Padre Francisco Villarroel r ealizó su última misa en la "Divina Providencia". Se desempeñó como párroco durante 14 años
Los quiero invitar a ser verdaderos “copuchentos de Dios” para que den a conocer las buenas noticias, que proporciona el Señor, más allá de las tragedias y catástrofes, como este gran terremoto que hemos vivido los chilenos, pero que estoy seguro iremos dejando atrás. Con estas palabras, en su última homilía en Providencia, se despidió de la comuna el párroco Francisco Villarroel quien estuvo durante 14 años a cargo de la Divina Providencia.
Con una misa de despedida, en la Municipalidad de Providencia, que contó con la participación de los funcionarios municipales, encabezados por el alcalde Labbé, concejales y vecinos de la comuna. La eucaristía estuvo presidida por el Vicario Fernando Vives y concelebrada por párrocos de la comuna.
Al momento de la homilía, el padre "Pancho" recordó su trabajo en Providencia, mencionando, en particular, labores emprendidas en conjunto con el municipio, mediante las cuales siempre se procuró hacer el bien lográndose "pinceladas de Dios" en Providencia que él siempre compartió con sus feligreses instándolos a ser "verdaderos copuchentos de Dios" para difundir las buenas nuevas.
Por su parte el alcalde Labbé hizo entrega, a nombre de todo el municipio, de un hermoso presente señalando que estos 14 años compartidos con el cura "Pancho", especialmente, su activa participación en las festividades patrias, han dejado una huella imborrable que se caracterizó por las alegrías y los sentimientos profundos del ser chileno.
Con una misa de despedida, en la Municipalidad de Providencia, que contó con la participación de los funcionarios municipales, encabezados por el alcalde Labbé, concejales y vecinos de la comuna. La eucaristía estuvo presidida por el Vicario Fernando Vives y concelebrada por párrocos de la comuna.
Al momento de la homilía, el padre "Pancho" recordó su trabajo en Providencia, mencionando, en particular, labores emprendidas en conjunto con el municipio, mediante las cuales siempre se procuró hacer el bien lográndose "pinceladas de Dios" en Providencia que él siempre compartió con sus feligreses instándolos a ser "verdaderos copuchentos de Dios" para difundir las buenas nuevas.
Por su parte el alcalde Labbé hizo entrega, a nombre de todo el municipio, de un hermoso presente señalando que estos 14 años compartidos con el cura "Pancho", especialmente, su activa participación en las festividades patrias, han dejado una huella imborrable que se caracterizó por las alegrías y los sentimientos profundos del ser chileno.
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