Fracasó por cuarta vez proyecto de acuerdo que pedía al Ejecutivo expresar su preocupación por situación de DD.HH en China

Por 8 votos en contra y tres a favor de los senadores Jaime Naranjo, Baldo Prokurica y Antonio Horvath el Senado rechazó un proyecto de acuerdo que solicitaba al gobierno que hiciera presente en los foros internacionales la preocupación por la situación de los derechos humanos y la libertad religiosa en la República Popular China.



Por la negativa se pronunciaron los senadores Jaime Gazmuri, Guido Girardi, Carlos Kuschel, Juan Pablo Letelier, Roberto Muñoz Barra, Alejandro Navarro, Carlos Ominami y Sergio Romero.



Esta es la cuarta iniciativa de este tipo impulsada por el senador Jaime Naranjo que no obtiene el respaldo de la Sala y se fundamenta en el hecho que “diversas organizaciones internacionales de derechos humanos y medios de comunicación han denunciado reiteradamente las violaciones a las garantías fundamentales que se cometen en ese país asiático”.



De acuerdo a sus autores, los senadores Naranjo, Prokurica y Horvath “nuestro país fue electo para asumir un puesto en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el cual tiene como uno de sus objetivos principales el velar por la promoción y defensa de estas garantías en el mundo”.



El senador Naranjo lamentó la votación de la Sala porque “con los votos de las más diversas tendencias políticas se permitirá que en China se sigan violando los derechos humanos”.



El parlamentario afirmó que “esta situación es preocupante porque hoy más que nunca observamos como se violan los derechos a la libertad de información, de opinión, de desplazamiento y de culto”.



Agregó que “esta votación le resta autoridad moral a este Senado para referirse a situaciones similares que mañana puedan ocurrir en otros países. Hoy ha preferido hacer la vista gorda, bajar la cabeza y guardar silencio ante violaciones de derechos humanos que ocurren en China y creo que eso no nos deja en buen pie y tampoco nos da prestigio”.



Finalmente, anunció que se mantendrá en su postura de “seguir presentando proyectos de acuerdo en ese sentido porque “la intención de esta iniciativa era muy pequeña, ni siquiera hacía alusión a la situación del Tíbet y sólo se refería a la necesidad de que en China se permitiera la libertad de información y religiosa”.