Tres funciones que deben desempeñan las ciudades. El Banco Mundial colabora con todos los países para que las ciudades puedan desempeñarse con éxito como intermediadoras, motores y pilares para beneficiar a las personas y las empresas por igual.

Hace más de 20 años, Fatma y su esposo Peter se mudaron de una zona rural de Tanzanía a Dar es Salaam, la ciudad más poblada del país. Para estar cerca del trabajo y ahorrar dinero, Fatma y Peter se establecieron en uno de los barrios de tugurios más grandes de la ciudad, donde el acceso a los servicios básicos suele ser un lujo. Todos los días tienen que cocinar con agua sucia y ver los residuos no tratados que son arrojados a las calles. A pesar de su lucha diaria, se sienten más cerca de las oportunidades viviendo en la ciudad, y tienen grandes esperanzas para el futuro de sus seis hijos.
Fatma y Peter (i) son solo un ejemplo de los casi 1000 millones de pobres que viven en asentamientos urbanos informales en todo el mundo. Muchas de estas personas y sus familias han llegado a las ciudades en busca de mejores empleos y medios de subsistencia. Pero así como las ciudades crecen rápidamente, lo mismo sucede con la presión ejercida por la desaceleración de la productividad mundial, el aumento de los riesgos climáticos y de desastres, y el rápido envejecimiento de la población, entre otros factores. Todo lo anterior ha representado desafíos sin precedentes para  los objetivos de reducir la pobreza y generar crecimiento económico. Para Fatma, Peter y los miles de millones de habitantes urbanos como ellos, esto significa un futuro cada vez más incierto.
En medio de esta situación de crecientes incertidumbres, los países necesitan de manera urgente nuevas fuentes de crecimiento para ayudar a combatir la pobreza extrema y aumentar la prosperidad compartida. Y las ciudades, donde se genera más del 80 % del PIB mundial y vive más de la mitad de la población del mundo, deben asumir su responsabilidad y liderar los esfuerzos para encarar este apremiante desafío del desarrollo.

" Los desafíos de la urbanización pueden ser inmensos, pero también lo son las oportunidades que estos conllevan, Al reunir a los Gobiernos, las organizaciones internacionales, la sociedad civil y el sector privado en las tareas de planificar, conectar y financiar las ciudades, podemos contribuir efectivamente a configurar un desarrollo urbano sostenible a largo plazo. "
Image

Ede Ijjasz-Vasquez

director superior del Departamento de Prácticas Mundiales de Desarrollo Social, Urbano y Rural, y Resiliencia del Banco Mundial


De hecho, el Objetivo de Desarrollo Sostenible 11 y la Nueva Agenda Urbana (i) han establecido una visión para lograr que las ciudades sean inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles para todos los habitantes. Con tal fin, el Banco Mundial colabora con países de todo el mundo para que las ciudades y áreas metropolitanas puedan desempeñar con éxito sus tres funciones cruciales como intermediadoras, motores y pilares y beneficiar a las personas y las empresas por igual.


¿Qué implican estas funciones? ¿Qué medidas pueden adoptar las ciudades para garantizar un crecimiento sostenible y asegurar el camino hacia un futuro inclusivo y resiliente? Ya están surgiendo grandes ideas para inspirar y orientar los esfuerzos mundiales en favor de una urbanización sostenible sin dejar a nadie rezagado:
  • Las ciudades como intermediadoras que conectan a las personas con las oportunidades
Las ciudades en África al sur del Sahara se caracterizan por estar desconectadas, tener exceso de población y ser caras. Para mejorar las condiciones de vida y conectar mejor a las personas con las oportunidades de empleo, las ciudades deben priorizar la gestión sostenible de la tierra, según un informe titulado “Africa’s Cities: Opening Doors to the World” (i). En este documento se recomienda poner en práctica un enfoque normativo bidireccional: 1) formalizar los mercados de tierras, clarificar los derechos de propiedad y establecer una planificación urbana eficaz, y 2) realizar inversiones en infraestructura de manera anticipada y coordinada.
De manera similar, en regiones que se están urbanizando rápidamente, como Asia oriental (i) y Asia meridional, (i) los planificadores urbanos y los funcionarios gubernamentales deberán adoptar políticas proactivas para proporcionar tierra, vivienda y servicios, así como mejorar la habitabilidad y la conectividad de los nuevos residentes urbanos. Dado que más de la mitad de las personas que han sido desplazadas por la fuerza en el mundo vive en espacios urbanos, esto también es aplicable a las ciudades de regiones, como Oriente Medio y África.
  • Las ciudades como motores del crecimiento económico inclusivo
En un informe (i) de un estudio sobre la competitividad de 750 ciudades se indica que el 75 % de las ciudades ha crecido más rápido que las respectivas economías nacionales desde principios del año 2000. No obstante, 1 de cada 3 residentes urbanos del mundo en desarrollo todavía vive en barrios de tugurios, y a menudo tienen temor de ser víctimas de la delincuencia y la violencia. Para garantizar que las ciudades del futuro brinden oportunidades a todos, el Banco Mundial insta a adoptar un enfoque tridimensional de “Ciudades inclusivas” que aborde simultáneamente la inclusión espacial, la inclusión social y la inclusión económica. Y las ciudades, al invertir en instituciones locales responsables y empoderar a las comunidades urbanas, también pueden convertirse en lugares más seguros para vivir.
  • Las ciudades como pilares para sostener los frutos del desarrollo en medio de los crecientes riesgos climáticos y de desastres
Si no se realizan inversiones importantes para aumentar la resiliencia de las ciudades, los desastres naturales podrían provocar pérdidas por unos USD 314 000 millones anuales, y el cambio climático podría empujar a la pobreza a otros 77 millones de residentes urbanos. Reconociendo la necesidad de ampliar el financiamiento para mejorar la resiliencia de las áreas urbanas, el Programa de Ciudades Resilientes (i) del Banco Mundial, respaldado por el Fondo Mundial para la Reducción de los Desastres y la Recuperación (GFDRR), (i) apunta a ayudar a las ciudades desde África hasta Asia —mediante financiamiento y herramientas de diagnóstico como CityStrength— (i) a adaptarse a diversas condiciones cambiantes y a soportar crisis sin dejar de desempeñar las funciones esenciales.
“Los próximos 10 a 15 años serán especialmente cruciales para las ciudades”, dijo Sameh Wahba, director de Desarrollo Urbano del Banco Mundial. “Las decisiones en materia de planificación e inversiones que tomen los Gobiernos locales así como el cambio climático y los programas de inclusión social, entre otras cosas, configurarán sus trayectorias futuras por muchas décadas más”.
Estas son solo algunas de las numerosas grandes ideas para ayudar a constituir el futuro de las ciudades.

Fuente: Banco Mundial 

Comentarios

Entradas populares de este blog

En Semana Santa se movilizaron cerca de 5 mil toneladas de recursos y productos pesqueros en el país

Sistema frontal: MOP reporta 100 afectaciones a infraestructura pública a nivel nacional

FALLECE ROY GARBER, UNO DE LOS PROTAGONISTAS DE LA SERIE “GUERRA DE ENVÍOS” EN A&E