El 6 de enero de 1945 cayó en acto de servicio el Teniente Segundo de la Segunda Compañía del Cuerpo de Bomberos de Rengo, Luis Alberto Chávez Rojas
El 6 de enero de 1945 cayó en acto de servicio el Teniente Segundo de la Segunda Compañía del Cuerpo de Bomberos de Rengo, Luis Alberto Chávez Rojas, quien con tan sólo cuatro días ejerciendo el cargo pasó a engrosar la lista de mártires.
Aquel día un incendio en una fábrica ubicada en la localidad de Tambo, cercana a la ciudad de San Vicente de Tagua Tagua, movilizó a los voluntarios de esta ciudad, quienes debido al intenso fuego que emanaba el lugar, procedieron a pedir apoyo al Cuerpo de Bomberos de Rengo.
De inmediato se movilizaron los voluntarios, entre ellos Chávez, quien junto a sus compañeros de ideal fueron a sofocar el siniestro que a esa altura no daba tregua.
Al llegar al siniestro, rápidamente los voluntarios procedieron a armar líneas de agua y fue ahí cuando este joven voluntario se subió al techo de la fábrica y producto de la gran combustión que se producía al interior de la estructura, ésta se debilitó haciendo que el inmueble se desplomara y con ello que dicho oficial de mando cayera entre medio de los escombros y las llamas.
Infructuosos fueron los esfuerzos de sus compañeros por rescatar a su compañero, ya que el fuego, enemigo tenaz de los bomberos esta vez les ganó a los voluntarios, quienes vieron como la vida de un camarada se daba por terminada.
De esta manera, el Cuerpo de Bomberos de Rengo volvió a enlutarse y llorar la muerte de uno de sus voluntarios, quien tenía una vida llena de anhelos y desafíos personales y bomberiles, pero como un verdadero caballero del fuego ahora es recordado como el mártir número 66 de la historia bomberil chilena.
fuente: http://www.bomberos.cl/
Aquel día un incendio en una fábrica ubicada en la localidad de Tambo, cercana a la ciudad de San Vicente de Tagua Tagua, movilizó a los voluntarios de esta ciudad, quienes debido al intenso fuego que emanaba el lugar, procedieron a pedir apoyo al Cuerpo de Bomberos de Rengo.
De inmediato se movilizaron los voluntarios, entre ellos Chávez, quien junto a sus compañeros de ideal fueron a sofocar el siniestro que a esa altura no daba tregua.
Al llegar al siniestro, rápidamente los voluntarios procedieron a armar líneas de agua y fue ahí cuando este joven voluntario se subió al techo de la fábrica y producto de la gran combustión que se producía al interior de la estructura, ésta se debilitó haciendo que el inmueble se desplomara y con ello que dicho oficial de mando cayera entre medio de los escombros y las llamas.
Infructuosos fueron los esfuerzos de sus compañeros por rescatar a su compañero, ya que el fuego, enemigo tenaz de los bomberos esta vez les ganó a los voluntarios, quienes vieron como la vida de un camarada se daba por terminada.
De esta manera, el Cuerpo de Bomberos de Rengo volvió a enlutarse y llorar la muerte de uno de sus voluntarios, quien tenía una vida llena de anhelos y desafíos personales y bomberiles, pero como un verdadero caballero del fuego ahora es recordado como el mártir número 66 de la historia bomberil chilena.
fuente: http://www.bomberos.cl/
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