Presidente Piñera presentó al país Reforma Tributaria para el financiamiento de la educación

El Presidente de la República, Sebastián Piñera, anunció esta noche, a través de una cadena nacional de radio y televisión, el contenido de la Reforma Tributaria que irá en directo beneficio de la educación.


El Mandatario destacó que “el cien por ciento de los mayores recursos que recaude esta Reforma Tributaria, se destinarán a financiar la Reforma Educacional” y recalcó que este paquete de medidas “se hace cargo de los problemas, necesidades y sueños que se arrastran desde hace tantos años”.

En ese sentido, efectuó un llamado a los chilenos para unirse y sacar adelante una reforma que permitirá entregar una mayor y mejor educación a los niños y jóvenes de nuestro país. “Hoy debemos unirnos, redoblar nuestros esfuerzos y garantizar a todos una educación de calidad, que les permita desarrollar en plenitud sus talentos, realizarse como personas y buscar su felicidad”.

Del mismo modo, indicó que “mantendremos una conducción económica seria y responsable y seguiremos promoviendo la inversión, la productividad, la innovación, el emprendimiento y la Agenda de Impulso Competitivo, para no sólo mantener, sino que incrementar nuestra capacidad de crecimiento, de creación de empleos y de mejoría en los salarios”.

Al finalizar su intervención, puntualizó que “junto con esta reforma, potenciaremos y fortaleceremos el sistema de protección de los consumidores frente a alzas en el precio de los combustibles, creando un mecanismo de impuestos variables, de forma tal que cuando el precio de los combustibles sea alto, los impuestos bajen, el Fisco recaude menos y los consumidores paguen menos. Y lo contrario ocurra cuando el precio de los combustibles sea bajo”.

A continuación, lea la intervención completa del Mandatario

Chilenas y chilenos, muy buenas noches:

Hoy quiero compartir con ustedes dos reformas íntimamente relacionadas, y que tendrán un impacto muy positivo en la calidad de vida, las oportunidades y el futuro de todas las chilenas y chilenos, pero muy especialmente de los jóvenes: me refiero a la Reforma Educacional y a la Reforma Tributaria.

Permítanme contarles una conversación que tuve hace sólo unos días con Cristina Barahona, directora de la Escuela Francisco Ramírez, que acoge a niños vulnerables y de clase media, en la comuna de San Ramón, y que obtuvo los más altos puntajes en la última prueba Simce.

En esa ocasión le pregunté “cómo lo habían logrado, qué habían hecho para que niños provenientes de hogares vulnerables y de clase media, obtuvieran los más altos puntajes del país en la prueba Simce”. Su respuesta, llena de simpleza y humildad, fue toda una lección de sabiduría. Me dijo: “Presidente, la clave es creer que las cosas se pueden hacer. Tener fe en que todos los niños tienen las mismas capacidades.

Esto tiene que ser acompañado de un grupo de profesores de mucha calidad y muy comprometidos y, por supuesto, del respaldo de las familias”. Y agregó: “Los conocimientos se pueden adquirir, pero el corazón y la vocación, no”. Estos son los mismos principios que inspiran nuestra Reforma Educacional, cuyo objetivo es mejorar la calidad, el acceso y el financiamiento de la educación para todos los niños y jóvenes, en todos los niveles, preescolar, escolar y superior.

En la sociedad moderna, la sociedad del conocimiento y la información en la que vivimos, es y será la calidad de la educación la que hará la diferencia entre los países que logran alcanzar el desarrollo y derrotar la pobreza, y aquellos que se quedan atrapados en sus desigualdades y penurias.

Y todos sabemos que una buena educación abre las puertas a un mundo de oportunidades, y que la ausencia de ella, puede condenar a una vida de frustraciones.

Por eso el Gobierno y la sociedad chilena han puesto a la educación en el corazón de nuestras preocupaciones y prioridades.

La educación es un medio, pero también es un fin. Es un medio para incrementar nuestras capacidades, y es un fin, para crecer y realizarnos como personas.

En consecuencia, la batalla por una educación de calidad para todos, es la batalla del futuro. Y la tenemos y la vamos a ganar, para crear una sociedad cada día más libre, más próspera, más justa y más feliz.

En los últimos dos años hemos avanzado mucho en materia de educación. Hemos aumentado significativamente las becas y subvenciones de nuestros estudiantes, y también las remuneraciones de nuestros profesores. Hemos creado 60 Liceos Bicentenario de Excelencia, en todas las regiones de Chile, y un Liceo de Excelencia en la WEB, para que todo niño, no importando el lugar o circunstancia en que nació, sepa que si se esfuerza, tendrá acceso a una educación de excelencia, equivalente a la que hoy imparten liceos tan prestigiados como el Instituto Nacional o el Carmela Carvajal.

También hemos implementado la Beca Vocación de Profesor, que permite a miles de jóvenes talentosos estudiar pedagogía completamente gratis, y así, en el futuro, educar mejor a nuestros hijos.

Y estamos potenciando y flexibilizando el estatuto y la carrera docente, para reconocer, capacitar, motivar y premiar mejor a tantos buenos directores y profesores, que se esfuerzan todos los días por dar a nuestros niños y a nuestros jóvenes una buena educación.

Y los resultados ya se empiezan a notar. Las pruebas Simce de los últimos dos años muestran que vamos por el camino correcto.

En efecto, luego de décadas de estancamiento, y gracias a los cambios antes mencionados, y también al aporte de los gobiernos anteriores, finalmente la calidad y la equidad de la educación han empezado a mejorar. Y especialmente la calidad de la educación de los estudiantes más vulnerables y de clase media.

Pero no podemos bajar los brazos. Tenemos una deuda histórica y un compromiso moral con nuestros niños y jóvenes.

Hoy debemos unirnos, redoblar nuestros esfuerzos y garantizar a todos una educación de calidad, que les permita desarrollar en plenitud sus talentos, realizarse como personas y buscar su felicidad.

Esa es la gran misión de nuestra generación, la generación del Bicentenario, y es también el principal objetivo de las medidas que hoy damos a conocer.

Y la Reforma Educacional, para ser justa y eficaz, tiene que empezar lo más cerca posible de la cuna, para corregir las desigualdades de origen cuando aún estamos a tiempo. Todos sabemos que la educación y motivación de los niños en sus primeros años de vida, son determinantes para su desarrollo emocional e intelectual posterior.

Por esta razón nuestro Gobierno se ha comprometido a garantizar cobertura gratuita y de calidad en la educación preescolar a todos los niños pertenecientes al 60% de los hogares más vulnerables y de clase media. Esto significa aumentar en más de 75 mil los cupos en kinder y pre-kinder, entre el 2012 y el 2014, y en un 20% el monto de esa subvención. Esto beneficiará a más de 300 mil niños.

En la educación escolar hemos incrementado la subvención preferencial en un 21%, de forma de cumplir con nuestro compromiso de duplicarla en 8 años. Y esta reforma, además, ampliará esa subvención al tercer quintil, beneficiando a más alumnos de clase media, y la hará extensiva no solamente a la educación básica, sino también a la educación media. Más de 700 mil nuevos estudiantes serán los beneficiados.

Y, por supuesto, esta reforma también se hace cargo de los problemas, necesidades y los sueños, que se arrastran desde hace tantos años, de los estudiantes de la educación superior, tanto la universitaria como la técnico-profesional.

Hemos heredado un mal sistema de financiamiento de la educación superior. Un sistema de becas insuficiente y que discrimina a los estudiantes de la educación técnico profesional y universitaria privada. Y un sistema de créditos que además de discriminarlos, ha generado deudas muchas veces excesivas, e incluso agobiantes.

Esta reforma corregirá estos problemas y garantizará becas a todos los estudiantes de universidades, institutos y centros de formación técnica que tengan mérito y pertenezcan al 60% de los hogares vulnerables y de clase media.

Esto requerirá multiplicar casi por cuatro el número de becas en la educación superior, pasando de las 118 mil que teníamos el 2009, a más de 400 mil becas al término de nuestro Gobierno.

Adicionalmente, a los estudiantes pertenecientes al 40% de los hogares más vulnerables, y para igualar oportunidades, les reduciremos las exigencias en materia de puntaje de la PSU para la obtención de sus becas. Es justo dar más oportunidades a aquellos estudiantes que han tenido una educación escolar más precaria.

También garantizaremos el acceso a préstamos para la educación superior a todos los estudiantes, con excepción de aquellos que pertenecen al 10% de los hogares con mayores ingresos de nuestro país.

Y para que ese crédito nunca más se transforme en una pesada mochila, su tasa de interés será subsidiada y alcanzará a sólo 2% al año. Su pago nunca excederá del 10% de sus rentas, cuando comiencen a trabajar, y tendrá un máximo de 180 cuotas mensuales. Y en ese momento, cualquiera sea el saldo de la deuda, ésta se extinguirá automáticamente.

Este nuevo sistema integrado de créditos será administrado y financiado por el Estado de Chile, quien reemplazará a los bancos y terminará también con el trato discriminatorio entre estudiantes de distintas instituciones de educación superior, y garantizará que ningún joven con mérito y voluntad se quede fuera de la Educación Superior por falta de recursos, y también, que ninguna familia vea transformado el sueño de un hijo profesional, en una pesadilla, debido al exceso de endeudamiento.

Por el contenido y envergadura de esta misión, esta gran Reforma a la Educación en Chile requerirá también de cuantiosos recursos, que van más allá de los más de 1.000 millones de dólares adicionales, ya asignados, para educación en el Presupuesto de este año, lo que significa que hoy día uno de cada cinco pesos que gasta el Estado, lo destina a la educación.

Esta reforma requiere una Reforma Tributaria, que nos permita financiarla en forma seria, responsable y sustentable. El cien por ciento de los mayores recursos que recaude esta Reforma Tributaria, se destinarán a financiar la Reforma Educacional. Esta Reforma Tributaria, que será ingresada al Congreso el próximo lunes, apunta a muchos objetivos.

Primero, aumentar la recaudación en una cifra que fluctuará entre los 700 y 1.000 millones de dólares al año, y que irán a financiar la educación.

Y en esta materia es bueno recordar que estamos creando la Agencia de Calidad y la Superintendencia de Educación, que asegurarán la calidad y el buen uso de los recursos públicos. No se trata sólo de gastar más, se trata también de gastar mejor.

A las empresas se les requerirá un esfuerzo adicional, subiendo la tasa de impuesto permanente sobre las utilidades del 17% al 20%. Y, adicionalmente, se corregirán o eliminarán una serie de franquicias tributarias o distorsiones que reducen la recaudación y que no se justifican.

Segundo, esta reforma significará un alivio tributario para las personas, al reducir las tasas marginales de sus impuestos a la renta. Estas rebajas fluctuarán entre el 10 y el 15%, correspondiendo naturalmente la mayor rebaja a los grupos de menores ingresos.

Adicionalmente, se establecerá un incentivo a la educación y a la familia, al permitir a las familias de clase media descontar de sus impuestos hasta el 50% de los gastos que efectúan en la educación de sus hijos.

Tercero, esta reforma impulsará también el ahorro, la inversión y el crecimiento, al reducir el impuesto de timbres y estampillas, el impuesto a los créditos, desde el 0,6% actual, a un 0,2%, lo que va a beneficiar directamente a 2,8 millones de personas y más de 390 mil pequeñas y medianas empresas.

Esta reforma también incorpora los llamados impuestos verdes, a aquellos bienes cuya disposición final afecta negativamente el medio ambiente y la calidad de vida de la gente, e incorpora subsidios verdes para fomentar el reciclaje de esos productos.

Y adicionalmente, dado su impacto en la salud, se incrementará el impuesto a los licores de mayor graduación de alcohol.

Estoy muy consciente del impacto que las alzas en los precios internacionales del petróleo ha significado en los precios de los combustibles en Chile, y también del duro efecto en el presupuesto y bienestar de las familias chilenas.

Por estas razones, junto con esta reforma, potenciaremos y fortaleceremos el sistema de protección de los consumidores frente a alzas en el precio de los combustibles, creando un mecanismo de impuestos variables, de forma tal que cuando el precio de los combustibles sea alto, los impuestos bajen, el Fisco recaude menos y los consumidores paguen menos. Y lo contrario ocurra cuando el precio de los combustibles sea bajo. Este mecanismo sin duda va a atenuar las fluctuaciones en el precio de los combustibles y va a significar un alivio al presupuesto de las familias. También en los próximos días daremos a conocer un bono que va a atenuar la situación generada por el alza de los combustibles a los taxistas y a los transportistas escolares.

Estas reformas que hoy anunciamos son posibles porque hemos realizado una conducción económica seria, responsable. Es esto lo que nos ha permitido, junto al esfuerzo de todos los chilenos, que en un mundo golpeado por las crisis, las recesiones económicas y la inestabilidad, Chile haya recuperado, y con fuerza, su capacidad de crecer, de crear empleos, de mejorar los salarios y, al mismo tiempo, mantener sólidos y sanos sus equilibrios económicos.

Sin duda, todos quisiéramos ir más rápido, pero debemos construir sobre roca y no sobre arena, y nunca generar falsas ilusiones que significan pan para hoy y hambre para mañana. Esa lección la han aprendido con dolor, muchos países. Se trata de un equilibrio complejo que, como Presidente, tengo la obligación y el deber de cautelar.

En consecuencia, mantendremos una conducción económica seria y responsable y seguiremos promoviendo la inversión, la productividad, la innovación, el emprendimiento y la Agenda de Impulso Competitivo, para no sólo mantener, sino que incrementar nuestra capacidad de crecimiento, de creación de empleos y de mejoría en los salarios.

Finalmente, un mensaje a los jóvenes de Chile.

La sociedad entera está haciendo un enorme esfuerzo para financiar esta Reforma Educacional. Sin duda todos debemos comprometernos, pero el éxito de esta Reforma Educacional depende básicamente de la voluntad, el esfuerzo y el compromiso de nuestros estudiantes. Al fin y al cabo, se trata de sus vidas, se trata de sus futuros.

Por todas estas razones, pido encarecidamente a todos los parlamentarios, de Gobierno y de oposición, que aprueben oportunamente tanto la Reforma Educacional como la Reforma Tributaria, las cuales estoy seguro nos permitirán dar un gran salto adelante hacia ese Chile con el cual siempre hemos soñado, ese Chile y esa sociedad más libre, más próspera, más justa, mejor educada y también más feliz.

Que Dios bendiga a nuestro país y a las familias chilenas.

Buenas noches y muchas gracias.

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