Incendios en cuarteles: cuando el fuego también afecta a bomberos
04-02-2011
Incendios en cuarteles: cuando el fuego también afecta a bomberos
En la historia bomberil hay acontecimientos que por lo menos se pueden clasificar como increíbles y uno de ellos son los incendios que se han producido en diversos cuarteles de bomberos a lo largo y ancho del país.
Tal como dice el dicho: “en casa de herrero cuchillo de palo”, no son pocas las emergencias en que los voluntarios en vez de ayudar a terceros, son ellos mismos los que han debido escapar salvando sus pertenencias, para después pedir ayuda a una Compañía hermana.
Por lo general, cuando los carros bombas acuden a un siniestro, la gente nunca piensa que el acontecimiento puede estar afectando a los propios voluntarios, pero con el pasar de los años y los 159 años de vida bomberil han establecido que hasta los mismos bomberos no se escapan de una emergencia de este tipo.
El caso más actual es el que ocurrió el pasado 2 de septiembre cuando los voluntarios de la Segunda Compañía del Cuerpo de Bomberos de Sierra Gorda, se preparaban para recibir diversos equipos en su cuartel.
A eso de las 4 de la madrugada, cuando ni una sola alma deambulaba por la ciudad, de pronto un incendio en una casa deshabitada sorprendió a los bomberos, quienes vieron como el humo y las llamas se abalanzaron contra su propia casa bomberil y en cosa de minutos todo el cuartel y el nuevo equipamiento se destruyó.
Asimismo, los dos nuevos carros bombas que iban a ser entregados debieron ser sacados rápidamente para que no fueran arrasados por el incendio.
Sin embargo, esta misma historia se ha repetido hace más de 100 años a lo largo y ancho del país, donde otros inmuebles de bomberos también se han visto afectados por su peor enemigo: el fuego.
En Iquique la Cuarta Compañía de Bomberos, “Bomba Ausonia”, que alberga a la comunidad italiana de la zona, en dos ocasiones su cuartel ha sucumbido por los embates de las llamas.
La primera de estas emergencias se produjo un lejano 9 de mayo de 1877, cuando la ciudad fue sacudida por un violento terremoto y posterior maremoto que dejó como resultado graves daños en el patrimonio público y privado.
En este contexto, se produjeron grandes incendios en la ciudad, afectando uno de ellos a su propio cuartel, donde amparaban la primera máquina a vapor de la ciudad que había sido importada tres años antes y que afortunadamente la pudieron rescatar.
Sin embargo, en 1885 nuevamente los bomberos italianos se vieron afectados por un incendio, cuando su casa bomberil fue castigada por un dantesco siniestro que consumió gran parte de su material y siete cuadras a la redonda.
Foto referencial de un antiguo cuartel de bomberos de Iquique
Al otro lado del país, el 16 de julio de 1949, día en que la Quinta Compañía de Ancud celebraba seis años de vida institucional, en el Cuartel General del Cuerpo de Bomberos de dicha ciudad, se vivió la misma situación cuando a las ocho de la mañana la sirena anunció un incendio en la casa matriz de los voluntarios.
En cosa de minutos, los 36 voluntarios que asistieron a esta emergencia vieron como el fuego comenzó a hacer de las suyas, hasta que 24 horas después se pudo sofocar las llamas que dejaron un saldo catastrófico para la Institución, con todo el mobiliario, información y documentos históricos hechos cenizas, según lo indicado en el libro de guardia por el Capitán de la época.
En Copiapó, dos años después, el 24 de diciembre una situación parecida fue la que vivió el Cuartel General de Bomberos.
Aquel día, un gigantesco incendio que partió en calle Atacama, entre Yerbas Buenas y Maipú, en pocos minutos hizo que el fuego devorara las maderas de un restaurante, un teatro, un club social y otros locales comerciales, hasta que finalmente llegó a las edificaciones del principal edificio de la Institución, donde las llamas fueron implacables contra su principal enemigo e hicieron sucumbir las dependencias bomberiles ante la mirada impotente de los voluntarios.
El 24 de octubre de 1967, el Cuerpo de Bomberos de Santiago también fue presa de una emergencia de este tipo, cuando en la tarde de dicho día, la central de alarmas anunció un incendio en calle Santo Domingo con Puente, lugar donde se encuentra el Cuartel General.
Fue ahí cuando los voluntarios de distintas compañías salían corriendo de un lado a otro salvando todo lo que podían del interior del edificio de tres pisos, el cual sufrió la destrucción de la sala de sesiones, la techumbre en general y oficinas.
Además, la Cuarta Compañía, “Pompe France”, también se encontraba en la mencionada edificación, y por ende también sufrió graves consecuencias cuando el fuego redujo a su mínima expresión el casino, la guardia nocturna, la sala de máquinas y la casa del cuartelero.
En el Siglo XXI
Durante este centenario, los incendios también han sido protagonistas en los cuarteles de bomberos y al igual que en años anteriores, los principales perjudicados han sido los propios voluntarios.
Uno de estos casos ocurrió el 14 de agosto de 2007 en Papudo, cuando pasada la medianoche, después de realizar una actividad social en el cuartel de la Primera Compañía “Bomba Covadonga”, se inició un incendio en el segundo piso del inmueble, que finalmente dejó 12 millones de pesos en pérdidas.
Otra de estas emergencias tuvo lugar en Tocopilla, el 7 de enero de 2009, cuando pasadas las 2:35 de la madrugada, un incendio no daba tregua a dos locales nocturnos y a raíz de este siniestro, el fuego se propagó al tercer piso del Cuartel General de la Institución, quemándolo casi por completo.
Siete meses después, un sorprendente despertar tuvieron los voluntarios del Cuerpo de Bomberos de Bulnes, quienes a las 8:10 de la mañana del martes 18 de agosto se percataron que en el segundo piso del Cuartel General se encontraron con el fuego.
Producto de esta situación, la Sala de Sesiones del Directorio resultó con daños en el techo, un forado en el piso y la destrucción parcial del mobiliario con que contaba esta dependencia construida en 1965.
Igualmente, parte importante del patrimonio histórico de los bomberos de esta comuna quedaron hechas cenizas, ya que en aquella sección del edificio se atesoraban recuerdos importantes de su quehacer bomberil, entre ellos fotografías, trofeos, reliquias y diplomas que quedaron pegados y calcinados en los muros.
La racha de incendio en casas bomberiles pareciera no detenerse, ya que el 17 de abril del 2009 otra emergencia del mismo carácter se originó en la casa matriz de los voluntarios de Yerbas Buenas.
En esta oportunidad, los daños llegaron a un 80% de su infraestructura, cuya techumbre colapsó completamente, al igual que la central de Alarmas y Telecomunicaciones y el material menor que estaba guardado en una bodega. Asimismo, algunos salones y la casa del cuartelero, también corrieron la misma suerte.
En Villa Alemana, la madrugada del 1 de mayo, será una fecha en que los voluntarios del Cuerpo de Bomberos de la ciudad jamás olvidarán, ya que cerca de la una de la mañana, un siniestro afectó el cuartel de la Cuarta Compañía, ubicada en calle Avellanos, en la población Troncos Viejos.
El infortunio se produjo en el cuarto de la guardia nocturna y el fuego “como Pedro por su casa”, se expandió rápidamente a los baños, pasillo y sala de máquinas.
Son estas emergencias, las que marcan para siempe a una Institución, que en el caso de los bomberos se torna aun más particular al ser el lugar donde sus voluntarios en más de una ocasión comparten los momentos más difícles que les toca vivir durante una incendio u otro tipo de mergencia y que en casos como estos, el mismo fuego derrumba todo lo construido.
fuente: http://www.bomberos.cl/
Incendios en cuarteles: cuando el fuego también afecta a bomberos
En la historia bomberil hay acontecimientos que por lo menos se pueden clasificar como increíbles y uno de ellos son los incendios que se han producido en diversos cuarteles de bomberos a lo largo y ancho del país.
Tal como dice el dicho: “en casa de herrero cuchillo de palo”, no son pocas las emergencias en que los voluntarios en vez de ayudar a terceros, son ellos mismos los que han debido escapar salvando sus pertenencias, para después pedir ayuda a una Compañía hermana.
Por lo general, cuando los carros bombas acuden a un siniestro, la gente nunca piensa que el acontecimiento puede estar afectando a los propios voluntarios, pero con el pasar de los años y los 159 años de vida bomberil han establecido que hasta los mismos bomberos no se escapan de una emergencia de este tipo.
El caso más actual es el que ocurrió el pasado 2 de septiembre cuando los voluntarios de la Segunda Compañía del Cuerpo de Bomberos de Sierra Gorda, se preparaban para recibir diversos equipos en su cuartel.
A eso de las 4 de la madrugada, cuando ni una sola alma deambulaba por la ciudad, de pronto un incendio en una casa deshabitada sorprendió a los bomberos, quienes vieron como el humo y las llamas se abalanzaron contra su propia casa bomberil y en cosa de minutos todo el cuartel y el nuevo equipamiento se destruyó.
Asimismo, los dos nuevos carros bombas que iban a ser entregados debieron ser sacados rápidamente para que no fueran arrasados por el incendio.
Sin embargo, esta misma historia se ha repetido hace más de 100 años a lo largo y ancho del país, donde otros inmuebles de bomberos también se han visto afectados por su peor enemigo: el fuego.
En Iquique la Cuarta Compañía de Bomberos, “Bomba Ausonia”, que alberga a la comunidad italiana de la zona, en dos ocasiones su cuartel ha sucumbido por los embates de las llamas.
La primera de estas emergencias se produjo un lejano 9 de mayo de 1877, cuando la ciudad fue sacudida por un violento terremoto y posterior maremoto que dejó como resultado graves daños en el patrimonio público y privado.
En este contexto, se produjeron grandes incendios en la ciudad, afectando uno de ellos a su propio cuartel, donde amparaban la primera máquina a vapor de la ciudad que había sido importada tres años antes y que afortunadamente la pudieron rescatar.
Sin embargo, en 1885 nuevamente los bomberos italianos se vieron afectados por un incendio, cuando su casa bomberil fue castigada por un dantesco siniestro que consumió gran parte de su material y siete cuadras a la redonda.
Foto referencial de un antiguo cuartel de bomberos de Iquique
Al otro lado del país, el 16 de julio de 1949, día en que la Quinta Compañía de Ancud celebraba seis años de vida institucional, en el Cuartel General del Cuerpo de Bomberos de dicha ciudad, se vivió la misma situación cuando a las ocho de la mañana la sirena anunció un incendio en la casa matriz de los voluntarios.
En cosa de minutos, los 36 voluntarios que asistieron a esta emergencia vieron como el fuego comenzó a hacer de las suyas, hasta que 24 horas después se pudo sofocar las llamas que dejaron un saldo catastrófico para la Institución, con todo el mobiliario, información y documentos históricos hechos cenizas, según lo indicado en el libro de guardia por el Capitán de la época.
En Copiapó, dos años después, el 24 de diciembre una situación parecida fue la que vivió el Cuartel General de Bomberos.
Aquel día, un gigantesco incendio que partió en calle Atacama, entre Yerbas Buenas y Maipú, en pocos minutos hizo que el fuego devorara las maderas de un restaurante, un teatro, un club social y otros locales comerciales, hasta que finalmente llegó a las edificaciones del principal edificio de la Institución, donde las llamas fueron implacables contra su principal enemigo e hicieron sucumbir las dependencias bomberiles ante la mirada impotente de los voluntarios.
El 24 de octubre de 1967, el Cuerpo de Bomberos de Santiago también fue presa de una emergencia de este tipo, cuando en la tarde de dicho día, la central de alarmas anunció un incendio en calle Santo Domingo con Puente, lugar donde se encuentra el Cuartel General.
Fue ahí cuando los voluntarios de distintas compañías salían corriendo de un lado a otro salvando todo lo que podían del interior del edificio de tres pisos, el cual sufrió la destrucción de la sala de sesiones, la techumbre en general y oficinas.
Además, la Cuarta Compañía, “Pompe France”, también se encontraba en la mencionada edificación, y por ende también sufrió graves consecuencias cuando el fuego redujo a su mínima expresión el casino, la guardia nocturna, la sala de máquinas y la casa del cuartelero.
En el Siglo XXI
Durante este centenario, los incendios también han sido protagonistas en los cuarteles de bomberos y al igual que en años anteriores, los principales perjudicados han sido los propios voluntarios.
Uno de estos casos ocurrió el 14 de agosto de 2007 en Papudo, cuando pasada la medianoche, después de realizar una actividad social en el cuartel de la Primera Compañía “Bomba Covadonga”, se inició un incendio en el segundo piso del inmueble, que finalmente dejó 12 millones de pesos en pérdidas.
Otra de estas emergencias tuvo lugar en Tocopilla, el 7 de enero de 2009, cuando pasadas las 2:35 de la madrugada, un incendio no daba tregua a dos locales nocturnos y a raíz de este siniestro, el fuego se propagó al tercer piso del Cuartel General de la Institución, quemándolo casi por completo.
Siete meses después, un sorprendente despertar tuvieron los voluntarios del Cuerpo de Bomberos de Bulnes, quienes a las 8:10 de la mañana del martes 18 de agosto se percataron que en el segundo piso del Cuartel General se encontraron con el fuego.
Producto de esta situación, la Sala de Sesiones del Directorio resultó con daños en el techo, un forado en el piso y la destrucción parcial del mobiliario con que contaba esta dependencia construida en 1965.
Igualmente, parte importante del patrimonio histórico de los bomberos de esta comuna quedaron hechas cenizas, ya que en aquella sección del edificio se atesoraban recuerdos importantes de su quehacer bomberil, entre ellos fotografías, trofeos, reliquias y diplomas que quedaron pegados y calcinados en los muros.
La racha de incendio en casas bomberiles pareciera no detenerse, ya que el 17 de abril del 2009 otra emergencia del mismo carácter se originó en la casa matriz de los voluntarios de Yerbas Buenas.
En esta oportunidad, los daños llegaron a un 80% de su infraestructura, cuya techumbre colapsó completamente, al igual que la central de Alarmas y Telecomunicaciones y el material menor que estaba guardado en una bodega. Asimismo, algunos salones y la casa del cuartelero, también corrieron la misma suerte.
En Villa Alemana, la madrugada del 1 de mayo, será una fecha en que los voluntarios del Cuerpo de Bomberos de la ciudad jamás olvidarán, ya que cerca de la una de la mañana, un siniestro afectó el cuartel de la Cuarta Compañía, ubicada en calle Avellanos, en la población Troncos Viejos.
El infortunio se produjo en el cuarto de la guardia nocturna y el fuego “como Pedro por su casa”, se expandió rápidamente a los baños, pasillo y sala de máquinas.
Son estas emergencias, las que marcan para siempe a una Institución, que en el caso de los bomberos se torna aun más particular al ser el lugar donde sus voluntarios en más de una ocasión comparten los momentos más difícles que les toca vivir durante una incendio u otro tipo de mergencia y que en casos como estos, el mismo fuego derrumba todo lo construido.
fuente: http://www.bomberos.cl/
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