Cambio climático ya afecta la producción de vino
Alejandra Vargas M. alevargas@nacion.com
El cambio climático ya está produciendo un mal sabor de boca en los empresarios del vino, industria que cultiva ocho millones de hectáreas y produce 285 millones de hectolitros al año.
Un estudio de la Universidad de Southern Oregon sugiere que el cambio en la temperatura está causando que los ciclos de maduración de las uvas de las 27 zonas vinícolas más importantes del mundo se están alterando sin que sus productores sepan aún cómo reaccionar ante tal situación.
La investigación asegura, por ejemplo, que en los últimos 75 años en el valle de Napa (California) se produjo un aumento de la temperatura mínima de 5 grados y que esto afectó la producción de los viñedos, publicó la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencia de Estados Unidos.
Incluso, Gregory Jones, profesor de climatología en Oregon y autor del análisis, se atreve a decir que de seguir subiendo la temperatura del orbe, para el 2100 ya este sitio va a ser demasiado cálido para producir vinos de calidad. “En el resto del mundo pasaría igual”, advirtió.
Por qué. Según los científicos, el porqué el ‘calor’ altera tanto estos cultivos es sencillo de explicar. Lo que sucede es que el aumento de las temperaturas interfiere en el ciclo natural de maduración de las uvas, lo que provoca que cuando esta alcanza el grado alcohólico adecuado para producir el vino todavía el fruto no se haya madurado fenológicamente; es decir, que no haya tenido la oportunidad de manifestar todas sus características, como el sabor o el color.
Como resultado, el vino que se fabrica con estas uvas tiene más alcohol, pero también una baja acidez o pH.
Christian Butzke, profesor de Enología de la Universidad de Purdue, en Indiana, asegura que la acidez es precisamente lo que da al vino su poder de longevidad y la estabilidad microbiana ( la protege del riesgo de contaminarse con microbios o descomponerse).
“Al bajar la acidez y subir el potasio, los vinos tienen menos frescor, son más empalagosos y corren un riesgo mayor de contaminación”, aseguró el español Pancho Campo, presidente de la Academia del Vino.
Por si fuera poco, el cambio en las temperaturas hace que las plagas que atacan a los viñedos se fortalezcan en ausencia de frío y causen más estragos en la producción. “Las bacterias, hongos y virus que el frío controlaba naturalmente empiezan a desconsolarse. De allí que hayan aparecido males como la enfermedad de Pierce, que es letal para las uvas”, indicó Butzke.
Ejemplos proactivos. Los interesados reconocen que aún no es posible ‘refrescar’ el ambiente en las regiones vinícolas para mejorar la producción o controlar naturalmente las plagas, pero aseguran que sí existen iniciativas útiles para prevenir otros daños.
Por ejemplo, expertos de la empresa Cuvaison Winery, ubicada en Napa, California, están incorporando el uso intensivo de paneles solares en sus viñedos.
Según Marie Derr, funcionaria de esta empresa, los paneles solares les permiten producir la energía necesaria para generar electricidad y mejorar el almacenaje del vino.
Ellos instalaron 1.425 paneles que son capaces de producir más de 250 kilovatios. Con esta energía, Cuvaison Winery genera de forma limpia cerca del 60% de la electricidad para las bodegas.
Esta empresa no es la primera, ni mucho menos la única. Los viticultores de Cataluña, Jerez, La Rioja, Rivera del Duero y Castilla-La Mancha, en España, e incluso los viñedos de Chianti, en Italia, están haciendo lo mismo y más.
Ellos también han apostado por el llamado sistema de reciclaje de aguas para “no desperdiciar ni una gota” y la instalación de sistemas informáticos que verifican las condiciones del terreno antes de sembrarlo siquiera.
Para ayudarse, los enólogos se reunen anualmente en el Congreso Mundial de Cambio Climático y Vino, y allí comparten experiencias exitosas. Entre los ‘remedios’ sugeridos este año en Barcelona está la clonación de frutos resistentes y el traslado de las zonas de cultivo unos 30 kilómetros por año, hacia zonas más frescas.
fuente: http://www.nacion.com
El cambio climático ya está produciendo un mal sabor de boca en los empresarios del vino, industria que cultiva ocho millones de hectáreas y produce 285 millones de hectolitros al año.
Un estudio de la Universidad de Southern Oregon sugiere que el cambio en la temperatura está causando que los ciclos de maduración de las uvas de las 27 zonas vinícolas más importantes del mundo se están alterando sin que sus productores sepan aún cómo reaccionar ante tal situación.
La investigación asegura, por ejemplo, que en los últimos 75 años en el valle de Napa (California) se produjo un aumento de la temperatura mínima de 5 grados y que esto afectó la producción de los viñedos, publicó la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencia de Estados Unidos.
Incluso, Gregory Jones, profesor de climatología en Oregon y autor del análisis, se atreve a decir que de seguir subiendo la temperatura del orbe, para el 2100 ya este sitio va a ser demasiado cálido para producir vinos de calidad. “En el resto del mundo pasaría igual”, advirtió.
Por qué. Según los científicos, el porqué el ‘calor’ altera tanto estos cultivos es sencillo de explicar. Lo que sucede es que el aumento de las temperaturas interfiere en el ciclo natural de maduración de las uvas, lo que provoca que cuando esta alcanza el grado alcohólico adecuado para producir el vino todavía el fruto no se haya madurado fenológicamente; es decir, que no haya tenido la oportunidad de manifestar todas sus características, como el sabor o el color.
Como resultado, el vino que se fabrica con estas uvas tiene más alcohol, pero también una baja acidez o pH.
Christian Butzke, profesor de Enología de la Universidad de Purdue, en Indiana, asegura que la acidez es precisamente lo que da al vino su poder de longevidad y la estabilidad microbiana ( la protege del riesgo de contaminarse con microbios o descomponerse).
“Al bajar la acidez y subir el potasio, los vinos tienen menos frescor, son más empalagosos y corren un riesgo mayor de contaminación”, aseguró el español Pancho Campo, presidente de la Academia del Vino.
Por si fuera poco, el cambio en las temperaturas hace que las plagas que atacan a los viñedos se fortalezcan en ausencia de frío y causen más estragos en la producción. “Las bacterias, hongos y virus que el frío controlaba naturalmente empiezan a desconsolarse. De allí que hayan aparecido males como la enfermedad de Pierce, que es letal para las uvas”, indicó Butzke.
Ejemplos proactivos. Los interesados reconocen que aún no es posible ‘refrescar’ el ambiente en las regiones vinícolas para mejorar la producción o controlar naturalmente las plagas, pero aseguran que sí existen iniciativas útiles para prevenir otros daños.
Por ejemplo, expertos de la empresa Cuvaison Winery, ubicada en Napa, California, están incorporando el uso intensivo de paneles solares en sus viñedos.
Según Marie Derr, funcionaria de esta empresa, los paneles solares les permiten producir la energía necesaria para generar electricidad y mejorar el almacenaje del vino.
Ellos instalaron 1.425 paneles que son capaces de producir más de 250 kilovatios. Con esta energía, Cuvaison Winery genera de forma limpia cerca del 60% de la electricidad para las bodegas.
Esta empresa no es la primera, ni mucho menos la única. Los viticultores de Cataluña, Jerez, La Rioja, Rivera del Duero y Castilla-La Mancha, en España, e incluso los viñedos de Chianti, en Italia, están haciendo lo mismo y más.
Ellos también han apostado por el llamado sistema de reciclaje de aguas para “no desperdiciar ni una gota” y la instalación de sistemas informáticos que verifican las condiciones del terreno antes de sembrarlo siquiera.
Para ayudarse, los enólogos se reunen anualmente en el Congreso Mundial de Cambio Climático y Vino, y allí comparten experiencias exitosas. Entre los ‘remedios’ sugeridos este año en Barcelona está la clonación de frutos resistentes y el traslado de las zonas de cultivo unos 30 kilómetros por año, hacia zonas más frescas.
fuente: http://www.nacion.com
Comentarios
Estas sin duda ofrecen muchas ventajas.
Pienso que la educación es primordial para que la gente logre entender sus beneficios.
En relación con este tema quiero compartir con ustedes un sitio que ofrece muchísima ifnromación referente a estas tecnologías, consideraciónes importantantes y hasta incluso como puedo calcular un sistema de paneles solares, espero que lo aprovechen
http://store.altestore.com/great_places_to_start/
Saludos cordiales.
Fercho.