Las bodegas de Málaga,España,impulsan las ventas al exterior para compensar el estancamiento del consumo nacional. EEUU. y China, mercados al alza
La fama del vino de Málaga traspasa fronteras, pero muchos son los que todavía lo sitúan un escalón por debajo del Jerez o el Oporto. Los bodegueros de la provincia apuntan a la exportación como la mejor fórmula para potenciar su marca y hacer crecer su negocio. Actualmente, el 37% de la producción de las bodegas malagueñas se exporta, según datos del Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Málaga y Sierras de Málaga.
Para los responsables de Quitapenas, el mercado nacional está prácticamente saturado. Por eso dedican su máximo esfuerzo a potenciar sus exportaciones, que han crecido a un ritmo de un 20% anual en los últimos tiempos (el doble de lo que aumenta su facturación global). Sus principales países de destino coinciden con los que más demandan el vino Málaga: Francia, Alemania, Austria, Polonia, Hungría, Suecia y Estados Unidos, según los datos aportados por el Consejo Regulador.
EE.UU. y China
Málaga Virgen también está potenciando con decisión las exportaciones. Con Norteamérica y China como mercados emergentes que se han metido con fuerza en su cartera de clientes, la intención de la firma es que las ventas al exterior supongan hasta el 40% de su facturación en los próximos ejercicios (a principios del año pasado el porcentaje ascendía sólo al 15%).
Según el Consejo Regulador, de los cerca de dos millones de litros de vino con denominación de origen que se comercializaron en la campaña 2007-2008, más de 750.000 –un 37%– fueron a parar al extranjero. El propio secretario de este organismo, Juan Manuel Moreno, destacaba recientemente el especial esfuerzo que se está haciendo para fomentar las exportaciones. La crisis no es ajena a esta tendencia. «Salir a vender fuera y buscar otros mercados puede ser una válvula de escape si baja el consumo a nivel nacional», afirmó.
Este puede ser el año en que empiece a funcionar el consorcio Biznaga Spanish Delight, un ente creado por Quitapenas y otras empresas alimentarias malagueñas con idea de exportar productos ‘gourmet’ dirigidos a los amantes de la buena cocina en cualquier país del mundo.
Pequeñas cantidades
Sin embargo, no todas las bodegas otorgan el mismo valor al hecho de ver sus vinos en las estanterías internacionales. Federico Schatz, de Ronda, se limita a vender algunas botellas en Andorra y Alemania, y ahora está intentando introducirse en Estados Unidos. «Es importante hacer marca en el exterior, pero bodegas pequeñas como la nuestra lo tienen difícil», afirma.
Algo similar opinan en Bodegas Gomara, donde las exportaciones aportan tan sólo el 10% de la facturación (y se reparten fundamentalmente entre países europeos y Japón). Su gerente, José Manuel García, comenta que tienen el objetivo de ampliar la cuota de ventas exteriores, pero no a corto plazo. Además, ello dependerá de muchos factores, entre ellos el cambio euro-dólar.
Por su parte, José Antonio Vera, de la bodega Joaquín Fernández (Ronda), cree que el porcentaje de las exportaciones sobre las ventas nunca debe superar el 40%. «Hemos tenido ofertas para vender toda la producción a China, pero no podemos dejar desabastecido el mercado nacional», apunta. Radicalmente diferente es la opinión de Jorge Ordóñez, bodega de la Axarquía que vende el 100% de su producción en Estados Unidos.
fuente. http://www.diariosur.es
Para los responsables de Quitapenas, el mercado nacional está prácticamente saturado. Por eso dedican su máximo esfuerzo a potenciar sus exportaciones, que han crecido a un ritmo de un 20% anual en los últimos tiempos (el doble de lo que aumenta su facturación global). Sus principales países de destino coinciden con los que más demandan el vino Málaga: Francia, Alemania, Austria, Polonia, Hungría, Suecia y Estados Unidos, según los datos aportados por el Consejo Regulador.
EE.UU. y China
Málaga Virgen también está potenciando con decisión las exportaciones. Con Norteamérica y China como mercados emergentes que se han metido con fuerza en su cartera de clientes, la intención de la firma es que las ventas al exterior supongan hasta el 40% de su facturación en los próximos ejercicios (a principios del año pasado el porcentaje ascendía sólo al 15%).
Según el Consejo Regulador, de los cerca de dos millones de litros de vino con denominación de origen que se comercializaron en la campaña 2007-2008, más de 750.000 –un 37%– fueron a parar al extranjero. El propio secretario de este organismo, Juan Manuel Moreno, destacaba recientemente el especial esfuerzo que se está haciendo para fomentar las exportaciones. La crisis no es ajena a esta tendencia. «Salir a vender fuera y buscar otros mercados puede ser una válvula de escape si baja el consumo a nivel nacional», afirmó.
Este puede ser el año en que empiece a funcionar el consorcio Biznaga Spanish Delight, un ente creado por Quitapenas y otras empresas alimentarias malagueñas con idea de exportar productos ‘gourmet’ dirigidos a los amantes de la buena cocina en cualquier país del mundo.
Pequeñas cantidades
Sin embargo, no todas las bodegas otorgan el mismo valor al hecho de ver sus vinos en las estanterías internacionales. Federico Schatz, de Ronda, se limita a vender algunas botellas en Andorra y Alemania, y ahora está intentando introducirse en Estados Unidos. «Es importante hacer marca en el exterior, pero bodegas pequeñas como la nuestra lo tienen difícil», afirma.
Algo similar opinan en Bodegas Gomara, donde las exportaciones aportan tan sólo el 10% de la facturación (y se reparten fundamentalmente entre países europeos y Japón). Su gerente, José Manuel García, comenta que tienen el objetivo de ampliar la cuota de ventas exteriores, pero no a corto plazo. Además, ello dependerá de muchos factores, entre ellos el cambio euro-dólar.
Por su parte, José Antonio Vera, de la bodega Joaquín Fernández (Ronda), cree que el porcentaje de las exportaciones sobre las ventas nunca debe superar el 40%. «Hemos tenido ofertas para vender toda la producción a China, pero no podemos dejar desabastecido el mercado nacional», apunta. Radicalmente diferente es la opinión de Jorge Ordóñez, bodega de la Axarquía que vende el 100% de su producción en Estados Unidos.
fuente. http://www.diariosur.es
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