COLUMNA DE OPINIÓN DEL CUERPO DE BOMBEROS DE CHILE:Incendios eléctricos: previniendo los daños estructurales y asegurando la vida
Incendios eléctricos: previniendo los daños estructurales y asegurando la vida
Es cada vez más común escuchar en los noticieros de radio y televisión las declaraciones del Comandante de un cuerpo de bomberos, que afirma ante las cámaras que el origen del siniestro que destruyó una años casa ubicada en el centro de una ciudad, o bien, que dejó sin su fuente laboral a un grupo de trabajadores, tras incendiarse la industria en la que se desempeñaban, se debió a un accidente eléctrico.
Pero, en realidad, lo que se está haciendo cada vez más habitual es la irresponsabilidad demostrada por algunos dueños de casa -y usuarios del servicio de electricidad- que no han tomado las precauciones que la utilización de esta energía requiere para su correcto funcionamiento, libre de incidentes. Por ejemplo, es poco probable pensar que una persona manipularía un electrodoméstico con las manos mojadas, dado el alto riesgo de electrocución, sin embargo, son miles las que sobrecargan el consumo eléctrico destinado para la red domiciliaria, sin percatarse que en realidad están llevando a cabo una actitud absolutamente temeraria, que podría resultar fatal.
No obstante que los sistemas eléctricos todas las construcciones, especialmente las más modernas, fueron diseñadas para soportar un mínimo de artículos que funcionan a base de electricidad, es vital asegurarse respecto de cuál es el consumo máximo que éste aguantará sin ocurrir un sobre calentamiento del sistema.
Al uso -y por consiguiente el consumo de corriente eléctrica- de electrodomésticos como el refrigerador, el televisor y la lavadora, hoy se añaden más elementos, como el secador de pelo, computadores, hornos microondas, etc., los que perfectamente podrían provocar el recalentamiento de los cables eléctricos o conductores.
Por ello, para sortear de buena manera un incidente resultado del sobre consumo de energía eléctrica, lo más sensato es calcular la verdadera utilización que existe de este recurso en el hogar. Quizás este ejercicio pueda sonar algo complejo, pero en realidad es una tarea sencilla, que la podrá resolver en pocos minutos.
Sume el consumo individual de los artefactos que alimenta a través el circuito (potencia en watts) y después, divídalos por el voltaje. El resultado de estas operaciones será la corriente que esta consumiendo y a la que por se está sometido el circuito eléctrico de su vivienda.
A modo de ejemplo, guíese por la siguiente pauta: Un televisor consume un promedio de 50 watts, mientras que la lavadora de ropa otros 800 watts. El funcionamiento del horno microondas requiere de 1.200 watts y una secadora de ropa trabajará a 1.800 watts. Por último, sume 10 ampolletas de 100 watts que, en conjunto, equivaldrán a 1.000 watts.
La suma de la energía requerida para el funcionamiento de los objetos mencionados da como resultado 4.850 watts, lo que dividido por el voltaje de una casa (220 voltios), otorga un consumo de 22 Amperes. Si su domicilio tiene un automático de 15 amperes y cables de 1,5 mm, estará sobrepasado en un 50% el consumo para el cual fue diseñado su circuito eléctrico y, por lo tanto, existirá un real riesgo de incendio en su propiedad.
¿Por qué? Muy sencillo. Si se sobre carga un circuito eléctrico que esta diseñado para soportar 15 amperes, sometiéndolo a un consumo de 25 amperes, ocurrirá el mencionado recalentamiento del cable conductor. En todas las construcciones, los cables están acompañados de los materiales propios de la edificación, que en la mayoría de los casos resultan ser combustibles (además de la propia aislación del conductor, que sobre los 80º C ya comienza a derretirse), por lo que es cosa de tiempo para que se produzca la ignición de estos elementos, y el posterior incendio del inmueble.
Es importante que esté al tanto que si el incendio se inicia en los cables que van por el entretecho de una casa, o a través de los muros, el fuego no será detectado hasta que el humo invada el espacio, y las llamas rápidamente destruyan lo que le costó toda una vida conseguir.
Aquellas personas que viven, o son usuarios de instalaciones construidas hace 20 o más años, deben extremar las medidas de seguridad, ya que el circuito eléctrico con el que fue provisto la edificación fue diseñado para soportar una carga menor a la que acostumbramos hoy, dado que las necesidades de esos años eran definitivamente menores.
La posibilidad de cambiar el circuito eléctrico de una construcción es una variable que no debe dejarse de lado, aunque tampoco es imprescindible para evitar que se inicie un incendio. Si la instalación fue hecha apropiadamente y se utiliza un cableado adecuado para la demanda requerida y el conductor se encuentra correctamente aislado (es decir, el cable no ha sido destrozado por roedores o destruido por la acción de terceros), no debería tener ningún inconveniente. De todos modos, conviene contar con la aprobación de un eléctrico certificado, que revise la instalación.
Si alguna de las condiciones mencionadas no se cumplen en su entorno domiciliario o laboral, lo conveniente es tomar conciencia de aquello y adoptar medidas sobre el asunto: no sobre cargar el circuito. Si el problema es de tipo material (destrucción de la aislación o cables inapropiados) lo ideal es hacer las modificaciones pertinentes. Recuerde que el costo de su vivienda, sus enseres –y su vida, o la de sus familiares- siempre serán mayores a una reparación.
RECOMENDACIONES
Para prevenir accidentes debido a instalaciones/ conexiones defectuosas se recomienda:
• Realizar una inspección preventiva a la Red eléctrica del hogar.
• Realizar un cálculo para verificar el consumo adecuado de electricidad.
• Instalar circuitos paralelos para aparatos de alto consumo -aire acondicionado, calefacción, lavarropas, lavavajillas, etc.- trabajo que debe ser realizado, siempre, por un profesional.
• Indispensable instalar una conexión a tierra con barra "Copper" para todo el circuito. También es necesario considerar la instalación de un disyuntor diferencial a tierra (dispositivo que se coloca en las instalaciones eléctricas con el fin de proteger a las personas de las derivaciones causadas por faltas de aislamiento entre los cables energizados y la tierra o masa de los aparatos), o tapacorrientes si existen niños.
fuente. http://www.bomberos.cl/
Es cada vez más común escuchar en los noticieros de radio y televisión las declaraciones del Comandante de un cuerpo de bomberos, que afirma ante las cámaras que el origen del siniestro que destruyó una años casa ubicada en el centro de una ciudad, o bien, que dejó sin su fuente laboral a un grupo de trabajadores, tras incendiarse la industria en la que se desempeñaban, se debió a un accidente eléctrico.
Pero, en realidad, lo que se está haciendo cada vez más habitual es la irresponsabilidad demostrada por algunos dueños de casa -y usuarios del servicio de electricidad- que no han tomado las precauciones que la utilización de esta energía requiere para su correcto funcionamiento, libre de incidentes. Por ejemplo, es poco probable pensar que una persona manipularía un electrodoméstico con las manos mojadas, dado el alto riesgo de electrocución, sin embargo, son miles las que sobrecargan el consumo eléctrico destinado para la red domiciliaria, sin percatarse que en realidad están llevando a cabo una actitud absolutamente temeraria, que podría resultar fatal.
No obstante que los sistemas eléctricos todas las construcciones, especialmente las más modernas, fueron diseñadas para soportar un mínimo de artículos que funcionan a base de electricidad, es vital asegurarse respecto de cuál es el consumo máximo que éste aguantará sin ocurrir un sobre calentamiento del sistema.
Al uso -y por consiguiente el consumo de corriente eléctrica- de electrodomésticos como el refrigerador, el televisor y la lavadora, hoy se añaden más elementos, como el secador de pelo, computadores, hornos microondas, etc., los que perfectamente podrían provocar el recalentamiento de los cables eléctricos o conductores.
Por ello, para sortear de buena manera un incidente resultado del sobre consumo de energía eléctrica, lo más sensato es calcular la verdadera utilización que existe de este recurso en el hogar. Quizás este ejercicio pueda sonar algo complejo, pero en realidad es una tarea sencilla, que la podrá resolver en pocos minutos.
Sume el consumo individual de los artefactos que alimenta a través el circuito (potencia en watts) y después, divídalos por el voltaje. El resultado de estas operaciones será la corriente que esta consumiendo y a la que por se está sometido el circuito eléctrico de su vivienda.
A modo de ejemplo, guíese por la siguiente pauta: Un televisor consume un promedio de 50 watts, mientras que la lavadora de ropa otros 800 watts. El funcionamiento del horno microondas requiere de 1.200 watts y una secadora de ropa trabajará a 1.800 watts. Por último, sume 10 ampolletas de 100 watts que, en conjunto, equivaldrán a 1.000 watts.
La suma de la energía requerida para el funcionamiento de los objetos mencionados da como resultado 4.850 watts, lo que dividido por el voltaje de una casa (220 voltios), otorga un consumo de 22 Amperes. Si su domicilio tiene un automático de 15 amperes y cables de 1,5 mm, estará sobrepasado en un 50% el consumo para el cual fue diseñado su circuito eléctrico y, por lo tanto, existirá un real riesgo de incendio en su propiedad.
¿Por qué? Muy sencillo. Si se sobre carga un circuito eléctrico que esta diseñado para soportar 15 amperes, sometiéndolo a un consumo de 25 amperes, ocurrirá el mencionado recalentamiento del cable conductor. En todas las construcciones, los cables están acompañados de los materiales propios de la edificación, que en la mayoría de los casos resultan ser combustibles (además de la propia aislación del conductor, que sobre los 80º C ya comienza a derretirse), por lo que es cosa de tiempo para que se produzca la ignición de estos elementos, y el posterior incendio del inmueble.
Es importante que esté al tanto que si el incendio se inicia en los cables que van por el entretecho de una casa, o a través de los muros, el fuego no será detectado hasta que el humo invada el espacio, y las llamas rápidamente destruyan lo que le costó toda una vida conseguir.
Aquellas personas que viven, o son usuarios de instalaciones construidas hace 20 o más años, deben extremar las medidas de seguridad, ya que el circuito eléctrico con el que fue provisto la edificación fue diseñado para soportar una carga menor a la que acostumbramos hoy, dado que las necesidades de esos años eran definitivamente menores.
La posibilidad de cambiar el circuito eléctrico de una construcción es una variable que no debe dejarse de lado, aunque tampoco es imprescindible para evitar que se inicie un incendio. Si la instalación fue hecha apropiadamente y se utiliza un cableado adecuado para la demanda requerida y el conductor se encuentra correctamente aislado (es decir, el cable no ha sido destrozado por roedores o destruido por la acción de terceros), no debería tener ningún inconveniente. De todos modos, conviene contar con la aprobación de un eléctrico certificado, que revise la instalación.
Si alguna de las condiciones mencionadas no se cumplen en su entorno domiciliario o laboral, lo conveniente es tomar conciencia de aquello y adoptar medidas sobre el asunto: no sobre cargar el circuito. Si el problema es de tipo material (destrucción de la aislación o cables inapropiados) lo ideal es hacer las modificaciones pertinentes. Recuerde que el costo de su vivienda, sus enseres –y su vida, o la de sus familiares- siempre serán mayores a una reparación.
RECOMENDACIONES
Para prevenir accidentes debido a instalaciones/ conexiones defectuosas se recomienda:
• Realizar una inspección preventiva a la Red eléctrica del hogar.
• Realizar un cálculo para verificar el consumo adecuado de electricidad.
• Instalar circuitos paralelos para aparatos de alto consumo -aire acondicionado, calefacción, lavarropas, lavavajillas, etc.- trabajo que debe ser realizado, siempre, por un profesional.
• Indispensable instalar una conexión a tierra con barra "Copper" para todo el circuito. También es necesario considerar la instalación de un disyuntor diferencial a tierra (dispositivo que se coloca en las instalaciones eléctricas con el fin de proteger a las personas de las derivaciones causadas por faltas de aislamiento entre los cables energizados y la tierra o masa de los aparatos), o tapacorrientes si existen niños.
fuente. http://www.bomberos.cl/
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