún en relativo buen estado, en el fondo del puerto de la isla a unos 70 m de profundidad y a 516 m del embarcadero. Muchas piezas de vajilla han sido extraidas por buzos lugareños.
En febrero de 2006 fue rescatada la campana de cobre de 155 kg del crucero por un grupo de arqueólogos. Se exhibió durante un año en el Museo Naval y Marítimo de Valparaíso en Chile antes de ser prestada a Alemania por las autoridades chilenas, por un período de cinco años, en muestra de las buenas relaciones institucionales. Actualmente se encuentra en la ciudad de Kiel.
El tesoro del Dresden
El tesoro del Dresden “La situación política en México en 1910 era caótica, los gobernantes eran derrocados continuamente, ante lo cual Alemania envió al crucero SMS Dresden para cautelar los intereses y la seguridad de la colonia alemana residente. En Tampico la situación era dramática e insostenible, imperaba el desorden y ante el inminente peligro de saqueo, los colonos alemanes entregaron al comandante sus joyas, dinero, oro y objetos de valor, iniciativa a la que se unieron otras familias de extranjeros, así como personajes mexicanos adinerados. Todo debía ser puesto a resguardo en un banco al regreso del Dresden a Alemania. El tesoro quedó en una caja bajo la custodia del comandante de la nave.
La nave navegaba rumbo a Alemania cuando estalló la Primera Guerra Mundial, agosto de 1914. El comandante recibió la orden de efectuar la guerra de corso en el Atlántico y, posteriormente, dirigirse a Isla de Pascua para integrarse a la escuadra del almirante Maximilian von Spee. En noviembre, el escuadrón de cruceros alemanes derrotó a una escuadra inglesa a 41 millas del puerto de Coronel en Chile, y esta misma fuerza, al incursionar en el Atlántico, fue completamente derrotada por otra escuadra inglesa en las islas Malvinas, salvándose solamente el Dresden. El Dresden sufrió múltiples averías en el combate de Las Malvinas. Se ocultó en los canales patagónicos del sur de Chile donde fue ayudado y aprovisionado por el ciudadano alemán Albert Pagels, que residía en Punta Arenas. Aconsejado por Pagels, la nave puso rumbo al estero de Quintupeu cerca de Puerto Montt. Allí la nave terminó su reparación y continuó su navegación hacia el norte, debiendo fondear en la Isla Robinson Crusoe, pues ya no tenía carbón para sus calderas. Finalmente fue localizado por varios buques de guerra ingleses y hundido en la bahía Cumberland.
Uno de los testigos presenciales afirmó:
“Entre los miembros de la colonia alemana de Puerto Montt se comenta que varios de sus antepasados, que estuvieron a bordo del crucero mientras estuvo fondeado en Quintupeu, contaban que el último día, antes del zarpe, desde el buque arrojaron un cajón grande al mar y que éste podría haber contenido el tesoro de Tampico. Durante muchos años pescadores y buzos recorrieron el fiordo, pero no encontraron nada
Albert Pagels
Fuente: Wikipedia
Naúfragos del Dresden usan a la goleta chilena la "Tinto" para regresar a Alemania burlando así a la armada chilena y británica .
Fuente: Diario El Llanquihue de Puerto Montt, Suplemento Colonización Alemana, 28de noviembre de 1987,pág: 12
Campana de buque alemán hundido en Chile revela misterios de la historia
El navío alemán Dresden, cuyos restos están en Juan Fernández, fue hundido por sus propios marinos y no por los ingleses. Además, se confirma que llevaba un tesoro en sus bodegas.
Todo esto sale ahora a la luz pública con el rescate de la campana del buque alemán. Algunos de los sobrevivientes hicieron historia en Chile.
La campana rescatada hace poco desde el crucero alemán Dresden, hundido durante la Primera Guerra Mundial en Juan Fernández, es sometida a los tratamientos de rigor antes de ser enviada a Alemania.
Se la considera el alma del navío, que sucumbió durante un combate naval entre alemanes e ingleses, en 1918.
Ahí murió parte de la tripulación del Dresden. Los sobrevivientes fueron retenidos después en la isla Quiriquina hasta el término del conflicto. Algunos se quedaron después en Chile.
Fue el caso de August Boegel, maquinista del Crucero alemán, que dejó sus huellas en Puerto Varas, empezando por la iglesia del Sagrado Corazón.
A su maestría se deben los candelabros de bronce y la pila bautismal, forjada a mano en cobre, y que él enviara de regalo poco antes de salir de Quiriquina, al finalizar el conflicto.
"Entonces la colonia alemana residente en Puerto Varas le regalaron los pasajes para que vengan a ver donde había quedado su obra", señaló Manfredo Boegel, hijo del maquinista del Dresden.
August Boegel nunca más se fue de Puerto Varas. Formó familia con Elizabeth Felmer; levantó su hogar y fundó la primera maestranza de la ciudad.
Hoy, en manos del único hijo varón que queda, sigue en pleno funcionamiento, aunque algunos tornos tienen ya casi un siglo.
Pero el legado más importante del marino alemán lo dejó a sus hijos. Por eso, Manfred Boegel sabe que al momento de ser hundido, el Dresden ya estaba herido de muerte.
"Mi padre siempre contó que efectivamente había recibido algunos impactos de los barcos enemigos. O sea, del Glasgow y el kent", afirma.
Antes del hundimiento, los tripulantes abandonaron el buque.
"Y mi padre fue uno de los últimos porque el trabajaba en la caldera, por lo tanto, la misión de él era abrir las válvulas para hundir el barco. Después explotó la Santa Bárbara y ahí se hundió definitivamente el barco", acotó Manfred Boegel.
Los marinos celebraron el hundimiento por el hecho de no entregar el barco al enemigo. Sin embargo, también estaban tristes por lo que sucedía", afirma.
Mientras estaba recluido en Quiriquina, el marino Boegel hizo una réplica en miniatura de su buque. Él dejó testimonio sobre el tesoro cargado en México, y que llevaba el Dresden en el momento de hundirse.
Son historias del ayer, revividas hoy tras el rescate de esta campana.
Fuente: Programa teletrece ,15 de abril de 2006
Augusto Boegel Klein el maquinista del Dresden que se quedó en Puerto Varas
Don Augusto Boegel Klein.
La primera vez que supe de don Augusto Boegel Klein fue en 1987, al leer el libro "Tras la Estela del Dresden", de la investigadora chilena María Teresa Parker de Bassi. Algunos años más tarde, en 1991 llegué a Puerto Varas, para trabajar en el Colegio Germania del Verbo Divino en donde encontré a la profesora Sofía Boegel Felmer, hija de este destacado ciudadano puertovarino, sobre cuya vida damos a conocer algunos antecedentes en esta crónica.
Nació en la localidad alemana de Wengoyen, Prusia Oriental en 1893. Luego de terminar sus estudios se trasladó a la ciudad de Rössel en donde se especializa en mecánica. A los 20 años ingresa a la marina alemana y al comenzar la Primera Guerra Mundial (1914), es asignado al crucero "Dresden".
El 8 de noviembre de 1914, se desarrolla la Batalla de Las Malvinas, uno de los primeros enfrentamientos en el mar entre Inglaterra y Alemania. La victoria inglesa es clara y solamente el crucero "Dresden", gracias a su rápido andar, logra escapar y refugiarse en los canales del sur de Chile. Mientras permaneció oculto, para su aprovisionamiento contó con la ayuda de la colonia alemana de nuestra zona, especialmente cuando estuvo fondeado al interior del fiordo Quintupeu.
Los primeros días de marzo de 1915, el "Dresden", intenta escapar de las naves inglesas que lo buscan afanosamente. Lamentablemente es alcanzado en el archipiélago Juan Fernández y ante la superioridad de las fuerzas enemigas, su Capitán Fritz Lüdecke, ordena a los tenientes Hans Abraham y Arnold Boeker, acompañados del maquinista Augusto Boegel, abrir las válvulas y activar las santabárbaras. Al mediodía del 14 de marzo, la nave alemana se hundía en las aguas de bahía Cumberland, isla Robinson Crusoe.
Su tripulación es trasladada a Valparaíso y posteriormente a la isla Quiriquina, ubicada frente a Talcahuano, donde debe permanecer recluida hasta el término del conflicto bélico, debido a la neutralidad de nuestro país. Desde su instalación en esta isla de la VIII Región, surgió entre los marinos alemanes el deseo de huir y reintegrarse a la guerra, siendo épico el escape protagonizado por 28 hombres a bordo de la goleta "Tinto", a fines de 1916.
Augusto Boegel Klein, permanecerá detenido hasta el fin de la Primera Guerra Mundial. Tras ser liberado decide quedarse en Chile y junto a un compañero de armas, Jorge Schube, se trasladan a Puerto Varas, en donde se radicarán a fines de marzo de 1919. Instalados en la ciudad lacustre abren un taller mecánico que posteriormente se transformará en una importante maestranza y astillero. En 1921, contrae matrimonio con Elizabeth Felmer, dando origen a una numerosa e importante familia puertovarina.
Su vida en la ciudad de las rosas, estuvo marcada por un gran espíritu de servicio y un tesonero trabajo por el progreso de la zona. Colaboró activamente en la Sociedad del Hospital San José, con el Coro Polifónico de Puerto Varas, en la Corporación del Colegio Germania y con la Cuarta Compañía de Bomberos, de la cual fue miembro fundador.
Su oposición al gobierno de Adolfo Hitler, implicó que durante la Segunda Guerra Mundial su maestranza y astillero fuera una de las pocas empresas de miembros de la colonia alemana del sur de Chile que no fue incluida en las "listas negras", elaboradas por las fuerzas aliadas para sancionar económicamente a los negocios pertenecientes a simpatizantes y adherentes del III Reich alemán.
Durante su vida fue condecorado en varias oportunidades. Estando detenido en la Isla Quiriquina le fue otorgada por el Imperio Alemán la Cruz de Hierro. En 1928 el gobierno de la República Alemana lo premió con la Cruz de Mérito. Finalmente, el 18 de julio de 1970, en solemne ceremonia realizada en dependencias del Club Alemán de Puerto Varas, recibió de parte del Gobierno de Chile, la medalla Orden al Mérito Bernardo O"Higgins, "por sus relevantes servicios en favor de la comunidad", y que le fue entregada por el Intendente (S) de la Provincia de Llanquihue don Pablo Elgueta, ante una numerosa y selecta concurrencia.
Don Augusto Boegel Klein, falleció el 21 de diciembre de 1976, a los 83 años. El diario "El Llanquihue", informó ampliamente sobre su fallecimiento y en su edición del jueves 23 de diciembre, se puede leer una crónica de los funerales, que en su parte medular señala: "El cortejo fúnebre se puso en movimiento alrededor de las 18 horas con la Banda Instrumental Municipal a la cabeza, oficiándosele una misa por el eterno descanso de su alma en la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, a cargo del P. Nicanor García. Posteriormente el cortejo llegó hasta el camposanto. Al ser inhumados sus restos, usaron la palabra el Superintendente del Cuerpo de Bomberos de Puerto Varas don Filidor Reyes; don Rigoberto Teuber en su calidad de Presidente de la Fundación Hospital San José y a nombre de la Cuarta Compañía de Bomberos don Héctor Coñuecar. En los momentos en que bajaba el ataúd al fondo de la tierra se escuchó el ulular de los carros bombas, mientras un corneta tocaba ...¡Silencio!.
Por Juan Carlos Velásquez
Profesor de Historia
Fuente: Diario El Llanquihue 21 de abril de 2002
Nota de la Redacción: De los hijos de don Augusto Boegel Klein que fueron 5 destacamos a Sofía Boegel Felmer la “ tante Schofi” quien nos hizo clases en el Colegio,esta destacada docente casada con Mario Asenjo,madre de 7 hijos, todos profesionales se acogió a retiro en el Colegio Germania el 5 de julio de 1996 luego de desempeñarse durante 50 años como profesora de los cuales 32 fueron en el Colegio Germania de Puerto Varas.
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Fuente: Diario El Llanquihue de PuertoMontt, lunes 17 de octubre de 2005 http://www.diariollanquihue.cl/prontus4_nots/site/artic/20051016/pags/20051016211718.html
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ANEXOS
Hoy 17 de junio de 2013 , el lector de grafelbergnoticias , de nombre Rodrigo, de Insumos Forestales, en relación a este tema nos aporta el siguiente dato:
Christian Koch, grumete del acorazado liviano de la marina alemana “Dresden”, se quedó en Penco Chile, para siempre, falleció en 1974
Gracias Rodrigo
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La
reproducción es de la campana que, en 2006, fue rescatada por buzos
chilenos y alemanes. La pieza original pertenece al crucero ligero
alemán “Dresden“, que fue hundido en marzo de 1915, en las cercanías de
Juan Fernández, tras huir de las fuerzas enemigas.
El director (TyP) de la Dibam, Alan Trampe, asistió a la entrega de una réplica de la campana del crucero ligero alemán “SMS Dresden” al Museo Marítimo Nacional, en Valparaíso. La ceremonia estuvo encabezada por Contraalmirante Julio Leiva Molina, Comandante en Jefe de la Primera Zona Naval, quien recibió la pieza de manos del embajador de la República Federal de Alemania en Chile, Hans-Henning Blomeyer-Bartenstein.
La donación –realizada este viernes 13 de junio– se lleva a cabo en el marco de la conmemoración de la Primera Guerra Mundial, por ello el acto tiene espacial significación, ya que demuestra las estrechas relaciones que existen entre Chile y Alemania.
En 2006, un equipo alemán presta asistencia técnica para el salvataje de la campana del “Dresden”, con el apoyo de la Armada chilena y el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN). La restauración de la original y la confección de las réplicas fueron financiadas por el Ministerio Federal de Relaciones Exteriores de la República Federal de Alemania.
El regreso de la campana original a Chile está previsto para el año 2021, la que sido restaurada en el Museo Regional Arqueológico de Schleswig y, desde el 14 de noviembre de 2008, es exhibida en el Museo Histórico Militar de las Fuerzas Armadas Federales en Dresde.
La repatriación está en la línea del emblemático regreso del Pelagornis Chilensis (ave prehistórica gigante) recuperada con el apoyo del Museo Senckenberg de Francfurt, a nuestro país en 2009, y que hoy está en la colección del Museo Nacional de Historia Natural. De esta manera, en Chile se ha trabajado por la devolución de bienes patrimoniales con anterioridad a la ratificación de la Convención Unesco de 1970:
La historia relata…
El crucero ligero alemán “Dresden“ fue hundido en marzo de 1915, en las cercanías de Juan Fernández, tras huir de las fuerzas enemigas. Durante tres meses en los fiordos en el sur de Chile, donde había buscado refugio después de la batalla de las islas Malvinas.
Ya con poco combustible, la munición agotada y máquinas desgastadas fue bombardeado por tres buques de guerra británicos que habían localizado al “Dresden” en la bahía de Cumberland de Juan Fernández. Ante la desesperada situación, el Capitán Lüdecke había solicitado poco antes al Chile neutral el internamiento de la tripulación.
Muchos marinos sobrevivieron la desgracia, estableciéndose más tarde en Chile. Tres soldados fueron enterrados en la isla, cuyas tumbas fueron restauradas con apoyo de Alemania. En marzo de 2015, con motivo del centésimo aniversario del hundimiento del navío, se hará entrega de la segunda réplica de la campana en la Isla Juan Fernández.
Fuente: Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, DIBAM, 13 de junio de 2014, http://www.dibam.cl/Vistas_Publicas/publicNoticias/noticiasPublicDetalle.aspx?idNoticia=75631
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Fuente: Armada de Chile: http://www.armada.cl/armada/noticias-navales/entregan-replica-de-campana-de-crucero-s-m-s-dresden-al-museo-maritimo-nacional/2014-06-15/093537.html
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Evelyn Lüttecke Schmidt nos envía este recorte de prensa señalando :
"Un puertovarino en el centenario del hundimiento del "Dresden" en Juan Fernández .
Diario El Mercurio , domingo 15 de marzo de 2015".
Gracias
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Fotos gentileza diario El Llanquihue de Puerto Montt y Canal 13 de Televisión .
El hundimiento del Dresden y su conexión chilena
Recopilación: Félix Berger Mercado
El Dresden reposa en el fondo marino desde el 14 de marzo de 1915, frente al archipiélago de Juan Fernández , fue atacado por los buques de la marina inglesa Kent, Glasgow y Orama, durante la Primera Guerra Mundial , que lo habían perseguido por ocho meses. Su comandante Lüdecke- en la foto-ante la imposibilidad de huir, desembarcó a sus hombres e hizo explotar el polvorín de la nave.Hace dos años fue recuperada su campana hoy en Alemania
El SMS Dresden fue un crucero ligero alemán de la Kaiserliche Marine, de tres chimeneas, botado en 1906, de 118 m de eslora, armado con 10 cañones de 105 mm, y el único equipado con turbinas Parsons y cuatro hélices navales tetrapalas, que le permitían alcanzar 28 nudos, 4 nudos más que el SMS Emden, su gemelo, con el cual constituía clase.
Tuvo una destacada participación en la evacuación de alemanes radicados en el puerto de Veracruz en México a principios de 1914, llevando entre sus oficiales al Teniente de Navío Wilhelm Canaris, y durante esos días de asedio al deportado dictador Victoriano Huerta. Pancho Villa hizo un ofrecimiento al gobierno alemán para comprar este crucero y otros más. Después de concluido el traslado, fue relevado por el crucero Nürnberg y partió a Alemania.
Asumió el mando el Capitán de Navío Fritz Lüdecke.
Primera Guerra Mundial
Estando en plena travesía, recibió la noticia del inicio de hostilidades e instrucciones de navegar hacia Tsingtao, China, y en plena mar se preparó el navío para entrar en combate.
Finalmente llegó a Tsingtao, aún en poder de los alemanes y se avitualló. Ahí recibió órdenes de proseguir la navegación en pos de la flota de Maximilian von Spee. Durante el viaje, el buque fue alistado para el combate, desechando todo material inflamable y accesorios inútiles.
En Chile
Se unió a la flota de von Spee en la Isla de Pascua viniendo desde Tsingtao (China). Desde ahí zarpó con la flota hacia la costa sudamericana, específicamente al Cabo de Hornos.
Participó en la batalla de Coronel (Chile) el 1 de noviembre de 1914, donde la flota alemana resultó victoriosa.
Durante una parada de abastecimiento en Valparaíso, su gemelo el SMS Emden fue inutilizado en las Islas Cocos 12°11′10.24″S 96°49′47.07″E / -12.1861778, 96.8297417 el 9 de noviembre por el HMAS Sidney.
En la Batalla de las islas Malvinas el 8 de diciembre del mismo año, donde la armada inglesa al mando del vicealmirante Sir Frederick Sturdee hundió a casi todos los navíos de Von Spee, el SMS Dresden fue el único navío sobreviviente gracias a sus turbinas, que le dieron mayor velocidad (27 nudos) durante el forzado escape.
Se esconde en la Patagonia chilena .Los británicos no deseaban que el SMS Dresden se les escabullera y dieron una batida de caza por toda la región austral sin encontrarlo.
El SMS Dresden navegó por los canales patagónicos en busca de refugio. Una vez agotado el carbón, se mantuvo escondido en estrechos canales patagónicos chilenos no demarcados geográficamente (Isla Santa Inés y Santa Magdalena), por espacio de varios meses y cambió de posición en muchas ocasiones, dentro de la misma zona. El lugar más espectacular fue el fiordo de Quintupeu 42°5′41.17″S 72°33′16.40″O / -42.0947694, -72.5545556, en cuya boca apenas cabía el SMS Dresden. Llancahué 42°10′17.30″S 72°24′06.37″O / -42.1714722, -72.4017694, Porcelana 42°29′3.36″S 72°26′11.69″O / -42.4842667, -72.4365806, Cahuelmó y Quintupeu que son unos bellos parajes del sur de Chile, donde se pueden apreciar vertientes naturales de agua termal agrupados en pozones al aire libre. En el fiordo de Quintupeu se divisan los cerros de la frontera y un farallón rocoso con una cascada directa al mar.
La tripulación sobrevivió gracias a la caza, pesca y fuentes de aguas naturales, así como a la ayuda de alemanes residentes en Chile, tales como un tal Gottenburg y Albert Pagels radicados en Puerto Montt (Chile).
A fines de febrero de 1915 y estando ya en condiciones de navegar, aunque con bajas reservas de carbón, buscó encontrarse con un barco alemán abastecedor en altamar y luego emprender la llamada ruta de los veleros hacia Oceanía.
Albert Pagels y el fiordo de Quintupeu
Quintupeu es un bellísimo fiordo, solitario, con una estrecha entrada de no más de un cable de ancho, con un saco de tres millas y un ancho de media milla, rodeado de acantilados de unos 600 m de altura, cubiertos de profusa vegetación, útil para abastecer las calderas del buque con una cascada de purísima agua. El 6 de febrero de 1915, al atardecer, llega hasta aquí el averiado Dresden, con las máquinas quejándose y rechinando. Al pasar los enormes acantilados de la estrecha entrada, ven un velero con bandera alemana que resultó ser uno de los barcos de la flota de Carlos Oelkers de Calbuco que venía capitaneado por Enrique Oelkers, acompañado del eficiente colaborador Albert Pagels, quien les había informado de la emergencia del buque y traía víveres, carbón y mecánicos para llevarse las piezas dañadas a Calbuco y Puerto Montt.
Esa misma noche empezó la gloriosa estancia del Dresden en este maravilloso fiordo. El aire tibio de verano, la banda tocando en cubierta, cerveza, cecinas de las buenas, auténticas, fabricadas por los alemanes residentes y salchichas en fondos con agua hirviendo, ¡no podía haber nada más estupendo después de tantas privaciones! A la mañana siguiente, muy temprano, se empieza con el desarme de las piezas dañadas. Todo el personal tenía algo que hacer, había que apurarse, pues era de suponer que no podrían quedarse mucho tiempo, ya que ello contravenía la Convención de La Haya. Se sacaron dos pesadísimas tapas de las calderas semifundidas por las tremendas temperaturas a que habían sido sometidas, así como ejes y partes de los comandos del timón. Todo fue trasladado al velero de la flota de Oelkers que partiría rumbo a Calbuco y Puerto Montt. El personal, agotado, se retiró temprano. Al otro día se continuó con la labor de desarme de las últimas piezas dañadas con las que saldrían al día siguiente a las 5 de la mañana el capitán Wiebliz, Pagels y dos marineros en la lancha de vapor del buque, rumbo a la isla Guar para ser entregados al mediodía en el solitario estero de Chipué a la Elfeide, la goleta de Pagels comandada por su colaborador Schindling, y llevarlos a reparar a Puerto Montt, estratagema meticulosamente elaborada con anterioridad para no delatar la posición del Dresden.
Antes de partir con Pagels, Schindling entregó al capitán Wiebliz una bolsa con correspondencia para el buque, recopilada por muy diferentes y extraños medios. Enfilados a 182º magnéticos, rumbo que mantendrán por 10 millas para luego virar a babor, a la cuadra de la isla Queultín y tomar el nuevo rumbo de 124º hacia la isla Llancahué. Era un día soleado con mar plana y suave viento del NW. El pequeño motor a vapor de la lancha resoplaba acompasadamente, manteniendo una velocidad, con ayuda del viento, de 7 nudos que les auguraba una pronta llegada en unas 7 horas. Faltando más de una hora para efectuar el cambio de rumbo en la isla Queltin, el capitán Wiebliz, a instancias de los tripulantes, accedió a abrir el saco de la correspondencia. Sobre todas las cartas se destacaba inmediatamente una caja dirigida a uno de los marineros tripulantes, Otto Hunger, el corneta del buque, quien con gran apresuramiento y ansiedad la abrió: era un grueso chaleco con cuello de piel que le había tejido su madre, pues él en una carta se había quejado del frío de los canales magallánicos. Con gran alborozo se lo pone a pesar de que no correspondía a la temperatura veraniega. Al cambiar el rumbo hacia el oeste, favorecida por el viento de empopada, la pequeña embarcación aumentó su andar a casi 8 nudos, lo que les permitió llegar al buque con el sol aún alto.
Sobre la cubierta encontraron un misterioso cajón. El aserrín y restos de tablas que lo rodeaban denotaban su reciente construcción. Al preguntar a que correspondía, nadie supo contestar. Cuando el capitán Wiebliz fue a informar sobre su misión al Comandante Lüdecke, le preguntó por el misterioso cajón. El comandante le informó que se trataba del molde que se usaría para concretar la caja que contenía el tesoro mexicano, el que intentaba fondear en Quintupeo, ya que no había sido posible depositarlo en un banco en Alemania. “Nuestro destino es demasiado incierto como para continuar con esta responsabilidad”, justificó el comandante. En la mañana, el misterioso cajón había desaparecido, no quedaba ni rastro de su existencia. Al fondo del buque, en una bodega de la sentina, el teniente Canaris, Karl Hartwig el torpedero y Gregor Bitter el carpintero, en estricto secreto, envuelven la caja del tesoro con linoleum y la sellan con brea, para luego introducirla en el mentado cajón y concretarlo con la mezcla que el carpintero ya tenía preparada. Terminada esta última operación, Bittler introdujo en la mezcla dos ganchos de fierro para posteriormente, y una vez fraguado, izar el pesado bloque con la grúa de torpedos.
Valparaíso
El SMS Dresden se hizo a la mar y a la altura del puerto de Corral sorprendió y hundió a la barca inglesa Cornwall Castle, recogiendo a sus tripulantes, que fueron transferidos más tarde en Valparaíso a un barco de aprovisionamiento alemán.
En principio, su objetivo era tomar la ruta de los veleros, una vez abastecido de un barco amigo, pero en lugar del abastecedor se encontró con su última presa. El velero inglés venía sin carbón suficiente, por lo que las estimaciones de combustible para realizar semejante travesía le ponían en peligro de quedar a la deriva en medio del Pacífico.
El 1 de marzo, estando a la deriva, en la amanecida de una neblinosa mañana, los alemanes divisaron la silueta de un crucero inglés, que a su vez los divisó navegando a baja velocidad. Lüdecke contaba con pasar por un crucero chileno, ya que había sido repintado en un color más oscuro, semejante a los de la Armada de Chile. Pero los ingleses reconocieron al SMS Dresden e informaron por TSH a sus pares, siguiéndole bajo el horizonte.
Isla Juan Fernández
Con sus reservas de carbón alarmantemente bajas, el crucero buscó abastecimiento el 2 de marzo en puerto chileno, en la bahía Cumberland en la isla de Más Adentro, actual Archipiélago Juan Fernández. La idea de Lüdecke era abastecer el navío para emprender definitivamente la navegación hacia Oceanía para encontrarse con su gemelo SMS Emden.
Hundimiento
La gobernación chilena sólo ofreció 72 horas de reparación con sus propios medios o internación. Estando en estos trámites, una fuerza inglesa compuesta por los cruceros HMS Kent, HMS Orama y HMS Glasgow lo sorprendió fondeado, el 14 de marzo de 1915.
Lüdecke, imposibilitado de escapar o hacer frente, e intentando ganar tiempo para preparar la nave para su hundimiento, hizo subir bandera de parlamento, y envió al oficial Canaris al HMS Glasgow a parlamentar, pero los ingleses lo ignoraron y comenzaron a disparar. El Dresden hizo algunos disparos, pero una batería de popa fue alcanzada muriendo siete tripulantes. El capitán Lüdecke ordenó desembarcar la tripulación y preparar el hundimiento de su nave: Algunos miembros de la tripulación hicieron explotar la santabárbara de proa y abrieron las válvulas de fondo, para luego lanzarse a nado para alcanzar la orilla mientras el crucero imperial comenzaba a hundirse a las 11:35.
Los heridos más graves fueron atendidos por los mismos ingleses y trasladados a Valparaíso en el transporte Orama. Más tarde el crucero chileno Esmeralda se presentó y trasladó a los restantes marinos a Concepción.
La tripulación fue internada en la isla Quiriquina (Talcahuano, Chile) por el resto de la guerra. Tan sólo tres integrantes se fugaron, entre ellos el Teniente de Navío Wilhelm Canaris, futuro jefe de la Abwehr en el período nazi. El resto decidió unirse a la comunidad alemana residente en Chile.
Wilhelm Canaris
Es llamativo porque Wilhelm Canaris tuvo una larga relación con Chile, según lo documenta Richard Basset en El enigma del almirante Canaris. Historia del jefe de los espías de Hitler. Navegó por estas costas. Hizo ejercicios navales en Tierra del Fuego y Chiloé. A bordo del Dresden, jugó al escondite en el Pacífico Sur, durante varios meses, con la flota imperial inglesa en 1916. El Dresden fue el único navío alemán que sobrevivió a la catastrófica derrota teutona en las Falkland, a fines del año anterior. Y cuando finalmente fue atrapado frente a las costas de Juan Fernández, una última y habilidosa jugada del subteniente Canaris, oficial de inteligencia a bordo, permitió que la tripulación desembarcara y hundiera su barco, impidiendo así a los ingleses darse el gusto de cañonearlo a discreción. En premio a su desempeño fue el primer oficial autorizado a huir del archipiélago chileno, donde se suponía que toda la tripulación del Dresden debía permanecer internada hasta el fin de la guerra. La tripulación sobreviviente del Dresden, Canaris entre ellos, fue internada en Chile, en la isla Quiriquina -frente a Talcahuano- y pese a que formalmente eran prisioneros, el relajamiento de las medidas de seguridad impuestas por la Armada permitió a varios de los oficiales viajar a Concepción en más de una oportunidad. Demás está decir que la fuga de Canaris (y, luego, de casi toda la tripulación) contó con el decidido apoyo de los anfitriones.
En agosto de 1915 se fugó junto a otros compañeros de armas desde Chile, desde Osorno. Allí estaba alojado en la mansión Von Geyso, desde donde lo enviaron al fundo Eggers, en Puyehue, a fin de preparar el cruce de la cordillera, lo que hizo solo y a caballo. Al otro lado, en una de las puntas del Nahuelhuapi, era esperado por otro integrante de la familia Eggers, que lo cruzó en bote hasta San Carlos de Bariloche, ubicándolo por algunos días en la estancia de Luis von Bülow. Allí fue recibido por el cónsul alemán Karl Wiederhold, quien le proporcionó ayuda.
Premunido de un pasaporte chileno -auténtico, que fue conseguido por agentes de la embajada alemana en Buenos Aires- a nombre de Reed Rosas, un modesto vendedor anglochileno, Canaris emprendió un viaje de 500 km hacia Osorno, en tren, llegando a esta ciudad el 6 de agosto valiéndose de su excelente dominio del español, y marchó hacia Argentina, donde finalmente consigue embarcarse hacia Alemania en un carguero holandés que lo llevó a Rótterdam, desde donde retornó a Alemania, donde fue rápidamente ascendido a capitán.
Además, fue reclutado por la inteligencia exterior alemana, dadas sus evidentes dotes de actor y su conocimiento del idioma de Cervantes, siendo enviado a trabajar a la embajada alemana en Madrid, donde estuvo un año ejerciendo funciones de espía, para lo cual utilizaba como cobertura su falsa de identidad del chileno Reed Rosas, agregando -cuando se lo preguntaban- que él venía de una pequeña ciudad del sur de Chile llamada Osorno.
El Dresden hoy:
Hoy El Dresden es hoy una atracción para buzos profesionales debido a la claridad del agua en ciertas épocas del año, y se conserva aún en relativo buen estado, en el fondo del puerto de la isla a unos 70 m de profundidad y a 516 m del embarcadero. Muchas piezas de vajilla han sido extraidas por buzos lugareños.
En febrero de 2006 fue rescatada la campana de cobre de 155 kg del crucero por un grupo de arqueólogos. Se exhibió durante un año en el Museo Naval y Marítimo de Valparaíso en Chile antes de ser prestada a Alemania por las autoridades chilenas, por un período de cinco años, en muestra de las buenas relaciones institucionales. Actualmente se encuentra en la ciudad de Kiel.
El tesoro del Dresden
El tesoro del Dresden “La situación política en México en 1910 era caótica, los gobernantes eran derrocados continuamente, ante lo cual Alemania envió al crucero SMS Dresden para cautelar los intereses y la seguridad de la colonia alemana residente. En Tampico la situación era dramática e insostenible, imperaba el desorden y ante el inminente peligro de saqueo, los colonos alemanes entregaron al comandante sus joyas, dinero, oro y objetos de valor, iniciativa a la que se unieron otras familias de extranjeros, así como personajes mexicanos adinerados. Todo debía ser puesto a resguardo en un banco al regreso del Dresden a Alemania. El tesoro quedó en una caja bajo la custodia del comandante de la nave.
La nave navegaba rumbo a Alemania cuando estalló la Primera Guerra Mundial, agosto de 1914. El comandante recibió la orden de efectuar la guerra de corso en el Atlántico y, posteriormente, dirigirse a Isla de Pascua para integrarse a la escuadra del almirante Maximilian von Spee. En noviembre, el escuadrón de cruceros alemanes derrotó a una escuadra inglesa a 41 millas del puerto de Coronel en Chile, y esta misma fuerza, al incursionar en el Atlántico, fue completamente derrotada por otra escuadra inglesa en las islas Malvinas, salvándose solamente el Dresden. El Dresden sufrió múltiples averías en el combate de Las Malvinas. Se ocultó en los canales patagónicos del sur de Chile donde fue ayudado y aprovisionado por el ciudadano alemán Albert Pagels, que residía en Punta Arenas. Aconsejado por Pagels, la nave puso rumbo al estero de Quintupeu cerca de Puerto Montt. Allí la nave terminó su reparación y continuó su navegación hacia el norte, debiendo fondear en la Isla Robinson Crusoe, pues ya no tenía carbón para sus calderas. Finalmente fue localizado por varios buques de guerra ingleses y hundido en la bahía Cumberland.
Uno de los testigos presenciales afirmó:
“Entre los miembros de la colonia alemana de Puerto Montt se comenta que varios de sus antepasados, que estuvieron a bordo del crucero mientras estuvo fondeado en Quintupeu, contaban que el último día, antes del zarpe, desde el buque arrojaron un cajón grande al mar y que éste podría haber contenido el tesoro de Tampico. Durante muchos años pescadores y buzos recorrieron el fiordo, pero no encontraron nada
Albert Pagels
Fuente: Wikipedia
Naúfragos del Dresden usan a la goleta chilena la "Tinto" para regresar a Alemania burlando así a la armada chilena y británica .
NÁUFRAGOS DEL DREDEN USAN LA GOLETA CHILENA LA
“TINTO"PARA REGRESAR A ALEMANIA BURLANDO A LAS ARMADA CHILENA E INGLESA.
El episodio escrito por la goleta “La Tinto” de propiedad de don Carlos Oelckers en noviembre de 1916, fue causa de un bullado proceso internacional que estuvo a punto de desequilibrar la neutralidad de Chile durante la Primera Guerra Mundial
La Tinto construida en 1852 en astilleros de Liverpool, barco de madera de 463 toneladas, ingreso a los registros de la Marina Mercante de Chile en 1902.En 1912 fue comprada por Oelckers Hnos a don Nicolás Huldtwaalcker, pasando a ser más tarde propiedad de don Carlos Oelckers, una vez disuelta la sociedad.
El 27 de noviembre de 1916, “La Tinto” zarpó de Calbuco con rumbo a Melinka en un viaje de rutina según sus armadores. Sin embargo, transportaba en forma clandestina a una parte de la tripulación del acorazado alemán “Dresden” hundido por la escuadra británica. Alertada la escuadra británica y la Marina de Chile, se produjo el rastreo de la embarcación sin resultado alguno, sólo lográndose la pérdida del transporte “Casma” que naufragó en el Canal Picton .
“La Tinto” en su huida al mando del teniente de navío Carlos Richardz , de la tripulación del “Dresden” enarboló bandera noruega con el nombre de “Eva”. A través del cabo de Hornos siguió viaje por el Atlántico arribando en muy mal estado al puerto de Dronthein en Noruega el 2 de abril de 1917,luego de un viaje sin escala de 126 días.
Marcó de esta forma una de las grandes hazañas de los mares y que afrontó la implacable persecución de la marina británica, los temporales y el hambre de la tripulación.
Ya forma parte de la leyenda de Calbuco,aunque para otros es parte de su historia ,el hecho que los naúfragos del “Dresden” se ocultaron en la ciudad mientras se preparaba su largo viaje de regreso a su patria.
Fuente: Diario El Llanquihue de Puerto Montt, Suplemento Especial “Colonización Alemana”, 28 de noviembre de 1987, pp 12
Campana de buque alemán hundido en Chile revela misterios de la historia
El navío alemán Dresden, cuyos restos están en Juan Fernández, fue hundido por sus propios marinos y no por los ingleses. Además, se confirma que llevaba un tesoro en sus bodegas.
Todo esto sale ahora a la luz pública con el rescate de la campana del buque alemán. Algunos de los sobrevivientes hicieron historia en Chile.
La campana rescatada hace poco desde el crucero alemán Dresden, hundido durante la Primera Guerra Mundial en Juan Fernández, es sometida a los tratamientos de rigor antes de ser enviada a Alemania.
Se la considera el alma del navío, que sucumbió durante un combate naval entre alemanes e ingleses, en 1918.
Ahí murió parte de la tripulación del Dresden. Los sobrevivientes fueron retenidos después en la isla Quiriquina hasta el término del conflicto. Algunos se quedaron después en Chile.
Fue el caso de August Boegel, maquinista del Crucero alemán, que dejó sus huellas en Puerto Varas, empezando por la iglesia del Sagrado Corazón.
A su maestría se deben los candelabros de bronce y la pila bautismal, forjada a mano en cobre, y que él enviara de regalo poco antes de salir de Quiriquina, al finalizar el conflicto.
"Entonces la colonia alemana residente en Puerto Varas le regalaron los pasajes para que vengan a ver donde había quedado su obra", señaló Manfredo Boegel, hijo del maquinista del Dresden.
August Boegel nunca más se fue de Puerto Varas. Formó familia con Elizabeth Felmer; levantó su hogar y fundó la primera maestranza de la ciudad.
Hoy, en manos del único hijo varón que queda, sigue en pleno funcionamiento, aunque algunos tornos tienen ya casi un siglo.
Pero el legado más importante del marino alemán lo dejó a sus hijos. Por eso, Manfred Boegel sabe que al momento de ser hundido, el Dresden ya estaba herido de muerte.
"Mi padre siempre contó que efectivamente había recibido algunos impactos de los barcos enemigos. O sea, del Glasgow y el kent", afirma.
Antes del hundimiento, los tripulantes abandonaron el buque.
"Y mi padre fue uno de los últimos porque el trabajaba en la caldera, por lo tanto, la misión de él era abrir las válvulas para hundir el barco. Después explotó la Santa Bárbara y ahí se hundió definitivamente el barco", acotó Manfred Boegel.
Los marinos celebraron el hundimiento por el hecho de no entregar el barco al enemigo. Sin embargo, también estaban tristes por lo que sucedía", afirma.
Mientras estaba recluido en Quiriquina, el marino Boegel hizo una réplica en miniatura de su buque. Él dejó testimonio sobre el tesoro cargado en México, y que llevaba el Dresden en el momento de hundirse.
Son historias del ayer, revividas hoy tras el rescate de esta campana.
Fuente: Programa teletrece ,15 de abril de 2006
Augusto Boegel Klein el maquinista del Dresden que se quedó en Puerto Varas
Don Augusto Boegel Klein.
La primera vez que supe de don Augusto Boegel Klein fue en 1987, al leer el libro "Tras la Estela del Dresden", de la investigadora chilena María Teresa Parker de Bassi. Algunos años más tarde, en 1991 llegué a Puerto Varas, para trabajar en el Colegio Germania del Verbo Divino en donde encontré a la profesora Sofía Boegel Felmer, hija de este destacado ciudadano puertovarino, sobre cuya vida damos a conocer algunos antecedentes en esta crónica.
Nació en la localidad alemana de Wengoyen, Prusia Oriental en 1893. Luego de terminar sus estudios se trasladó a la ciudad de Rössel en donde se especializa en mecánica. A los 20 años ingresa a la marina alemana y al comenzar la Primera Guerra Mundial (1914), es asignado al crucero "Dresden".
El 8 de noviembre de 1914, se desarrolla la Batalla de Las Malvinas, uno de los primeros enfrentamientos en el mar entre Inglaterra y Alemania. La victoria inglesa es clara y solamente el crucero "Dresden", gracias a su rápido andar, logra escapar y refugiarse en los canales del sur de Chile. Mientras permaneció oculto, para su aprovisionamiento contó con la ayuda de la colonia alemana de nuestra zona, especialmente cuando estuvo fondeado al interior del fiordo Quintupeu.
Los primeros días de marzo de 1915, el "Dresden", intenta escapar de las naves inglesas que lo buscan afanosamente. Lamentablemente es alcanzado en el archipiélago Juan Fernández y ante la superioridad de las fuerzas enemigas, su Capitán Fritz Lüdecke, ordena a los tenientes Hans Abraham y Arnold Boeker, acompañados del maquinista Augusto Boegel, abrir las válvulas y activar las santabárbaras. Al mediodía del 14 de marzo, la nave alemana se hundía en las aguas de bahía Cumberland, isla Robinson Crusoe.
Su tripulación es trasladada a Valparaíso y posteriormente a la isla Quiriquina, ubicada frente a Talcahuano, donde debe permanecer recluida hasta el término del conflicto bélico, debido a la neutralidad de nuestro país. Desde su instalación en esta isla de la VIII Región, surgió entre los marinos alemanes el deseo de huir y reintegrarse a la guerra, siendo épico el escape protagonizado por 28 hombres a bordo de la goleta "Tinto", a fines de 1916.
Augusto Boegel Klein, permanecerá detenido hasta el fin de la Primera Guerra Mundial. Tras ser liberado decide quedarse en Chile y junto a un compañero de armas, Jorge Schube, se trasladan a Puerto Varas, en donde se radicarán a fines de marzo de 1919. Instalados en la ciudad lacustre abren un taller mecánico que posteriormente se transformará en una importante maestranza y astillero. En 1921, contrae matrimonio con Elizabeth Felmer, dando origen a una numerosa e importante familia puertovarina.
Su vida en la ciudad de las rosas, estuvo marcada por un gran espíritu de servicio y un tesonero trabajo por el progreso de la zona. Colaboró activamente en la Sociedad del Hospital San José, con el Coro Polifónico de Puerto Varas, en la Corporación del Colegio Germania y con la Cuarta Compañía de Bomberos, de la cual fue miembro fundador.
Su oposición al gobierno de Adolfo Hitler, implicó que durante la Segunda Guerra Mundial su maestranza y astillero fuera una de las pocas empresas de miembros de la colonia alemana del sur de Chile que no fue incluida en las "listas negras", elaboradas por las fuerzas aliadas para sancionar económicamente a los negocios pertenecientes a simpatizantes y adherentes del III Reich alemán.
Durante su vida fue condecorado en varias oportunidades. Estando detenido en la Isla Quiriquina le fue otorgada por el Imperio Alemán la Cruz de Hierro. En 1928 el gobierno de la República Alemana lo premió con la Cruz de Mérito. Finalmente, el 18 de julio de 1970, en solemne ceremonia realizada en dependencias del Club Alemán de Puerto Varas, recibió de parte del Gobierno de Chile, la medalla Orden al Mérito Bernardo O"Higgins, "por sus relevantes servicios en favor de la comunidad", y que le fue entregada por el Intendente (S) de la Provincia de Llanquihue don Pablo Elgueta, ante una numerosa y selecta concurrencia.
Don Augusto Boegel Klein, falleció el 21 de diciembre de 1976, a los 83 años. El diario "El Llanquihue", informó ampliamente sobre su fallecimiento y en su edición del jueves 23 de diciembre, se puede leer una crónica de los funerales, que en su parte medular señala: "El cortejo fúnebre se puso en movimiento alrededor de las 18 horas con la Banda Instrumental Municipal a la cabeza, oficiándosele una misa por el eterno descanso de su alma en la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, a cargo del P. Nicanor García. Posteriormente el cortejo llegó hasta el camposanto. Al ser inhumados sus restos, usaron la palabra el Superintendente del Cuerpo de Bomberos de Puerto Varas don Filidor Reyes; don Rigoberto Teuber en su calidad de Presidente de la Fundación Hospital San José y a nombre de la Cuarta Compañía de Bomberos don Héctor Coñuecar. En los momentos en que bajaba el ataúd al fondo de la tierra se escuchó el ulular de los carros bombas, mientras un corneta tocaba ...¡Silencio!.
Por Juan Carlos Velásquez
Profesor de Historia
Fuente: Diario El Llanquihue 21 de abril de 2002
Nota de la Redacción: De los hijos de don Augusto Boegel Klein que fueron 5 destacamos a Sofía Boegel Felmer la “ tante Schofi” quien nos hizo clases en el Colegio,esta destacada docente casada con Mario Asenjo,madre de 7 hijos, todos profesionales se acogió a retiro en el Colegio Germania el 5 de julio de 1996 luego de desempeñarse durante 50 años como profesora de los cuales 32 fueron en el Colegio Germania de Puerto Varas.
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Lunes 17 de octubre de 2005 |
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Por Germán Bravo Valdivieso
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No hay acuerdo entre los historiadores si el crucero alemán “Dresden” estuvo realmente en la bahía de Quintupeu o se trata de una historia inventada.
La estadía del buque en ese lugar ha sido adornada con los motivos de ella, pues habría fondeado un tesoro traído de México y que correspondería a los valores pertenecientes a ciudadanos alemanes que quisieron evitar que cayeran en manos del nuevo gobierno revolucionario.
La historia se remonta al mes de junio de 1913, cuando la revolución mexicana llegaba a su tercer año de encarnizada lucha. Porfirio Díaz había sido derrocado por Francisco Madero, quien a su vez fue arrestado y asesinado por el general Victoriano Huerta. Las atrocidades cometidas por Porfirio Díaz, Francisco Madero, Pancho Villa y Venustiano Carranza eran espeluznantes.
Alemania, Inglaterra y los Estados Unidos enviaron buques de guerra a los puertos de Veracruz y Tampico para la protección de sus connacionales.
La escuadra norteamericana estaba al mando del almirante Fletcher y la británica del contralmirante Christopher Cradock, que después sería el contrincante del vicealmirante von Spee en la batalla de Coronel.
Alemania había enviado al crucero “Bremen” el cual fortuitamente tuvo que quedar a cargo de la situación, pues la escuadra estadounidense recibió órdenes de su gobierno de no intervenir y los buques ingleses no podían operar debido a su gran calado y la poca profundidad de la bahía.
El comandante Seebohm del “Bremen” convino con el contralmirante Cradock y con el cónsul británico, la habilitación del vapor inglés “Logician” y del “Kronprinzessin Cecilie” de la compañía Hapag para albergar a los alemanes evacuados.
El 10 de diciembre comenzaron sangrientas luchas en la ciudad por lo que un grupo de marinos del “Bremen” y el cónsul alemán se encargaron de poner a resguardo el dinero de los bancos, mientras refugiados de todas las nacionalidades colmaban la capacidad del “Kronprinzessin Cecilie”.
El 21 de enero arribó a Veracruz el “Dresden” para relevar al “Bremen”, que tres días más tarde regresó a Alemania.
El 11 de julio, el almirantazgo alemán ordenó al comandante Kart Kölher, del “Dresden”, transportar al derrocado presidente Huerta con su familia al exilio a Jamaica, desde donde continuó a Haití. En Puerto Príncipe se efectuó el cambio de comandante del crucero, asumiendo el capitán de navío Emil Fritz Lüdecke.
Dos días más tarde, cuando el buque preparaba su retorno a Alemania, comenzó la primera guerra mundial y el “Dresden” recibió órdenes de unirse a la escuadra del vicealmirante Maximilian Graf von Spee en el océano Pacífico.
MENSAJE
INTERCEPTADO
El crucero de dirigió al Atlántico Sur en compañía de dos naves nodrizas, con orden de interferir el tráfico enemigo, capturando o hundiendo sus primeras víctimas cuando se dirigía al Cabo de Hornos.
Permaneció en territorio chileno, en bahía Orange, desde el 5 al 16 de septiembre de 1914 cuando el comandante Lüdecke fue advertido, erróneamente, de la presencia de cruceros británicos en la boca del estrecho de Magallanes y decidió abandonar su escondite, dirigiéndose a bahía San Quintín en el golfo de Penas.
El día 25 de septiembre recibió órdenes codificadas de Berlín, mediante las cuales se disponía que debía integrarse a la escuadra del sudeste asiático, que a las órdenes del vicealmirante Maximilian Graf von Spee, navegaba hacia la isla de Pascua.
Las potentes transmisiones de la telegrafía sin hilos que el “Dresden” emitió para contactar al crucero “Leipzig”, que en ese momento acababa de abandonar las islas Galápagos con rumbo al sur, fueron interceptadas por el crucero británico “Glasgow”, de la escuadra del almirante sir Christopher Cradock, que lo buscaba en la zona del estrecho de Magallanes. Por otra parte, el “Leipzig” captó la señales del “Glasgow” que se encontraba haciendo faena de carbón en Coronel, lo que informó a su almirante.
Estas interceptaciones de las comunicaciones serían las responsables del combate naval de Coronel, pues el contralmirante británico Cradock lanzó su escuadra para dar caza al “Leipzig” antes que alcanzara a unirse al grueso de su flota y el vicealmirante alemán von Spee destacó sus buques para alcanzar al “Glasgow” cuando abandonara el puerto chileno, pues el derecho internacional le concedía solamente veinticuatro horas de estadía.
El capitán inglés T.G. Frothingham ha descrito muy claramente esta situación cuando dice en su “Historia Naval de la Gran Guerra”:
“Los alemanes navegaron en dirección sur a la búsqueda del “ Glasgow”. Esto tenía lugar al mismo tiempo que los ingleses se dirigían al norte a la caza del “Leipzig”. En consecuencia, cada escuadra iba al acecho de un solo buque, convencida que estaría aislado de su flota. Nunca imaginaron que la persecución los enfrentaría al grueso de las unidades enemigas. Esta fue la extraña situación que tuvo como consecuencia la batalla de Coronel”.
Cuando ambas escuadras se avistaron, el vicealmirante von Spee maniobró para evitar que los ingleses se refugiaran en aguas territoriales chilenas, dejándolos al occidente, situación que finalmente le daría una innegable ventaja al jefe alemán, pues la tarde caía y el crepúsculo haría casi invisibles sus buques contra la costa de nuestro país, en cambio la hora del ocaso destacaría las naves inglesas contra el sol poniente.
La buena estrella que tuvo el vicealmirante conde Maximilian von Spee, fue coronada por otras dos circunstancias que lo ayudaron fehacientemente, como fue el hecho de que la mar gruesa existente impidiera utilizar las baterías bajas de los buques ingleses que eran de mayor tamaño y que la artillería de éstos era servida por personal reservista bisoño, mientras que los dos cruceros acorazados alemanes detentaban, desde hacía dos años, el premio de tiro de combate de la flota alemana.
Mil quinientos noventa británicos murieron con su jefe, el caballeroso contralmirante Sir Christopher Cradock; sería la primera derrota del Reino Unido después de más de un siglo, con lo que momentáneamente perderían el control del Pacífico Sur.
ORDEN: ABANDONAR
EL PACIFICO
El consulado alemán en Valparaíso envió a von Spee la orden de abandonar el océano Pacífico y dedicarse a interferir el tráfico mercante del Atlántico en su regreso a casa.
En las informaciones también se mencionaba la probable salida de los cruceros de batalla británicos “Invincible”, “Inflexible” e “Indomitable” desde el Mediterráneo, pero el Vicealmirante no creyó que su enemigo fuera a destacar sus más modernas naves para perseguirlo. Este error, más un cable del día 15, de los agentes alemanes en Punta Arenas, donde le informaban que no habían buques de guerra británicos en Port Stanley, serían dos hechos que determinarían la desgracia de la flota germana.
La escuadra alemana, reunida en la bahía San Quintín, se reabasteció de combustible por medio de buques mercantes y luego prosiguió viaje al Atlántico, vía cabo de Hornos.
Los británicos, profundamente heridos por la derrota que se le había infringido en Coronel, despacharon a vicealmirante Sir Frederick Doveton Sturdee, a la costa oriental del continente americano, con los poderosos y nuevos cruceros de batalla “Invincible” e “Inflexible” dar caza a la escuadra del vicealmirante von Spee.
Al contralmirante Archibald Stoddart se le ordenó esperar, en las afueras de Montevideo, con sus cruceros “Carnarvon”, “Cornwall” y “Defense”, la llegada de los sobrevivientes de Coronel: “Canopus”, “Glasgow” y “Otranto”, además del “Kent” que navegaba desde la costa de África occidental.
El 26 de noviembre de 1914, el vicealmirante Sturdee y el contralmirante Stoddart unieron sus fuerzas frente a las costas del Brasil.
El comandante del “Glasgow”, John Luce, convenció a su almirante que lo primero que haría el vicealmirante von Spee, al entrar al océano Atlántico, sería atacar Port Stanley, en las islas Falkland, por lo que dirigió hacia allá a sus fuerzas, y no se equivocó.
Es cierto que con las informaciones con que contaba el almirante alemán no podía tener certeza de la presencia de una flota británica poderosa en las islas Falkland; pero por otra parte para cumplir las órdenes que había recibido de su almirantazgo, de regresar a Europa y destruir el tráfico aliado en el océano Atlántico, no tenía necesidad de atacarlas, y así se lo hicieron ver sus comandantes.
Tenía el vicealmirante von Spee intenciones de destruir los depósitos de carbón de la isla y su telegrafía sin hilos, lo que le permitiría seguir viaje sin interferencias enemigas al haber destruido su principal base de apoyo y a la vez mantener el control del lugar con voluntarios y reservistas llevados de Valdivia y de Río Grande do Sul en Brasil, lo que sería muy útil en el caso de una eventual negociación de la paz. Incluso habría designado a un antiguo oficial prusiano, que administraba una estancia en Puerto Natales, como gobernador.
La realidad con que iba a encontrarse era muy distinta de las cuentas alegres que había sacado y la desigualdad de fuerzas era mucho mayor que en el caso de Coronel, pero ahora la superioridad estaba manifiestamente de parte de los ingleses.
Si el vicealmirante von Spee hubiese arribado veinticuatro horas antes a Port Stanley, la suerte habría estado nuevamente de su lado y se habría adjudicado una nueva e importante victoria, pues los nuevos y poderosos cruceros de batalla británicos habían recalado solamente al amanecer del día 7 de diciembre de 1914 y muy escasos de combustible.
Von Spee, considerando que era inútil conservar sus cruceros ligeros para la batalla, decidió enfrentar a los ingleses con sus dos cruceros acorazados “Scharnhorst” y “Gneisenau” y ordenó al “Leipzig”, al “Dresden” y al “Nürnberg” arrancar aisladamente.
El vicealmirante británico hizo frente a los buques capitales con sus poderosos “Inflexible” e “Invencible”, mientras el resto de sus naves trataba de alcanzar a los fugitivos.
Alrededor de las 16.00 horas sucumbió valerosamente el “Scharnhorst” llevándose a toda su tripulación, de 800 hombres, incluyendo al vicealmirante. Pronto lo seguirían sus dos hijos que eran oficiales de la armada imperial y servían en su escuadra.
Pronto caería el “Gneisenau”, mientras el “Glasgow”, sobreviviente de Coronel, y el “Cornwall”, gracias a su mayor velocidad, alcanzaban y daban cuenta del “Leipzig”, que había agotado su munición, salvándose en los botes ingleses solamente nueve oficiales, dos suboficiales y siete marineros.
El “Nürnberg” sostuvo un violento combate con el “Kent”, que casi lo triplicaba en tonelaje y cuando se encontraba prácticamente destruido y con incendios generalizados, sus tripulantes lo hundieron. Solo se salvaron doce hombres, dos de los cuales fallecerían antes de llegar a bordo de la nave inglesa.
Después de dar cuenta de los dos cruceros acorazados enemigos, el vicealmirante Sturdee acudió con sus cruceros de batalla a ayudar al “Bristol” que trataba de encontrar al “Dresden” que había logrado escapar.
REABASTECIMIENTO
Terminada la destrucción de la escuadra del vicealmirante Maximilian Graf von Spee, los cruceros de batalla recibieron la orden de regresar a Inglaterra, pero el “Dresden” se les había escapado y aún les daría muchos dolores de cabeza al almirantazgo británico.
Mientras el “Glasgow” y el “Cornwal” daban cuenta del “Leipzig”, el “Dresden”, forzó el andar, superando sus 24,5 nudos de diseño, llegando casi a 27, y con sus calderas a reventar y consumiendo sus últimos restos de combustible, se aprontó a cruzar el cabo de Hornos, cincuenta millas al sur, en la noche del 9 de diciembre. Era el único buque de la escuadra de von Spee con turbinas en lugar de máquinas recíprocas.
Internándose por los canales Cockburn y Magdalena, al día siguiente fondeaba en bahía Sholl, noventa kilómetros al sur de Punta Arenas.
En la mañana del 11 de diciembre llegó a su costado una lancha del cazatorpedero chileno “Almirante Condell” y su comandante le comunicó que, de acuerdo a la ley internacional, debía abandonar el lugar dentro de las veinticuatro horas, pues así lo exigía nuestra condición de país neutral.
El comandante del “Dresden” solicitó que se le autorizara recalar en Punta Arenas, pues a esa altura no le quedaban más que sesenta toneladas de carbón, las que estaba mezclando con madera verde, recogida en el lugar. Su petición incluía que se le permitiera alargar el plazo de estadía a cincuenta horas, pues un tiempo igual se le había concedido al “Otranto” después de la batalla de Coronel.
El crucero recaló a Punta Arenas el sábado 12 de diciembre a las 15.00 horas y fue recibido por el cónsul alemán de la ciudad, señor Rodolfo Stubenrauch, quien había obtenido la autorización para prolongar su estadía al tiempo solicitado, pero posteriormente, cuando el ministro de marina tuvo conocimiento de ello, revocó la orden.
Las negociaciones para obtener el preciado combustible fueron muy difíciles, pues a pesar que en el carguero norteamericano “Minessotan”, consignado al comerciante de la plaza Ernesto Manns, había sido enviado al efecto, el cónsul de Francia presentó una queja y el capitán del mercante se negó a entregarlo. Afortunadamente se encontraba en el puerto el vapor alemán “Turpin”, el que le traspasó 750 toneladas de carbón en briquetas de mala calidad.
El domingo 13 en la tarde, el ministro de marina, Alfredo Barros Errázuriz, comunicó al Comandante en Jefe del Apostadero Naval de Magallanes, contralmirante Arturo Cuevas, que prohibía el reabastecimiento de carbón por haberlo hecho con anterioridad en puertos chilenos, pero ya el “Dresden” había terminado de tomar el combustible del “Turpin”.
Ante la certeza que la flota británica conocería la llegada del “Dresden” a Punta Arenas y saldría en su búsqueda, a las 31 horas de su recalada, el comandante Lüdecke decidió dejar el puerto e internarse subrepticiamente en la maraña de canales que conforman nuestro territorio en esa región.
El “Dresden” navegó hacia bahía Hewett, llevando una lancha como lazarillo para que sondara los desconocidos canales. Allí lo esperaba el vapor “Amasis”, que cumplía las instrucciones que había recibido del vicealmirante von Spee, de mantenerse en esos lugares por si se necesitaba alguna ayuda en su viaje a las islas Falkland.
El mismo día, 14 de diciembre, en que el “Dresden” entraba a su escondite, los cruceros británicos “Bristol” y “Glasgow” arribaban a Punta Arenas en su busca.
El principal buque de guerra de nuestro país era el crucero “O’Higgins”, nave de construcción inglesa que tenía tres altas chimeneas, característica que también tenía el “Dresden”, por lo que, durante su estadía en bahía Hewett, el comandante Lüdecke lo pintó de un color gris más oscuro, como el que usaba nuestra escuadra, con el objeto de que los legos que lo vieran en la zona creyeran que se trataba del buque chileno.
El 19 de diciembre apareció en el fondeadero donde se hallaba el “Dresden” la goleta “Elfriede”, procedente de Punta Arenas, al mando del piloto y pescador Albert Pagels, quien además de llevarle algunos suministros, les informó que, desde Montevideo, había zarpado el vapor “Sierra de Córdoba” con pertrechos.
Por razones de seguridad el “Dresden” decidió cambiar su escondite, dirigiéndose a bahía Christmas.
El 19 de enero, el piloto Pagels logró llevar al “Sierra de Córdoba” junto al crucero para el tan ansiado reabastecimiento y dos días más tarde el almirantazgo alemán, a través de su consulado en Punta Arenas, le recomendaba al “Dresden” regresar a la patria siguiendo la ruta de los veleros por el océano Atlántico.
El comandante Lüdecke, replicó que, por el estado de sus máquinas y lo incierto de recibir aprovisionamiento de carbón, dejaría la costa oeste sudamericana con el objetivo de interferir las rutas comerciales enemigas en el océano Índico si conseguía apoyo logístico en aquellas aguas. Fijó el día 3 de febrero para su zarpe, pero Berlín le informó su incapacidad para proveerlo de carbón en los océanos Pacífico o Índico y le insistió en alcanzar la costa oriental del continente, donde lo esperaría un buque carbonero en las inmediaciones de la línea del ecuador .
Como era probable que los espías ingleses anduvieran tras el escondite de bahía Christmas, pues incansablemente patrullaban el sector, el comandante Lüdecke aprovechó la presencia del práctico alemán Harry Rothemburg para que le indicara un nuevo escondite. El lugar elegido fue una caleta de la isla Santa Inés que no figuraba en las cartas de navegación, donde arribaron la última semana de enero junto al “Sierra de Córdoba”.
El Almirantazgo inglés había decidido, después del combate de las islas Falkland, hacer regresar al teatro europeo a los poderosos cruceros de batalla “Inflexible” e “Invincible”, pero al tener conocimiento que el crucero alemán sobreviviente había aparecido en Punta Arenas, procedió a dar contraorden.
Fueron despachados, a su máximo andar, los cruceros “Inflexible”, “Glagow” y “Bristol”, el primero al cabo de Hornos y los otros dos a Punta Arenas. Al “Kent” y al “Orama” se les mandó, por el estrecho de Magallanes, patrullar hasta Valparaíso y al “Carnarvon” y al “Cornwall” se les ordenó revisar la costa argentina de la Patagonia.
Los cruceros “Glagow” y “Bristol”, después de Punta Arenas, se reunieron, en la boca occidental del estrecho de Magallanes, con el crucero acorazado “Inflexible” para rebuscar por los canales australes, recalando el 17 de diciembre a bahía San Quintín, en el golfo de Penas, donde suponían que podría encontrarse ya que ese lugar había sido utilizado como base de abastecimiento por el vicealmirante Maximilian von Spee.
El contralmirante Stoddart, embarcado en el “Carnarvon”, se dirigió por el estrecho de Magallanes, recorriendo cuanta caleta, bahía o ensenada existe en el lugar, llegando el día de navidad al canal Bárbara, a sólo veinticinco millas del escondite del “Dresden”.
RUMBO AL NORTE
El 14 de febrero de 1915, el “Dresden” y el “Sierra de Córdoba” decidieron abandonar definitivamente los canales australes y pusieron rumbo al norte.
A la altura del puerto de Coronel, la nave nodriza entregó el resto de carbón y provisiones al crucero y enseguida fue despachado a Valparaíso, para que adquiriera más combustible.
El comandante Lüdecke sabía que había zarpado de Montevideo el vapor “Gotha” con carbón y víveres, le fijó un punto de reunión frente a Coronel, donde lo esperó con sus máquinas paradas hasta el sábado 6 de marzo, haciéndole angustiosos llamados por telegrafía, pues su reserva de carbón llegaba a un mínimo intolerable.
A primera hora del 7 de marzo de 1915, al disiparse la neblina, el “Dresden” fue avistado por el crucero británico “Kent” que andaba en su búsqueda, pues el almirantazgo británico había logrado interceptar algunas transmisiones entre el crucero alemán y el“Gotha”.
Cuando el “Kent” suspendió la caza para reaprovisionarse en Coronel, el comandante del “Dresden” pensó que había sido confundido con el crucero chileno “O’Higgins”, gracias al camuflaje del color gris.
Logró escabullirse al amparo de la noche, pero las instrucciones que había radiado a su nave de abastecimiento para encontrarse en la isla de Más a Tierra, habían sido interceptadas por sus enemigos.
Hemos visto que el crucero alemán abandonó los canales cercanos al estuario de Última Esperanza y al canal Bárbara el 14 febrero de 1915 y vuelve aparecer, frente a Coronel, el día 27 del mismo mes.
A partir de la fecha de zarpe de su fondeadero en la isla Santa Inés, figura una semana en blanco, sin anotaciones, en el bitácora del crucero, lo cual ha dado paso a la posibilidad, bastante probable, de haber realizado algunas reparaciones en el golfo de Quintupeu, en Chiloé continental, de lo cual deriva, a su vez, la versión de que se habría tratado de una operación encubierta para esconder el dinero de los bancos mexicanos.
El historiador argentino Diego M. Lascano, en su documentado libro “Graf von Spee, de China a Malvinas”, nada dice que el “Dresden”, después de abandonar los canales australes haya vuelto a entrar a los que se encuentran al norte del golfo de Penas. Tampoco lo dice en comandante Carlos Aguirre Vío en su “Historia Naval Mundial”.
EL TESORO
La periodista e historiadora María Teresa Parker que es, tal vez, quien ha investigado la historia del crucero alemán en las costas chilenas con mayor profundidad tampoco encontró antecedentes al respecto y en una entrevista al teniente Arnold Boeker, último oficial sobreviviente del “Dresden”, y con quien ella mantuvo una fluida correspondencia durante algunos años, no lo recordaba con exactitud, pero debe considerarse que el marino ya contaba con noventa y tres años y había soportado las dos guerras mundiales y permanecido cinco años como prisionero en Rusia, mientras su casa en Berlín había sido arrasada en dos oportunidades por las bombas, no pudiendo salvar nada, perdiéndose sus libros y recuerdos de viaje.
Sin embargo, la tradición oral de los habitantes de la región habla de ello sin dudas al respecto.
Televisión Nacional, en colaboración con la Armada de Chile realizaron, en la década de los años setenta, un documental basado en las tradiciones orales de la zona donde aparecía que un poco después de salir al Pacífico, el “Dresden”, siguiendo al “Sierra de Córdoba”, tuvo un desperfecto en las máquinas obligando al comandante Lüdecke a tomar la decisión de refugiarse, durante una semana, en el fiordo Quitupeu, en Chiloé continental, mientras personas de la colonia alemana de Puerto Montt se las arreglaron para reparar las piezas mecánicas descompuestas. Terminadas éstas, zarpó el crucero para alcanzar nuevamente el océano.
María Teresa Parker obtuvo una versión del señor Enrique Oelkers, hijo de don Carlos Oelkers, conocido armador y dueño de una flota de veleros en la zona de Calbuco en esos años, quien dice recordar perfectamente esos días por el ajetreo que significó la rápida y secreta reparación de las piezas del “Dresden” en la zona de Puerto Montt, período en el que su padre, como alemán, participó activamente. Todo se habría realizado con el máximo sigilo, tanto para no perjudicar al crucero ni a los alemanes que ayudaron; recordando haber escuchado decir entonces, y posteriormente que al salir el buque de Quintupeu, había dejado una balsa con grandes focos encendidos a batería, simulando que continuaba allí para despistar a quien hubiera descubierto el escondite.
Seguramente de aquí nació la leyenda que dice que “Dresden” entró a Quitupeu para fondear el dinero embarcado en México.
Tal vez la historia del tesoro mexicano es solamente una fábula, pero los hechos y las fechas hacen posible la estadía del buque para reparaciones en el golfo de Quitupeu, y la falta de anotaciones en el libro bitácora, estaría indicando no querer comprometer a los chileno-alemanes de la zona que los había ayudado.
El 9 de marzo de 1915 el “Dresden” recaló a bahía Cumberland en Juan Fernández, fondeando a 400 metros de la costa y solicitando permanecer ocho días para hacer reparaciones indispensables a sus máquinas.
El gobernador marítimo de la isla, estimó que al crucero no se le notaban problemas apreciables de acuerdo a la velocidad con que había entrado, lo que lo hizo sospechar de la justificación, denegando la autorización mientras no se comprobaran las fallas que debían repararse y le concedió solamente las veinticuatro horas que permitía el derecho internacional, pero su comandante hizo caso omiso y, cumplido el plazo, permaneció en el puerto.
El gobernador marítimo lo notificó, por escrito, de la internación provisoria de su buque mientras el gobierno resolvía en definitiva.
Los perseguidores británicos “Kent”, “Glasgow” y “Orama”, recalaron a la isla el día 14, y se colocaron en línea de combate.
El gobernador marítimo se dirigió al “Glagow”, que se encontraba a unas cuatro millas de tierra, con el fin de recibirlo, pero al encontrarse a unos cincuenta metros de la popa del buque alemán, los británicos rompieron el fuego, cayendo sus proyectiles alrededor de la chalupa que transportaba a la autoridad marítima
El “Dresden” contestó el fuego y se aprestó para el combate.
Después de los primeros disparos, el crucero alemán izó una señal para enviar un parlamentario, por lo que los ingleses cesaron el fuego.
El teniente Wilhelm Canaris subió a bordo del “Glasgow” e hizo ver que su buque se encontraba en aguas neutrales, internado y con averías en sus máquinas que le impedían salir; pero la respuesta del comandante británico fue que la cuestión de la neutralidad era un problema entre los gobiernos del Reino Unido y de Chile y que procedería a hundirlo en el caso que no se rindiera
Mientras el oficial alemán parlamentaba en el “Glasgow”, el comandante Lüdecke tomó las medidas para hundir al crucero, por lo que apenas recibió la negativa enemiga, ordenó desembarcar a la tripulación e hizo abrir las válvulas de fondo y explotar la santabárbara de proa, yéndose a pique a las 11.35 A.M. a treinta y dos brazas de profundidad y a unos doscientos metros de la costa.
Tal vez la historia del tesoro mexicano es solamente una fábula, pero los hechos y las fechas hacen posible la estadía del buque para reparaciones en el golfo de Quitupeu.
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ANEXOS
Hoy 17 de junio de 2013 , el lector de grafelbergnoticias , de nombre Rodrigo, de Insumos Forestales, en relación a este tema nos aporta el siguiente dato:
Christian Koch, grumete del acorazado liviano de la marina alemana “Dresden”, se quedó en Penco Chile, para siempre, falleció en 1974
este fue otro marinero acá el link de su foto
http://www.flickr.com/photos/ 28047774@N04/5694669328/in/ set-72157631151497024
he buscado el listado de marinos .. es difícil
Gracias Rodrigo
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Noticias de Dresden
Campana del crucero Dresden.
Publicado el 13 de junio de 2014
Donación
Réplica de campana de la Primera Guerra Mundial llega a Chile
El director (TyP) de la Dibam, Alan Trampe, asistió a la entrega de una réplica de la campana del crucero ligero alemán “SMS Dresden” al Museo Marítimo Nacional, en Valparaíso. La ceremonia estuvo encabezada por Contraalmirante Julio Leiva Molina, Comandante en Jefe de la Primera Zona Naval, quien recibió la pieza de manos del embajador de la República Federal de Alemania en Chile, Hans-Henning Blomeyer-Bartenstein.
La donación –realizada este viernes 13 de junio– se lleva a cabo en el marco de la conmemoración de la Primera Guerra Mundial, por ello el acto tiene espacial significación, ya que demuestra las estrechas relaciones que existen entre Chile y Alemania.
En 2006, un equipo alemán presta asistencia técnica para el salvataje de la campana del “Dresden”, con el apoyo de la Armada chilena y el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN). La restauración de la original y la confección de las réplicas fueron financiadas por el Ministerio Federal de Relaciones Exteriores de la República Federal de Alemania.
El regreso de la campana original a Chile está previsto para el año 2021, la que sido restaurada en el Museo Regional Arqueológico de Schleswig y, desde el 14 de noviembre de 2008, es exhibida en el Museo Histórico Militar de las Fuerzas Armadas Federales en Dresde.
La repatriación está en la línea del emblemático regreso del Pelagornis Chilensis (ave prehistórica gigante) recuperada con el apoyo del Museo Senckenberg de Francfurt, a nuestro país en 2009, y que hoy está en la colección del Museo Nacional de Historia Natural. De esta manera, en Chile se ha trabajado por la devolución de bienes patrimoniales con anterioridad a la ratificación de la Convención Unesco de 1970:
La historia relata…
El crucero ligero alemán “Dresden“ fue hundido en marzo de 1915, en las cercanías de Juan Fernández, tras huir de las fuerzas enemigas. Durante tres meses en los fiordos en el sur de Chile, donde había buscado refugio después de la batalla de las islas Malvinas.
Ya con poco combustible, la munición agotada y máquinas desgastadas fue bombardeado por tres buques de guerra británicos que habían localizado al “Dresden” en la bahía de Cumberland de Juan Fernández. Ante la desesperada situación, el Capitán Lüdecke había solicitado poco antes al Chile neutral el internamiento de la tripulación.
Muchos marinos sobrevivieron la desgracia, estableciéndose más tarde en Chile. Tres soldados fueron enterrados en la isla, cuyas tumbas fueron restauradas con apoyo de Alemania. En marzo de 2015, con motivo del centésimo aniversario del hundimiento del navío, se hará entrega de la segunda réplica de la campana en la Isla Juan Fernández.
Fuente: Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, DIBAM, 13 de junio de 2014, http://www.dibam.cl/Vistas_Publicas/publicNoticias/noticiasPublicDetalle.aspx?idNoticia=75631
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Entregan réplica de campana de crucero S.M.S “Dresden” al Museo Marítimo Nacional
Domingo 15 de junio de 2014
Encargado de Negocios de la Embajada de la República Federal de Alemania, junto al Comandante en Jefe de la Primera Zona Naval, Contraalmirante Julio Leiva e invitados especiales.
Departamento de Relaciones Públicas de la Primera Zona Naval. El Encargado de Negocios de la Embajada de la República Federal de Alemania, Daniel Kriener hizo entrega de una réplica de la campana del crucero ligero alemán S.M.S. "Dresden" al Comandante en Jefe de la Primera Zona Naval, Contraalmirante Julio Leiva, durante la mañana de este viernes 13 de junio.
La réplica es copia de la campana original de 144 kilos de peso que, en febrero de 2006, fue rescatada por buzos chilenos y alemanes desde Bahía Cumberland, en el Archipiélago de Juan Fernández, lugar en el cual se encuentran los restos del acorazado. La restauración de la original y la confección de la réplica fueron financiadas por el Ministerio Federal de Relaciones Exteriores de la República Federal de Alemania.
Copia de la campana original de 144 kilos de peso que, en febrero de 2006, fue rescatada por buzos chilenos y alemanes desde Bahía Cumberland, en el Archipiélago de Juan Fernández
Fuente: Armada de Chile: http://www.armada.cl/armada/noticias-navales/entregan-replica-de-campana-de-crucero-s-m-s-dresden-al-museo-maritimo-nacional/2014-06-15/093537.html
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Evelyn Lüttecke Schmidt nos envía este recorte de prensa señalando :
"Un puertovarino en el centenario del hundimiento del "Dresden" en Juan Fernández .
Diario El Mercurio , domingo 15 de marzo de 2015".
Gracias
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Publicado en el Diario La Tercera, domingo 22 de marzo de 2015
La historia sin fin del SMS Dresden
Al cumplirse un siglo del hundimiento del crucero alemán en Juan Fernández, una nueva inmersión busca desentrañar los secretos del buque atacado en la Primera Guerra Mundial.
por Pablo Marín (Juan Fernández) - 22/03/2015 - 06:30
En febrero de 1960, el buzo Francisco Ayarza acuatizó en la bahía
Cumberland, en lo que entonces se conocía como la isla de Más a Tierra.
Llegó a encontrar los restos del SMS Dresden, crucero de la Marina
Imperial alemana hundido el 14 de marzo de 1915, tras una “encerrona” de
barcos ingleses. Y algo encontró, partiendo por la nave.
La semana pasada, con 82 años, Ayarza viajaba de vuelta a la isla,
rebautizada en 1966 como Robinson Crusoe, para participar de las
conmemoraciones de los 100 años del episodio bélico, que se llevaron a
cabo el sábado 14. Y durante el viaje contó que, mientras descendía al
barco hace más de medio siglo, empezó a ver tres círculos negros. Se
creyó víctima, en principio, del efecto narcótico del nitrógeno. Pero
los círculos correspondían, en efecto, a las bases de las tres chimeneas
características del Dresden.
Ayarza y su equipo proveyeron vestigios para la historia. La de esta
embarcación de 180 metros de eslora, pero también la de la I Guerra
Mundial en el Pacífico Sur, una saga que incluyó sangrientas batallas y
muchos otros hundimientos. Está documentado que el Dresden fue la única
nave de la escuadra alemana que sobrevivió a la “emboscada” que la Royal
Navy le tendió en las islas Malvinas en diciembre de 1914. Y que antes
de eso participó, frente a Coronel, en una batalla naval que acabó con
la vida de 1.700 británicos. Pero desde 1960 es más lo que se puede
saber e interpretar, como suele ocurrir en historia. Puede decirse
incluso que, tras la conmemoración en la isla, hay aún más para ver y
para cavilar.
Sin ir más lejos, el día mismo en que se respetaba un minuto de
silencio en el cementerio de Robinson Crusoe y se develaba en su plaza
una réplica de la campana del Dresden, un robot submarino dispuesto por
la ONG Oceana llegaba a los 65 metros de profundidad de la embarcación.
Como en su minuto se hizo con la Esmeralda o con el Titanic, el aparato
permitió registrar en video HD los restos del Dresden. El video, que
puede conocerse parcialmente en www.latercera.com, permite ver
claraboyas que quedaron en cualquier parte y mucho fierro corroído que
hoy es el hogar de erizos, coral y cardúmenes voluminosos. También,
apreciar partes del crucero que no se habían visto en un siglo, como una
hélice de babor. Y escuchar el silencio del fondo marino, que en la
imaginación se combina con el estruendo de un siglo.
En días previos a la conmemoración, por último, el equipo de buceo
autónomo de alta profundidad de la Armada, como parte de su proceso de
certificación para bucear hasta 100 metros, obtuvo otras imágenes, entre
ellas las de una montura de cañón y de una válvula de fondo
semiabierta. Esta última, descubierta por el jefe de la Partida de
Salvataje de la Primera Zona Naval, teniente Juan Pablo Tessada,
confirma la tarea que le cupo a la tripulación en el hundimiento: la
voladura mediante cargas explosivas en la santabárbara del Dresden, como
explica el investigador argentino Diego Lascano, fue complementada
necesariamente con la apertura de las válvulas de fondo, para acelerar
la inundación del casco.
“Toda pieza de información es útil para reconstruir tanto los hechos
menores como los fundamentales”, agrega Lascano, autor de S.M.S. Dresden
(2010) y asesor histórico de El hundimiento del SMS Dresden, la primera
de una serie de cuatro documentales sobre naufragios a cargo de Tevo
Díaz (Pena de muerte) y que se verá el 4 de mayo en las pantallas de
UCV-TV. Esta realización, que cuenta con la narración del escritor
Antonio Gil, aborda las distintas aristas de esta historia, incluyendo
qué fue de los marinos del buque, algunos de los cuales pasaron el
resto de sus vidas en Chile.
He ahí una entrada. Otra fue la de Martín Pérez, que el año pasado
publicó la novela Señales del Dresden, donde la investigación de un
posible tesoro escondido por los alemanes en el fiordo Quintupeu, se
entrelaza con el relato, por momentos trepidante, de los padecimientos
de la tripulación de la nave, en especial del joven radiotelegrafista
Max Schmidt.
Si se lo piensa, la del Dresden es una aventura insólita e
inverosímil, pero real, que cumple con los requisitos de una
superproducción fílmica. Por ahora, eso sí, cabe tomar nota de sus
significados y resonancias. Es necesario, en la mirada de Lascano, “que
en Chile se tome conciencia de una vez por todas de la relevancia de
estos eventos en la historia universal. Sus aguas fueron escenario de
una contienda mundial, situación que no es común a la mayoría de los
países del continente americano”.
Fuente: Diario La Tercera, domingo 22 de marzo de 2015, http://www.latercera.com/noticia/cultura/2015/03/1453-622011-9-la-historia-sin-fin-del-sms-dresden.shtml
8 de abril de 2016 .
Presentación de libro sobre el "S.M.S. Dresden" |
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Este jueves 7 de abril se presentó en una ceremonia privada en la Liga
Chileno-Alemana un nuevo libro sobre la historia del crucero ligero
"S.M.S. Dresden" del autor Rüdiger May. Este libro
divulgativo en español y alemán habla sobre el crucero ligero Dresden,
describe sus misiones, el destino de su tripulación y la relevancia que
tiene para Chile hasta hoy. El SMS Dresden (Monumento Nacional de Chile)
llevó la Primera Guerra Mundial al país. Se documenta la exposición con
motivo de la conmemoración de los 100 años desde el autohundimiento del
buque, completado con ensayos sobre los planteamientos históricos más
importantes que hasta ahora han quedado sin respuesta.
Fuente: Boletín Informativo Nº 111. Embajada Alemana en Santiago, 8 de abril de 2016 .
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Armada entrega reconocimiento a destacado buzo comercial de la Región de Magallanes y Antártica Chilena.Dentro de sus logros están el haber participado del tendido de cables submarinos eléctricos en el Canal de Chacao y la localización en 1960 del crucero alemán “Dresden” en Isla Juan Fernández, entre otras muchas.
Armada
entrega reconocimiento a destacado buzo comercial de la Región de Magallanes y
Antártica Chilena (FOTO: Armada de Chile )
Punta Arenas. El Director
de Intereses Marítimos y Medio Ambiente Acuático (Dirinmar), Contraalmirante
Litoral Otto Mrugalski, en su visita a la Tercera Zona Naval y con el objetivo
de revistar las dependencias de la Gobernación Marítima y Capitanía de Puerto
de Punta Arenas, hizo un alto en sus actividades para hacer entrega de un
reconocimiento a la trayectoria profesional y personal al buzo comercial,
Francisco Ayarza, quien acompañado de sus familiares, amigos y miembros
pertenecientes a la Cofradía de la Hermandad de la Costa, participaron de la
ceremonia y posterior momento de camaradería.
En la actividad estuvo
presente el Comandante en Jefe de la Tercera Zona Naval, Contraalmirante Ivo
Brito; el Gobernador Marítimo de Punta Arenas (S), Capitán de Fragata Litoral
Pedro Herrera; y el Capitán de Puerto de Punta Arenas, Capitán de Fragata
Litoral, Patricio Torres.
La trayectoria profesional
de Ayarza ostenta múltiples logros profesionales ligados al ámbito marítimo a
lo largo de toda nuestra costa, pero por sobre todo en la Región de Magallanes
y Antártica Chilena, cuando inicia en el año 1959 su empresa de trabajos
submarinos “Nautilus”, dedicando el tiempo a la búsqueda de naufragios,
destacando los acaecidos en el Estrecho de Magallanes y canales adyacentes,
realizando las primeras actividades de arqueología submarina con los hallazgos
del vapor “Cordillera” hundido en 1890 en cercanías del Faro San Isidro; vapor
francés “Atlantique” naufragado próximo a la Isla Magdalena en 1895; la corbeta
inglesa “Doterel” hundida en 1881 en la bahía de Punta Arenas; además la
localización en 1960 del crucero alemán “Dresden” en Isla Juan Fernández.
Parte de las palabras del
Almirante Mrugalski fueron “si tengo que destacar una característica muy
específica de Don Francisco es el respeto hacia la Armada de Chile en su rol
fiscalizador de las actividades del Buceo Comercial y al mismo tiempo su
franqueza en plantear de forma constructiva su experiencia laboral a la
Autoridad Marítima”. Igualmente Ayarza comentó que “me siento honradísimo por
el reconocimiento que me ha entregado la Armada de Chile en estos 58 años
dedicados al mar".
Este destacado buzo
comercial participó en el tendido de cables submarinos eléctricos en el Canal
de Chacao, realizando además la mantención de terminales petroleros de ENAP
Magallanes, planta Methanex y Bahía Fildes ubicada en el Continente Antártico.
Además de realizar el reflotamiento de diversas naves, salvatajes y
reparaciones de emergencia, diseño, instalación y mantención de emisarios submarinos,
entre otros.
Fuente: Grafelbergnoticias, 30 de septiembre de 2017 =========================================================================================================00 Actualización 14 de marzo de 2018
Chile fue neutral durante la Primera Guerra Mundial por ello retuvo a la tripulación del "Dresden" en la Isla Quiriquina hasta el término del conflicto
Veamos una nómina del "Dresden" preparada por la Armada en 1916
Dice así:
Relación de la tripulación del Dresden en la isla Quiriquina
DIRECCIÓN GENERAL ARMADA DE CHILE , 16 de noviembre de 1916.
CONFIDENCIAL
Talcahuano, 14 de noviembre de 1916.
En conformidad a lo dispuesto por U.S, en oficio Confidencial, N° 306, de 31 de octubre ppde.,original, adjunto tengo el honor de de elevar a U.S.la nota N° 166 de 4 del actual del Jefe Militar de la Isla Quiriquina, informativa del modo como se han producido las fugas del personal del ex “Dresden” de que di cuenta a U.S. por oficios Confidencial N°s 261, 263 y 264, de 26, 27 y 28 de Octubre citado.
De acuerdo también con lo ordenado por U.S. en el párrafo final de su aludida nota, adjunto envío a U.S. una relación de la mencionada tripulación , con indicación de los individuos que se han fugado, de los que han fallecido 1 de los que se encuentran en la isla, expresándose, además de sus nombres, sus correspondientes grados.
Me permito manifestar a U.S. que dado el gran perímetro de la Isla Quiriquina , como asimismo que por ser casi todas sus playas de fácil atracadero para canoas pescadoras , sobre todo de noche en que generalmente se halla la mar en calma, se hace imposible , impedirle en absoluto a las numerosas que vienen de Tomé , Penco, Dichato, Tumbes, Lirquén y San Vicente, a menos que se destine un regimiento para vigilar las indicadas playas.
Saluda a U.S.
Nombre ininteligible
Vicealmirante, Comandante en Jefe del Apostadero
Sr
Director General de la Armada
Valparaíso
ISLA QUIRIQUINA 0268
Isla Quiriquina, 4 de noviembre de 1916.
En contestación al Oficio sección Confidencial Núm 270 de U.S., tengo el honor de decir a U.S. que a la mayor brevedad se remitirá la nómina del personal del ex crucero alemán “Dresden”, que fue internada en la Isla Quiriquina, indicando los individuos que han desertado, dando sus nombres y grados, como U.S. tuvo a bien ordenar.
En cuanto a la forma y circunstancias en que se han producidos las fugas de personal del citado buque, me permite informar a U.S., que conforme a mi nota n° 155, en la que le daba cuenta a U.S., no haber sido posible descubrir la manera como se fugaron los marineros que aparecen en el parte, aún no se ha podido establecer, pues está en conocimiento de U.S., la dificultad de vigilar una playa toda íntegra abordable. También por nota N° 154 di cuenta a U.S., la manera de que se valieron los Oficiales y Marineros para fugarse, valiéndose, como por ella digo a U.S., de la propia lancha a vapor del ex “Dresden”, protegido por la oscuridad de la noche y faltando al compromiso de honor que habían firmado.
El Comandante y el Oficial de Guardia , debieron tener conocimiento de esta fuga, ya que la lancha a vapor fue despachada por el propio Oficial de Guardia, en seguimiento de unos marineros fugados como digo en mi nota a U.S., sin que el citado Oficial de Guardia diera cuenta al infrascrito.
SEÑOR
COMANDANTE EN JEFE DEL APOSTADERO NAVAL
PRESENTE
0269
De ese movimiento de la lancha . Refiriéndome a la nota N° 158 de 25 de octubre ppdo., digo a U.S como en ella lo manifestara, que el Oficial fugado en esa fecha, lo hizo no volviendo del permiso por 24 horas que se le concede cuando solicitan, faltando a su palabra de honor.
Por nota N° 160 del 24 de octubre, tuve el honor de dar cuenta a U.S., de la fuga de dos Oficiales y un Marinero, los cuales desaparecieron de la Isla aprovechando la lancha a vapor del ex “Dresden”, encubiertos por sus Jefes y subalternos, pues el infrascrito notó la ausencia del Teniente cuya fuga aparece en el parte mencionado y como preguntara al Oficial de Guardia, recibió por contestación que estaba enfermo en cama.
El infrascrito dos veces por día recibe el parte de las novedades en la Isla, ha tomado todas las medidas militares tendientes a evitar las fugas. Se ha suprimido casi en absoluto el tráfico de botes pescadores, y centinelas y patrullas patrullan la costa, sin embargo no escapará a U.S., la relativa facilidad con que se pueden fugar de la internación , valiéndose de lo dilatado de la costa abordable en todas sus partes, y del permiso que a diario pueden hacer , para ausentarse a Concepción y a los pueblos de los alrededores, U.S., podrá apreciar entonces que la única manera de evitar que continúen fugándose, es prohibiéndoles enteramente los permisos, y acuartelarlos desde la puesta del sol de Comandante a Grumete con los centinelas necesarios, por lo cual espero orden de U.S., para proceder de esta forma.
Saluda a U.S., para proceder de esta forma.
Saluda a U.S
Teniente 1° Jefe Militar de la Isla
0270
Relación de la tripulación del “Dresden” en la Isla Quiriquina
GRADOS- NOMBRES-OBSERVACIONES.
1. Capitán de Navío: Federico Lüdecke
2. Teniente Capitán: Ernesto Wieblitz, llegó el 20 de octubre de 1915
3. Teniente 1°: Guillermo Canarie, se fugó el 6 de agosto de 1915
4. Teniente 1°: Carlos Koppelow, se fugó el 21 de octubre de 1916
5. Teniente 2°: Máximo Schmidt, llegó el 30 de mayo de 1915, se fugó el 18 de octubre de 1916
6. Teniente 2°: Fridolin Fleischer, se fugó el 18 de octubre de 1916
7. Teniente 2°: Otto Schenk,se fugó el 18 de octubre de 1916
8. Teniente 2°: Juan Abraham, se fugó el 18 de octubre de 1916
9. Teniente 2°: Arnoldo Bocker
10. Teniente 2°: Carlos Richarz, llegó el 14 de septiembre de 1915, se fugó el 18 de septiembre de 1916
11. Ingeniero de Corberta: Guillermo Stein
12. Ingeniero 2°: Reinaldo Meyer
13. Cirujano de Corbeta: Carlos Koch, llegó el 12 de abril de 1916
14. Contador 1°: Gustavo Siegemund
15. Contador 2°: Guillermo Barth
16. Teniente Reserva: Julio Fetzer
Ingenieros, Aspirantes y Oficiales de Cubierta .
17. Aspirante 1°, Ingeniero: Jermán Schussler
18. Ingeniero Aspirante: Carlos Francke
19. Ingeniero Aspirante: Federico Zeitner, se fugó el 22 de octubre de 1916
20. Maquinista 1°: Francisco Eckert
21. Maquinista 1°: Guillermo Gaffrey, llegó el 13 de octubre de 1915
22. Maquinista 1°: Óscar Konow
23. Maquinista 1°: Alfredo Dedlow
24. Maquinista: Fridolin Schmidt
25. Maquinista: Enrique Ahrns
26. Maquinista: Guillermo Kuok
27. Oficial maniobras: José Kieser
28. Oficial Contramaestre: Gustavo Hilse
29. Oficial Contramaestre : Nicolás Franzen
30. Ofical telegrafista: Germán Heil
31. Oficial torpedista: Carlos Junge
Aplicantes y suboficiales
32. Ingeniero Aplicante 1°: Ernesto Gruter
33. Ingeniero Aplicante 1°: Bernardo Grothe
34. Ingeniero Aplicante 1°: Juan Hespe
35. Sargento 1°: Emilio Abraham
36. Ingeniero Aplicante 1°: Urich Hansen
37. Sargento 2°: Guillermo Allers
38. Sargento Maquinista: Enrique Arndt
39. Sargento 1°: Germán Brass, llegó el 15 de octubre de 1915
40. Sargento 1°: Francisco Bublitz
41. Sargento 2°: Felipe Bayer
42. Sargento 2° de Máquinas: Willy Buchmann
43. Sargento 2° de Máquinas: Gustavo Bangert
44. Sargento 2° de Máquinas: Germán Bulow
45. Sargento 1° de Máquinas: Guillermo Cartens
46. Sargento 1° de Máquinas: Otto Dambeck
47. Sargento de Víveres: Hugo Erdmann
48. Sargento 2°: Gustavo Fydrich, se fugó el 11 de mayo de 1916
49. Sargento 2° Maquinista: Gustavo Freiberg, se fugó el 19 de octubre de 1916
50. Sargento 1°: Carlos Fix
51. Peluquero: Reinaldo Griez
52. Sargento 2°: Máximo Günther
53. Sargento 1° Maquinista: Alberto Gerhardt
54. Sargento 1° Maquinista:Carlos Heningsen
55. Sargento 1° Maquinista: August Heyden
56. Sargento 1° torpedista: Teodoro Hirsch
57. Sargento 1°Carpintero: Carlos Hiebach
58. Sargento 2°: Otto Hass
59. Sargento 2° Maquinista: Reinaldo Hofmann
60. Sargento 1°Furriel: Willi Hinrichs
61. Sargento 1°Torpedista: Otto Jantsch
62. Sargento 1° Practicante: Reinaldo Jehser
63. Sargento 2° artillero: Máximo Klein
64. Sargento 2°: Emilio Kuschewski
65. Sargento 2° telegrafista: Otto Klokow
66. Sargento 1° Maquinista: Teodoro Kruckenberg
67. Sargento 2° Maquinista: Emilio Krempin
68. Sargento 2° Maquinista: Germán Kurt
69. Sargento1°: Martin Lenz
70. Sargento 2° telegrafista: Federico Lauer
71. Sargento 2° Maquinista: Carlos Lehmann
72. Sargento 1°: Óscar Müller
73. Sargento 2°: Johannes Milatz
74. Sargento 1° Señalero: Bruno Mader
75. Sargento 1° Maquinista: Alberto Martens
76. Sargento 1° Maquinista: Reinaldo Nawratil, se fugó el 25 de diciembre de 1915
77. Sargento 2°: Otto Nitzher
78. Sargento 1° Maquinista: Pablo Niebann, se fugó el 19 de octubre de 1916
79. Sargento 1° Maquinista: Alfredo Ochlerking
80. Sargento 2° Reserva : Fridolin Petersen
81. Sargento Maquinista: Guillermo Paap, se fugó el 4 de diciembre de 1916
82. Sargento Maquinista: Federico Peters
83. Cocinero: Ricardo Pachnicke, permiso el 8 de julio de 1916. Licenciado el 21 de julio de 1916
84. Sargento 2°: Ernesto Rowe
85. Sargento 2°: Francisco Rockel
86. Sargento 2° Señalero: Máximo Rosin, se fugó el 11 de mayo de 1916
87. Sargento 2°telegrafista: Guillermo Range
88. Sargento 1°de Maquinas: Augusto Rottgardt
89. Sargento 2°: Carlos Ruhle
90. Sargento 2°: Enrique Riesenberg
91. Sargento 2° Máquinas Reserva: Carlos Reipsch
92. Sargento 1° artillero: Johannes ¿Syasck?
93. Sargento 1° artillero: Paul Schaller
94. Músico Mayor: Willi Stransfeld
95. Sargento 1° Maquinista: Fedrrico Schröder
96. Sargento 1° Maquinista: Gustavo Sussmilch
97. Sargento 1° Maquinista: Adolfo Schulze
98. Sargento 2° Máquinas: Carlos Spick
99. Sargento 2° Máquinas: Johannes Stamer
100. Sargento 2° Máquinas: Heinz Schneider
101. Sargento 2°: Pablo Schröder
102. Sargento 2° : Gustavo Seidel, falleció el 10 de octubre de 1915
103. Sargento 2° : Jorge Uhrig
104. Sargento Artillero : Ludolf Witting
105. Sargento de Mar: Carlos Waldemunde, lleg+o el 12 de abril de 1915
106. Sargento 1° Señalero: Pedro Wunderlich
107. Sargento 2° Señalero: Pablo Wolter, se fugó el 11 de marzo de 1916
108. Sargento 2° Señalero: Hugo Weber
109. Sargento 1° telegrafista: Eloy Wolf, se fugó el 18 de octubre de 1916
110. Sargento 1° Maquinista: Johannes Wahling
111. Sargento 1° Maquinista: Klaus Wichmann
112. Sargento 1° Maquinista: Enrique Wisse
113. Sargento 1° Maquinista: Enrique Weller
114. Sargento 2° Maquinista: Carlos Wagner
115. Sargento de Mar 1°: José Senz, llegó el 11 de octubre de 1916
Marinería
116. Marinero 1°: José ¿Baun?
117. Marinero 1°: Carlos Braun
118. Marinero 1°: Roberto Blunk
119. Fogonero 1° torpedista: Juan Berger, se fugó el 19 de octubre de 1916
120. Marinero 1°: Gustavo Baldeweg, se fugó el 18 de octubre de 1916
121. Marinero 1°: Ewald Bolz
122. Marinero 1°: Bukow
123. Marinero 1°: Máximo Bachmann
124. Marinero 1°: Augusto Blume
125. Panadero: Guillermo ¿Boegewitz?
126. Carpintero: Gustavo ¿Bollus?, se fugó el 19 de octubre de 1916
127. Marinero 1° Telegrafista: Pablo Buchholz
128. Marinero telegrafista: Otto Bitter
129. Marinero 1° S : Willi Berndt
130. Marinero 1° S: Carlos Baumann
131. Marinero 1° S: Walterio Baumann
132. Fogonero 1°: Augusto Boegel
133. Fogonero 1°: Pablo Becker
134. Fogonero 1°:Ricardo Biessler
135. Fogonero 1°: Pablo ……..
136. Fogonero 1°: Francisco Berg
137. Fogonero 1°: Engelbert Bulla
138. Fogonero 1°: Gustavo Bornewski
139. Fogonero 1°: Francisco Beholz
140. Fogonero 1°: Federico Beyer
141. Fogonero 1°: Fridolin Bartsch
142. Fogonero 1°: Germán Biesenthal
143. Marinero 1° : Guillermo ¿Colmsee?
144. Marinero 1° Carpintero: Ricardo ……….
145. Marinero 1°: Guillermo Delft
146. Marinero 1°: Fridolin Dupow
147. Marinero 1°: Martín Dumbríes
148. Marinero 1° : Carlos ¿Dreve?
149. Marinero 1°: Carlos Drechsel
150. Fogonero: Alberto……
151. Fogonero: José Dorn, se fugó el 4 de diciembre de 1916
152. Marinero 1°: Germán Ewertier
153. Marinero 1°: Otto Eichhorst
154. Marinero torpedista: Germán Echsberger
155. Marinero 1° zapat: Antonio Eichhorn
156. Fogonoero: Germán Richler
157. Marinero 1°: Máximo Feldmann
158. Marinero 1°: Pablo ¿Fresistein?
159. Fogonero: Máximo Fischer
160. Fogonero: Pablo Fromel
161. Marinero 1°: Willi Golle
162. Marinero 1°: Germán Groth
163. Marinero 1°: Ricardo Gorn
164. Marinero 1°: Willi Gode, se fugó en 1916
165. Marinero 1°: Pablo Gramens, llegó el 11 de octubre de 1916
166. Marinero 1°: Guillermo Fraf
167. Marinero 1°: Ricardo Grundler
168. Marinero 1°: Arturo ¿Gohl?, se fugó el 18 de octubre de 1916
169. Fogonero 1°: Walterio ¿Grassler?
170. Fogonero 1°: Pablo Godauski
171. Fogonero 1°: Walterio Gundel
172. Fogonero 1°: Reinaldo Gausche
173. Fogonero 1°: Máximo Gerischer
174. Fogonero 1°: Conrado Genz
175. Fogonero 1°: Federico Glowatz
176. Fogonero 1°: Pablo Gittel
177. Marinero 1° maquinista: Carlos Grahau, se fugó el 8 de septiembre de 1915, fue capturado el 15 de septiembre de 1915
178. Fogonero 1°: Augusto Griese, se fugó el 4 de octubre de 1915
179. Fogonero: Pablo Georgi
180. Fogonero: Óscar Gille
181. Fogonero 1° torpedero : Wladislau Giminski
182. Fogonero 1° torpedero: Alberto Gabel
183. Marinero 1°: Reinaldo Hackbardt, llegó el 19 de abril de 1915
184. Marinero 1°: Pablo Hahn, se fugó el 17 de septiembre de 1916
185. Marinero 1°: Otto Henning
186. Marinero 1°: Ricardo Herfter, se fugó
187. Marinero 1°: Ricardo Hermann, se fugó el 5 de noviembre de 1916
188. Marinero 1°: Francisco Hintze
189. Marinero 1°: Ludwig Huber, se fugó el 4 de diciembre de 1916
190. Marinero 1°: Kurt Henne, se fugó en 1916
191. Marinero 1°: Germán Hobold
192. Marinero 1° telegrafista: Rodolfo Heise
193. Fogonero 1°: Rodolfo Hartel
194. Fogonero 1°: Otto Herbat
195. Fogonero 1°: Gerardo Herzberg
196. Fogonero 1°: Guillermo Heinrich
197. Fogonero 1°: Ricardo Hummel
198. Marinero 1°: Ernesto Hagen
199. Marinero Fogonero 2°: Pablo Herz, se fugó el 4 de diciembre de 1916
200. Marinero Fogonero 2°: Otto Heil, se fugó el 17 de septiembre de 1916
201. Marinero Fogonero 1°: Arturo Jahn
202. Marinero Fogonero 1°: Guillermo Janicke
203. Marinero Fogonero 1°: Francisco Jaschinski
204. Marinero Fogonero 1°: Fridolin Jahn
205. Marinero Fogonero 1°: Jonny Jacobs
206. Marinero Fogonero 1°: Enrique Jans
207. Marinero 1° Señalero: Kurt Junghanns
208. Fogonero 1°: Fernando Jordan
209. Fogonero 1°: Máximo Jurk
210. Marinero 1°: Carlos Kemmerich
211. Marinero 1°: Otto Kuchkowitz
212. Marinero 1°: Eduardo Koppelmann
213. Marinero 1°: Ricardo Kusber
214. Marinero 1°: Juan Kuhl, llegó el 30 de mayo de 1915
215. Marinero 1°: Máximo Krause
216. Marinero 1°: Guillermo Karle, llegó el 30 de mayo de 1915
217. Marinero 1°: Juan Kahne
218. Marinero 1°: Cristóbal Kohrt, se fugó el 18 de octubre de 1916
219. Marinero 1° torpedista: José Kreft
220. Marinero 1° fogonero: Edmundo Kleinau, llegó el 12 de abril de 1915
221. Marinero panadero: Abelino Kuhnemann
222. Señalero 1°: Willi Krohnke, se fugó el 22 de septiembre de 1916
223. Marinero 1° maquinista: Alberto Kuenzle
224. Fogonero 1°: Adalbert Kerbaum
225. Fogonero 1°: Pablo Klawitter
226. Fogonero 1°: Máximo Kruger
227. Fogonero 1°: Reinaldo Kruger
228. Fogonero 1°: José Klein
229. Fogonero 1°: José Kostrzak, falleció el 19 de noviembre de 1915
230. Fogonero 1°: Cristian Koch
231. Fogonero 1°: Guillermo Kramer
232. Fogonero 1°: Guillermo Kapernick
233. Fogonero 1°: Máximo König
234. Fogonero 1°: Ernesto Kosling, llegó el 12 de abril de 1916
235. Fogonero 1°: Guillermo Kuse, se fugó el 18 de octubre de 1916
236. Fogonero 1°: Germán Kalisch
237. Fogonero 1°: Guillermo Klappoth
238. Fogonero 1°: Carlos Karp
239. Fogonero 1°: Alfredo Kothe
240. Fogonero 1°: Otto Knuth
241. Marinero Fogonero 2°: Emilio Krauss
242. Marinero Fogonero 2°: Augusto Kowallek, se fugó el 4 de diciembre de 1916
243. Marinero Fogonero 2°: Pedro Kolnn
244. Marinero Fogonero 2°: Carlos Kopitz
245. Marinero Fogonero 2°: Máximo Kanehl, se fugó el 5 de noviembre de 1916
246. Marinero Fogonero 2°: Alberto Kraft
247. Marinero Fogonero 2°: José Keller , llegó el 12 de abril de 1915
248. Marinero Fogonero 2°: Antonio Kleefeld
249. Marinero Fogonero 2°: Carlos Kumm
250. Marinero 1°: Bruno Lagner, se fugó el 17 de septiembre de 1916
251. Marinero 1°: Carlos Langott,
252. Marinero 2°: Erenfried Lettow
253. Marinero 2°: Ernesto Lock, se fugó el 5 de septiembre de 1916
254. Marinero 2°: Emilio Lembke, se fugó el 18 de noviembre de 1916
255. Marinero 2°: Otto Lembke
256. Marinero 2°: Kurt Lorenz, se fugó el 18 de noviembre de 1916
257. Marinero 2°: Ricardo Ludemann, se fugó el 20 de septiembre de 1916
258. Fogonero 1°: Carlos Lange
259. Fogonero 1°: Gustavo Lohdorf
260. Fogonero 1°: Juan Lowe
261. Marinero 1° : Federico Meinhardt
262. Marinero 1° telegrafista: Francisco ¿Molgedey?, llegó el 30 de mayo de 1915
263. Marinero 1° telegrafista: Guillermo ¿Messal?
264. Fogonero 1°: Pablo Markau
265. Fogonero 1°:Teodoro Mollwitz, llegó el 14 de septiembre de 1916
266. Fogonero 2°: Emilio Mohwinkel
267. Fogonero 2°: Carlos Meister
268. Fogonero 2°: Adolfo Müller
269. Marinero zapatero: Emilio Nauk
270. Fogonero 1°: Gotthardt Neumann
271. Fogonero 1°: Guillermo Neumann, se fugó 4 de diciembre de 1916
272. Fogonero 1° ………: Carlos Neumann:
273. Fogonero 1°: Bruno Nowacki
274. Fogonero 1°: Reinaldo Niewergall
275. Marinero 2°: Enrque Ober
276. Fogonero 1°: Gerardo Ohst
277. Marinero 1°: León Flomineki
278. Marinero 1°: Guillermo Podewille
279. Marinero 1°:Bruno Piotrowicz
280. Marinero 1° zapatero: Francisco Pralat
281. Fogonero 1° Reserva: Fridolin Possehl
282. Fogonero 1°: Fridolin Passeck
283. Fogonero 1°: Ricardo Pieger
284. Marinero 1° Carpintero: Erich Rissmann
285. Marinero 1° torpedero: Francisco Raber
286. Marinero 1°: Enrique Rogge, se fugó el 1 de octubre de 1915
287. Fogonero 1°: Germán Reinke
288. Fogonero 1°: Emilio Reinke, se fugó el 8 de septiembre de 1915, detenido el 15 de septiembre de 1915
289. Fogonero 1°: Emilio ¿Riexier?, se fugó el 22 de septiembre de 1915
290. Fogonero 1°: Gustavo Radke
291. Fogonero 1°: Enrique Reichertz
292. Fogonero 1°: Federico Rudolph
293. Fogonero 1°: Ricardo Regler
294. Fogonero 1°: Fridolin Russel
295. Fogonero 1°: Germán Rohde, se fugó el 18 de octubre de 1916
296. Fogonero 2°: Gustavo Rautenberg
297. Fogonero 2°: Federico Rose
298. Fogonero 2°: Antonio Rudowski, se fugó el 23 de noviembre de 1916
299. Fogonero 2°: Pablo Rausch, se fugó el 4 d diciembre de 1916
300. Fogonero 2°: Otto Reschke
301. Fogonero 2°: Fridolin Richter
302. Fogonero 2°: Erich Runze
303. Fogonero 2°: Germán Rauch
304. Marinero 1°: Arturo Sperlich
305. Marinero 1°: Ekert Sell
306. Marinero 1°: Felipe Schneider, se fugó el 4 de octubre de 1916
307. Marinero 1°: Máximo Schulze
308. Marinero 1°: Juan Srugiez, llegó el 12 de abril de 1915
309. Marinero 1°: Guillermo Schutt
310. Marinero 1°: Máximo Schmidtke
311. Marinero 1°: Carlos Schulze
312. Marinero 1°: Eduardo Sohrade
313. Marinero 1°: Fridolin Stollberg, se fugó el 19 de octubre de 1916
314. Marinero 1°: Johannes Sievert
315. Marinero 2°: Kurt Schneider
316. Marinero 2°:Guillermo Schaffer
317. Marinero 2°: Pablo ¿Stoeck?
318. Fogonero Torpedista: Máximo Sozillus
319. Fogonero Torpedista: Hugo Schunemann
320. Señalero 1°: Gustavo Gammel
321. Señalero 1°: Juan Scheuer
322. Fogonero 1°: Máxmo Salomon
323. Fogonero 1°: Pablo Schlumm
324. Fogonero 1°: Gregorio Schubbe
325. Fogonero 1°: Guillermo Sudfeld
326. Fogonero 1°: Cristian Stockler
327. Fogonero 1°: Francisco Schonemann
328. Fogonero 1°: Guillermo Schmidt
329. Fogonero 1°: Augusto Schmidt
330. Fogonero 1°: Fridolin Steinmeyer
331. Fogonero 2°: Gustavo Strohbeil
332. Fogonero 2°: Carlos Schenk
333. Fogonero 2°: León Schwalkiewitz
334. Fogonero 2°: Walterio Bauer
335. Fogonero 2°: Carlos Schmidt, llegó el 12 de abril de 1915
336. Fogonero 2°: Pablo Schmidt
337. Fogonero 2°: Guillermo Scholz
338. Fogonero 2°: Willi Starke
339. Marinero 1°: Carlos Tonnies
340. Marinero 1°: Eitel Teube
341. Marinero 1°: Otto Thomas
342. Telegrafista 1°: Guillermo Tolken
343. Fogonero 1°: Carlos Thanner
344. Fogonero 2°: Félix Thomas
345. Fogonero 2°: Germán Urban
346. Marinero 1°: Johannes Weissbach
347. Marinero 1°: Kurt Wolkenstein
348. Marinero 2°: Johannes Watolla, se fugó el 5 de noviembre de 1916
349. Marinero 2°: Moritz Weber
350. Marinero 2°: Otto Wesener
351. Marinero 1° Mecánico: Juan E Weiler
352. Marinero 1° Mecánico: Kurt Wildenhain
353. Señalero 1°: Adolfo Winke, se fugó el 18 de octubre de 1916
354. Fogonero 1°: Pablo Weider
355. Fogonero 1°: Augusto Wendt, se fue el 8 de septiembre de 1915. Fue aprehendido el 13 de septiembre de 1915
356. Fogonero 1°: Carlos Wollenschlager
357. Fogonero 1°: Pablo Wessoly
358. Fogonero 2°: Ernesto Werner
359. Fogonero 2°: Máximo Wessel, se fugó el 4 de octubre de 1916
360. Fogonero 2°: Wesceslao ¿Wosniewski?
361. Marinero 2°: Carlos Zablowski
362. Marinero 2°: Bernardo Zink
363. Fogonero 1°: Julio Zimmermann
364. Fogonero 1°: Emilio Zuhlke
365. Fogonero 1°: Pablo Zoschke
366. Fogonero 2°: Enrique Zachert
367. Fogonero 2°: Francisco Zawatzki
368. Sargento 1° de Máquinas: Adolfo Bengta
369. Marinero 1°: Fridolin Kreye
370. Fogonero 1° torpedista: Vicente Weigel
371. Fogonero 2°: Walterio Kloss
372. Fogonero 2°: Carlos Kosakowski
373. Sargento 1° Máquinas: Otto Karsohewski
Fdo Ludecke
Es copia fiel del original
Nombre ininteligible
Teniente 1° Jefe Militar de la Isla
Nota de la Redacción:
1. Los signos de interrogación son nuestros. 2. Puede que la lista esté incompleta y falten algunos nombres. Fotos Diario "La Segunda" Armada de Chile
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Charla sobre el “Crucero Dresden” se realizó en el Colegio Alemán de
Valparaíso
Foto gentileza Colegio Alemán de Valparaíso
El pasado miércoles 26 de agosto nos visitó Dr. Rüdiger May, Historiador alemán y curador de una exposición que itineró por Chile y contó la historia sobre el crucero ligero “Kleiner Kreuzer Dresden” de Alemania a inicios de la Primera Guerra Mundial. Alumnos de Enseñanza Media, acompañados por los profesores Cornelia Hess y Alejandro Poffan, fueron invitados a una muy entretenida charla que brindó el experto sobre este buque que fue hundido frente a costas chilenas cerca del Archipiélago Juan Fernández en 1915 y que hoy, 100 años después, fue declarado Monumento Nacional y es motivo de diversos homenajes y reconocimientos dentro de la comunidad chileno- alemana.
La simpatía y pasión que Rüdiger May
demostró al contar esta historia, apoyado por gráficos e ilustraciones y
entregando datos curiosos y anécdotas, entusiasmó a los alumnos quienes además
tuvieron la oportunidad de ver documentos antiguos y cartas de navegación de la
época para entender mejor el contexto y desenlace final que tuvo el famoso crucero
alemán.
De esta manera, los alumnos
aprendieron algo más sobre la Primera Guerra Mundial y sobre cómo Chile, sin
quererlo, llegó a ser escenario de batallas bélicas en alta mar, marcándose
también un nuevo hito en las relaciones entre Chile y Alemania.
=======================================================000 FUENTE: JOHNSON EDWARDS, CARLOS: EL TESORO DEL “DRESDEN”
JOHNSON EDWARDS, CARLOS, Revista Marina , Año CXV, Volumen 116, N° 853 (NOVIEMBRE-DICIEMBRE DE 1999)
Actualizado el 14 de julio de 2019
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Las huellas e historias que dejó en Chile la tripulación del S.M.S. Dresden
Después de la odisea del barco alemán S.M.S. Dresden y la internación de su tripulación en la isla Quiriquina, todavía es posible encontrar huellas e historias de esta aventura marítima.
Por Natalia Messer
Chile, invierno de 1919. Los más de 300 hombres que conformaban la tripulación del hundido buque alemán S.M.S. Dresden tuvieron que volver a su patria. La Primera Guerra Mundial había terminado y, conforme al derecho internacional, no era necesario que siguieran retenidos en la isla Quiriquina.
Los marinos del Dresden dejaron cientos de historias y huellas en un país en el que incluso algunos quisieron quedarse. En la isla, la tripulación del Dresden se volvió conocida entre los habitantes de la zona. Los marinos establecieron lazos con la comunidad alemana y chilena, tanto así que hoy no es extraño encontrarse con generaciones de hijos, nietos y bisnietos que descienden de estos hombres.
Huellas históricas
La vida en la isla Quiriquina era organizada y había mucha actividad. Destacan, por ejemplo, los conciertos del orfeón del Dresden en ciudades como Concepción y Talcahuano. Asimismo, aún es posible encontrarse en la misma Quiriquina con un museo que expone objetos como lámparas y adornos de madera fabricados por los propios marinos.
Otra curiosidad fue el Quiriquina Zeitung, un diario de circulación interna, en alemán, que la tripulación publicó por esos años. El historiador chileno Armando Cartes Montory cuenta a DW que hace muy poco se volvió a reeditar en la ciudad de Concepción el periódico, a modo de recordar el centenario del hundimiento del S.M.S Dresden, ocurrido en 1915 en el Archipiélago de Juan Fernández.
“El Quiriquina Zeitung cubría noticias de la isla durante la internación, aunque esto no fue lo único que hicieron los marinos. Algo muy típico alemán fue instalar pequeñas huertas que se asignaban entre ellos, donde también construían pequeñas casas de madera”, cuenta Cartes.
Adiós, Chile
Ese 31 de agosto de 1919 la mayoría de la tripulación dejó el país, aunque algunos no quisieron irse porque “no todos querían volver a una Alemania destrozada, donde no había tanto vínculo. Hay que recordar que llegaron muy jóvenes al país”, explica el historiador.
Los familiares de estos marinos alemanes, hoy en día, se encuentran por todo Chile. Algunos no tienen tantos recuerdos sobre esta odisea, pero hay otros que sí recuerdan y que además han mantenido estas memorias a lo largo del tiempo.
El constructor de Reppen
Un ejemplo de seguir huellas es el de Melitha Krause Schwartinsky, hija de Max Otto Krause Busch, suboficial del S.M.S Dresden, oriundo de la ciudad alemana de Reppen (actual Polonia).
En la memoria de Melitha Krause está la imagen de un “hombre bondadoso, muy tierno y preocupado de su esposa e hijos”. Ese recuerdo impulsó a esta hija a investigar por cinco años la historia de su padre y el Dresden, lo cual luego dio vida al libro “Tras las huellas de mi padre”.
Max Otto Krause se unió al S.M.S Dresden teniendo solo 21 años. En Chile se casó, tuvo 11 hijos y se dedicó a la construcción, profesión que incluso estudió en Alemania.
En Chile estuvo siempre viajando por todo el país, debido a su trabajo, hasta que en 1953, y con 61 años, falleció de un infarto al miocardio.
Melitha Krause cree que el hundimiento del barco dejó huellas en la salud de parte de la tripulación: “Fue una hazaña salir del buque. Los que salieron nadando, como mi padre, tuvieron un costo físico. Recuerdo a mi papá hablar de un dolor en su rodilla. Él decía que se debió al frío del pacífico”, relata.
El aspirante a ingeniero
Hermann Schüssler nació Stettin, ahora perteneciente a Polonia. Se unió a la Kaiserliche Marine en 1908 y en el otoño de 1913 se embarcó en el crucero Dresden como aspirante a ingeniero.
Al igual que Max Krause, se quedó en Chile y formó familia. Su nieto, Alex Schüssler, cuenta que su abuelo conoció a su futura esposa durante su internación en la Quiriquina. “Todos los domingos a la isla iba gente de la colonia alemana. En una de esas visitas conoció a mi abuela. Incluso, estando en la Quiriquina, se comprometió con ella”, cuenta.
Para el fin de la internación, Hermann Schüssler volvió a Alemania, pues era hijo único y debía visitar a su madre viuda. Pero cumpliendo con lo prometido a su novia, Luisa Schaub, regresó al año siguiente a Chile y se casaron.
Alex Schüssler agrega también que su abuelo durante toda su vida (murió a los 81 años) siguió contactado con otros marinos sobrevivientes del S.M.S Dresden. “Mi abuelo volvió dos veces a Alemania. Ahí se juntó con la gente del Dresden y también con su promoción de aspirantes a ingenieros”, cuenta.
Actualmente, tres nietos de Hermann Schüssler han instalado en el centro sur de Chile la panadería “Dresden”, que lleva este nombre en honor al buque que hace aproximadamente un siglo trajo a su abuelo a este país.
Fuente: Deutsche Welle, 8 demarzo de 2016
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El "DRESDEN " EN TVN
El Naufragio del Dresden El Dresden fue un barco de guerra alemán que participó en distintas batallas contra la flota inglesa ocurridas frente a las costas de Chile y Argentina durante la Primera Guerra Mundial. Tras una de ellas, el Dresden tuvo que huir para encontrar un lugar donde reabastecerse, llegando a la bahía de Cumberland, en la isla Robinson Crusoe, pero pronto fue emboscado por su enemigo. La batalla fue brutal y aún quedan restos de balas y marcas en las montañas de la isla. ¿Qué pasó con el Dresden? Acá podrás verlo. Ver Link https://www.24horas.cl/cop25/Oceana/el-naufragio-del-dresden-3741474 Actualizado el 22 de noviembre de 2019 =====================================================================================================================================================
La primera foto Johann Werner Gebauer, Alwine Winkler Raddatz, Heriberto Werner Winkler, Oswaldo Werner Winkler Y Otto Bitter.....Otto Bitter era uno de los tripulantes del Dressden.
Y los ceniceros son los que le hicieron los 2 tripulantes a mi bis abuelo Johann Werner,, Otto Bitter y el otro tripulante es de apellido Baum, pero no se el nombre.
Estas fotos son gentileza de Romy Araya Werner.
Actualizado el miércoles 29 de abril de 2020 ====================================================================================================================================================================================
Marce Ingebhor Krause Fischer Grafelbergnoticias Diariochileno Austroalemán Mi abuela Catalina Aburto con mis 2 tias y mi abuelo Max Krause con mi tía y mi padre Max Krause Aburto en brazos..el más pequeño de 5 hermanos..😍 Falto el mayor de todos sus hijos,de un total de 12 ..y esta foto es gentileza de el, de su 1er hijo de 5, del primer matrimonio..tio Waldo Krause Aburto
Actualizado el viernes 1 de mayo de 2020
==================================================================================================================================================================================================================== Fuente: Revista "Zig Zag", 20 de marzo de 1915 Fuente: Revista "Zig Zag", 19 de junio de 1915 Actualizado, jueves 18 de noviembre de 2021 =====================================================================================================================================================================================================================================================================================================================000 DRESDEN
Por disposición de la Superioridad el crucero “Esmeralda”
fue a Juan Fernández el 16 de marzo a traer la tripulación del “Dresde”” echado
a pique por dos buques ingleses.
El 21 fondeó en Valparaíso, de regreso de Juan
Fernández, recibiendo orden de salir el 23 con destino a la Quiriquina para
dejar los tripulantes del “Dresden”,
Fuente: Ministerio de Marina: Memoria del
Ministerio de Marina correspondiente al año 1915, Imprenta Nacional, Santiago
de Chile, 1917, pp 74 Actualizado el martes 5 de julio de 2022 ==================================================================000 Campana original del Crucero ligero alemán S.M.S. “Dresden” será exhibida en el Museo Marítimo NacionalMartes 14 de marzo de 2014Hoy, después de 16 años, esta importante pieza histórica retorna a este centro histórico patrimonial de la Armada de Chile para su conservación y posterior puesta en valor en su exhibición.Un 14 de marzo de 1915, en la Bahía Cumberland, del Archipiélago de Juan Fernández, el crucero ligero alemán S.M.S “Dresden”, fue hundido por orden de su comandante, Frizt Lüdecke, luego de ser atacado por los buques ingleses “Glasgow”, “Kent” y “Orama”, en el marco de la Primera Guerra Mundial.Es en este contexto, que durante la mañana de este martes 14 de marzo, y al conmemorase el 108° aniversario del hundimiento de la nave alemana en las costas de Chile, en dependencias del Museo Marítimo Nacional (MMN) y, con la presencia de la Excelentísima Embajadora de la República Federal de Alemania en Chile, Irmgard Maria Fellner, del Comandante en Jefe de la Armada, Almirante Juan Andrés De la Maza, de la Subsecretaria de Patrimonio Cultural y Presidenta del Consejo de Monumentos Nacionales, Carolina Pérez, de autoridades navales, civiles, descendientes de la dotación del crucero S.M.S. “Dresden” y representantes de la comunidad germana, se hizo entrega en una solemne ceremonia, al Director del MMN, Contraalmirante Andrés Rodrigo, de la campana original que fue rescatada del pecio del buque hace 17 años atrás.Cabe recordar que, en febrero de 2006, luego de una inmersión conjunta de buzos chilenos y alemanes, la campana, de 144 kilos de peso, fue rescatada desde la citada bahía, lugar en el cual se encuentran los restos del crucero. El año 2007, como símbolo de las buenas relaciones entre Chile y Alemania, la campana fue entregada en comodato al gobierno alemán para su restauración y posterior exhibición en el Museo Histórico Militar de las Fuerzas Armadas Federales en Dresde, Alemania.Hoy, después de 16 años, esta importante pieza histórica retorna a este centro histórico patrimonial de la Armada de Chile para su conservación y posterior puesta en valor en su exhibición.Al respecto, la Embajadora Fellner, señaló que, “La campana es un símbolo de las buenas relaciones entre Chile y Alemania; y es también un ejemplo de cómo la memoria puede ser un salto cuántico para dos países porque durante 15 años, Chilenos y Alemanes han trabajado juntos para realizar este sueño de hacer no solamente la campana original, que fue restaurada en Alemania, sino que hacer dos copias que son testimonios de esta historia muy interesante. Una copia está en “Dresden”, que es la ciudad alemana donde el navío porta el nombre, la segunda está en la isla Robinson Crusoe y la original está en el Museo Marítimo de Valparaíso. Este es el triángulo de la amistad entre Chile y Alemania”.Por su parte, el Contraalmirante Rodrigo indicó que, “Esta Campana, es esa viva representación y medio de comunicación no solo para rememorar hechos pasados de sacrificio y honor, por cierto, sino también, de aquellos marinos alemanes que ese 14 de marzo de 1915 estuvieron en esa dimensión audible de la Campana y que se convirtieron en parte de nuestra propia historia nacional, así como la propia vivencia y significación para distintas comunidades del país que se relacionaron con los hechos del “Dresden” y sus tripulantes. Pero el hecho que este objeto de notable valor patrimonial esté presente hoy con nosotros es el resultado de múltiples voluntades: desde aquella oportuna autorización del Consejo de Monumentos Nacionales otorgada en el 2004 para ir en su rescate ante el riesgo de sustracción; así como la decidida operación del equipo de especialistas alemanes y chilenos, y por cierto de varios buzos de la Armada de Chile”.En tanto, la Subsecretaria del Patrimonio Cultural, señaló que, “Desde la Subsecretaría del Patrimonio Cultural y también desde el Consejo de Monumentos Nacionales, estamos muy contentos por el retorno de la campana del “Dresden” a Chile, después de 15 años, en que también se pudo disfrutar allá, el poder conocer del naufragio que se dio en nuestro país en 1915, estamos contentas también desde el sector de las culturas, las artes y el patrimonio porque podemos hoy día contar con una pieza importantísima, no solamente para la historia de Chile y Alemania sino que también del mundo y que esperamos que muchas personas, niños, niñas, adolescentes, familias puedan venir a conocer la historia”.Actualizado el martes 14 de marzo de 2023 =============================================================================================================================================================================================================================================================================================================================================================================================================================================================================================================================================================================================================================================================================================================0= "La última travesía de la campana del "Dresden"" En su edición de este lunes, Diario El Mercurio informa sobre el retorno a Chile de la apreciada campana del buque alemán "SMS Dresden", que el 14 de marzo de 1915 fue hundido frente a las costas del archipiélago de Juan Fernández en el marco de la Primera Guerra Mundial. Justo al cumplirse 108 años de ese acontecimiento -y a 17 años de ser rescatada por buzos desde el fondo de la bahía Cumberland- será devuelta desde Alemania, donde fue restaurada y exhibida, para quedarse definitivamente en el Museo Marítimo Nacional, en Valparaíso. Fuente: Embajada de Alemania, lunes 13 de marzo de 2023 Actualizado: Miércoles 15 de marzo de 2023 |
Comentarios
Mi E-Mail:paraloyola@yahoo.com.ar
Hola mi abuelo oficial yugoeslavo cuando llego a chile despues de la primera Guerra compro un cenicero, en el centro de este tiene un cono y sobre el una fijacion U,como para fijar cervilletas o fosforos ,el escudo del dresden por un lado,por el otro lado diceSMS DRESDEN QUIRIQUINA,es fabricado en bronce hecho artesanalmente.OFRESCAME boristocigl@hot mail.com
Los descendientes de esos valientes marinos deberían hacer la lista de sus tripulantes radicados en Chile, pues ellos son parte viva de la historia de la Primera Guerra Mundial y el glorioso Dresden.
Escribí una novela que salió publicada este año a través de la editorial Uqbar sobre la historia del crucero liviano Dresden. Se llama "Señales del Dresden". Les cuento que conseguí en em Mueseo Marítimo Intenacional e Hamburgo la lista completa de la tripulacion. La puedo hacer llegar a quien la quiera.
http://www.antartica.cl/antartica/servlet/LibroServlet?action=fichaLibro&id_libro=155565
Me gustaría tener comunicación con otros descendientes de la tripulación del Glorioso Dresden.
Pueden escribir a jpbublitz@gmail.com
Mi abuelo es el Nro. 40 de la lista. Franz Bublitz Ott
Saludos a todos.
Puedes encontrar la lista de los tripulantes del Dresden muertos y enterrados en la isla Robinson Crusoe en
http://www.kleiner-kreuzer-dresden.de/html/selbstversenkung.html
Esto está en alemán. Están listados en el "I. Tote" (fallecidos)
Saludos,
Martín Pérez Ibarra
Favor puedes enviarme la lista completa completa de la tripulación.
Y muchas gracias por el ofrecimiento
Mi correo es:
romalca75@hotmail.com
Muchas gracias,
Saludos
Jonatan.
Gracias
Comenté sobre su bisabuelo en este artículo de Artes y Letras de El Mercurio:
http://images.elmercurio.com/MerServerContents/NewsPaperPages/2015/mar/08/MERSTAT002OO0803_800.swf
Hugo Weber aparece también en la novela "Señales del Dresden", que publiqué el 2014.
Llegada la segunda guerra mundial, su bisabuelo fue injustamente tratado por la comumidad local, mal influenciada por un periodista ignorante, o mal intencionado, de la la época, lo que provocó su cambio de domcilio desde la isla a Quillota, desde donde finalmente partió de vuelta a Alemania.
Sin dudas, su bisabuelo fue un gran heroe, un heroe en la sombra.
Saludos,
Martín Pérez Ibarra
A quien quiera la lista con la tripulación del Dresden, escribirme a mperezibarra@gmail.com para hacerselas llegar.
nero
sgundelsenor@gmail.com
El Sr. Otto Heinrich Weber Weller está enterrado en Temuco.
Soy el autor de este artículo y estoy investigando sobre la reja y sus partes.
Por ejemplo, el águila Imperial portaba el escudo del Dresden y no la tiene.
La reja original tenía, en casa esquina portaantorchas, que no están.
Hoy, pueden verla bien custodiada en la Séptima Compañía de Bomberos de Concepción, como patrimonio cultural entre chilenos y alemanes.
Arnold Schirmer arnold.schirmer@gmail.com