Alcalde de Valparaíso , Jorge Castro pone acento en descentralización y ampliación de zonas de conservación históricas
- Una verdadera fiesta es la que se vivió este miércoles 03 de julio en Valparaíso, tras cumplirse 10 años desde que la ciudad fuera declarada Patrimonio de la Humanidad.
Fue a mediados del año 2003, tras un proceso de seis años, que el
Comité del Patrimonio Mundial, instancia decisoria en materias de la
Convención del Patrimonio Mundial de la UNESCO, resolvió favorablemente
la inscripción de un sector del Área Histórica de la ciudad–puerto de
Valparaíso en la Lista del Patrimonio Mundial.
Lo anterior, fundado en que "Valparaíso es un testimonio excepcional de
la fase temprana de globalización de avanzado el siglo XIX, cuando se
convirtió en el puerto comercial líder de las rutas navieras de la costa
del Pacífico de Sudamérica".
Desde esa fecha ya han transcurrido 10 años y la ciudad ha
experimentado una serie de cambios y transformaciones, que la instan a
emprender nuevos desafíos para estar siempre a la altura de esta
importante distinción mundial.
Una de las actividades oficiales más importantes de este aniversario se realizó esta mañana en el Congreso Nacional, en una ceremonia solemne, presidida por el jefe comunal a la que asistieron el ministro de Cultura, Roberto Ampuero; José Nordenfrich, presidente de Icomos Chile; Magdalena Krebs, directora de Dirección de Bibliotecas de Archivos y Museos (DIBAM); el presidente del Senado, Jorge Pizarro; el presidente de la Cámara de Diputados, Edmundo Eluchans; el intendente regional, Raúl Célis; parlamentarios de la zona, además de las delegaciones extranjeras de España y Xochimilco, México.
Las autoridades, fueron distinguidos con un galvano y una piocha conmemorativa por estos 10 años de aniversario.
Tras la ceremonia, el alcalde Jorge Castro recordó todo lo que ha sido
este proceso para la ciudad que cumple 10 años de recibir la
declaratoria y se refirió a los desafíos y líneas de trabajo que debe
afrontar Valparaíso.
“Para nosotros es muy importante haber estado acá en la sede del
Congreso Nacional y que el presidente del Senado, Jorge Pizarro nos haya
permitido celebrar los 10 años de la nominación de Valparaíso como
Patrimonio de la Humanidad. Hay un segundo esfuerzo, un camino que tiene
que encontrarnos en el segundo decenio de la declaratoria, en el
sentido de contar con una legislación más proactiva respecto de la
administración y mantención del sitio mundial y además de los
compromisos que en este Congreso se puedan sellar por el presidente del
Senado y de la Cámara de Diputados. Quiero expresar mi alegría por la
disposición manifestada por los parlamentarios de poder trabajar en
eso”.
El ministro de Cultura, Roberto Ampuero sostuvo que en la celebración de Valparaíso a sus 10 años como Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, “es importante porque también es mensaje hacia el país sobre la importancia que tiene Valparaíso, es una forma de resaltar aquellas distintas etapas de recuperación en que se encuentra la ciudad, los proyectos de desarrollo, cultura participación ciudadana, remodelación y restauración de lo que es el patrimonio material e inmaterial de la ciudad”.
Asimismo, el presidente de Icomos Chile, José José Nordenfrich destacó la alta participación de la ciudadanía en esta ceremonia en el Congreso Nacional, aseverando que uno de los aspectos más relevantes de los anuncios formulados por el alcalde fue “restringir las construcciones en alturas en áreas de la ciudad que no están incluidas dentro de la zona patrimonial mundial. Eso, desde el punto de vista de nuestro interés patrimonial de la ciudad, nos da la esperanza para que otros sectores de la ciudad que se encuentran en esa condición no patrimonial según UNESCO, se incluyeran en este tipo de normas que van en el cuidado de la ciudad entendida como un sistema”.
DESAFÍOS CIUDAD PATRIMONIAL
Durante su alocución, el alcalde Jorge Castro hizo un completo balance de lo que ha significado para la ciudad ser merecedora de este importante galardón mundial; los desafíos actuales y futuros; la necesidad de contar con una Ley del Patrimonio y la Ley Valparaíso; los cambios urgentes que deben hacerse en materia de descentralización de toma de decisiones para hacer más efectivos los cambios y procesos que debe enfrentar la ciudad, “para estar siempre a la altura de este desafío”.
Tras la nominación, “ era preciso implementar las necesarias herramientas para poner en valor nuestro patrimonio. Ese rol lo ha cumplido exitosamente el Programa de Recuperación y Desarrollo Urbano PRDUV que ha permitido llevar a cabo un amplio abanico de opciones de adelanto”.
Estas obras, recordó el jefe comunal, van desde la eliminación de
microbasurales y plagas, pasando por el mejoramiento en barrios
completos de nuestra parte alta, hasta llegar a la recuperación de
ascensores o de algunos edificios emblemáticos.
Uno de los mayores logros de esta faceta de PRDUV fue la puesta en
valor y completa restauración del Palacio Baburizza, sede del Museo de
Bellas Artes.
Por tanto, mantener el Patrimonio Universal, “ es llevar a cabo una muy
costosa tarea que supera a éste y a cualquier otro municipio. Por
nuestra parte hacemos nuestros mejores esfuerzos por estar a la altura
de este desafío. Sostenemos que es indispensable lograr una Ley del
Patrimonio. Buscamos contar con un mecanismo presupuestario que nos
permita sostener en el tiempo una tarea insoslayable, como lo es atender
a la reposición y cuidado de nuestros activos urbanos”.
“Nos referimos a inmuebles históricos que abundan todavía en nuestro
puerto y que, muchas veces, muestran una situación de peligroso
deterioro. Pero, la puesta en valor requiere instrumentos
presupuestarios potentes y también mecanismos administrativos de
eficiencia. Desde esta perspectiva no podemos menos que plantear la
urgente descentralización de nuestra institucionalidad patrimonial”.
En esta materia, el jefe comunal aseveró que “no es posible sostener en
el tiempo una situación como la que actualmente ofrece el Consejo de
Monumentos Nacionales y que se traduce en una exagerada dilación en la
toma de acuerdos que está exclusivamente radicada en la capital de la
república”.
Por tanto, “Valparaíso precisa de un mecanismo descentralizado para
actuar en terreno y adoptar aquí las decisiones que son urgentes y que
no pueden seguir el ritmo de los tiempos que se toma Santiago para
resolver nuestros conflictos urbanos locales”.
El sello ciudadano lo dio el alcalde al anunciar la solicitud de
restringir las construcciones en altura en determinados cerros de la
ciudad y ampliar las zonas de conservación histórica.
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