Crisis financiera plantea desafío para ampliar efectividad de la política fiscal,dice la CEPAL
Existe en América Latina y el Caribe un amplio margen para ampliar la efectividad de la política fiscal en sus funciones de estabilización del ciclo económico, de asignación de recursos y de redistribución de ingresos.
Así lo señaló Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), al inaugurar el XXI Seminario Regional de Política Fiscal, en la sede de esta Comisión regional de Naciones Unidas, en Santiago de Chile.
En la actividad, que se prolongará hasta el jueves 29 de enero, participan autoridades fiscales de alto nivel de los Ministerios de Economía, Finanzas y Planificación y de los Bancos Centrales de los países de América Latina y el Caribe y España, y destacados expertos internacionales.
El seminario es organizado por la Secretaría Ejecutiva de la CEPAL, a través del Instituto Latinoamericano y del Caribe de Planificación Económica y Social (ILPES), con el copatrocinio del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM), la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y bajo los auspicios del Ministerio de Hacienda de Chile y de la Agencia de Cooperación Alemana GTZ.
Bárcena destacó que la crisis motiva a construir la “ecuación” entre Estado, mercado, y sociedad que haga posible el progreso económico, disminución de las desigualdades y de la pobreza, y la consolidación de las libertades y la democracia.
Indicó que la capacidad que han demostrado hasta ahora los gobiernos para hacer efectivas políticas contra-cíclicas no debe ocultar el hecho de que las instituciones financieras internacionales deben desarrollar más y mejores mecanismos para apoyar a los países emergentes en estas situaciones de crisis.
Más allá de la coyuntura, de acuerdo a Bárcena, será también imprescindible mejorar los sistemas tributarios y elevar la capacidad de recaudación. “El pacto fiscal, en que tanto hemos insistido en los últimos años en este mismo seminario, debe ser un pacto político para el financiamiento del desarrollo”, enfatizó.
Recordó que se espera que la crisis desacelere el crecimiento regional y que amenace con convertirse en crisis fiscal en América Latina y el Caribe. Precisó que la pérdida de ingresos directos, por la caída del precio de materias primas (gas, petróleo, cobre) puede llegar hasta 7-8 puntos del PIB, entre 2007-2009, en algunos países.
Bárcena destacó que sería apropiado aplicar un menú de políticas fiscales contra-cíclicas con la modificación de metas fiscales; reducción de impuestos al consumo; mayor incentivo a la inversión privada; desarrollo de estrategias de cobertura de ingresos de los más vulnerables; defensa del gasto social y del “espacio fiscal” para la inversión pública; y la creación de programas de empleo y seguros de desempleo.
Por su parte, Carlo Cottarelli, Director del Departamento de Finanzas Públicas del FMI, llamó a evitar que la solvencia fiscal enfrente riesgos. Recomendó promover más estímulos fiscales; recurrir a reformas estructurales para potenciar el crecimiento económico; y, en el caso de países que enfrentan envejecimiento, crear un plan a largo plazo para responder eficientemente con los sistemas de pensiones y de salud públicos.
Teresa Ter-Minassian, Consejera Especial del Director Gerente del FMI, afirmó que las políticas fiscales y macroeconómicas de los años recientes han creado espacio fiscal en varios países de la región para absorber el impacto endógeno de la crisis sobre las finanzas públicas y evitar así efectos experimentados en crisis anteriores. Acotó que aprueba el estímulo fiscal reversible o temporal y respaldado por la sustentabilidad fiscal a largo plazo.
Temístocles Montás, Secretario de Estado de Economía, Planificación y Desarrollo de República Dominicana, país que actualmente preside la CEPAL, señaló que los organismos internacionales de financiamiento deben entender la precariedad de la situación y crear mecanismos innovadores de rápido desembolso que ayuden a las economías de la región a suavizar este golpe externo.
“La CEPAL y este seminario deben jugar un rol determinante en la búsqueda de una salida ante la restricción internacional del crédito y cuando es evidente el aumento de la pobreza y la desigualdad social en nuestra región”, agregó Montás.
Así lo señaló Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), al inaugurar el XXI Seminario Regional de Política Fiscal, en la sede de esta Comisión regional de Naciones Unidas, en Santiago de Chile.
En la actividad, que se prolongará hasta el jueves 29 de enero, participan autoridades fiscales de alto nivel de los Ministerios de Economía, Finanzas y Planificación y de los Bancos Centrales de los países de América Latina y el Caribe y España, y destacados expertos internacionales.
El seminario es organizado por la Secretaría Ejecutiva de la CEPAL, a través del Instituto Latinoamericano y del Caribe de Planificación Económica y Social (ILPES), con el copatrocinio del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM), la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y bajo los auspicios del Ministerio de Hacienda de Chile y de la Agencia de Cooperación Alemana GTZ.
Bárcena destacó que la crisis motiva a construir la “ecuación” entre Estado, mercado, y sociedad que haga posible el progreso económico, disminución de las desigualdades y de la pobreza, y la consolidación de las libertades y la democracia.
Indicó que la capacidad que han demostrado hasta ahora los gobiernos para hacer efectivas políticas contra-cíclicas no debe ocultar el hecho de que las instituciones financieras internacionales deben desarrollar más y mejores mecanismos para apoyar a los países emergentes en estas situaciones de crisis.
Más allá de la coyuntura, de acuerdo a Bárcena, será también imprescindible mejorar los sistemas tributarios y elevar la capacidad de recaudación. “El pacto fiscal, en que tanto hemos insistido en los últimos años en este mismo seminario, debe ser un pacto político para el financiamiento del desarrollo”, enfatizó.
Recordó que se espera que la crisis desacelere el crecimiento regional y que amenace con convertirse en crisis fiscal en América Latina y el Caribe. Precisó que la pérdida de ingresos directos, por la caída del precio de materias primas (gas, petróleo, cobre) puede llegar hasta 7-8 puntos del PIB, entre 2007-2009, en algunos países.
Bárcena destacó que sería apropiado aplicar un menú de políticas fiscales contra-cíclicas con la modificación de metas fiscales; reducción de impuestos al consumo; mayor incentivo a la inversión privada; desarrollo de estrategias de cobertura de ingresos de los más vulnerables; defensa del gasto social y del “espacio fiscal” para la inversión pública; y la creación de programas de empleo y seguros de desempleo.
Por su parte, Carlo Cottarelli, Director del Departamento de Finanzas Públicas del FMI, llamó a evitar que la solvencia fiscal enfrente riesgos. Recomendó promover más estímulos fiscales; recurrir a reformas estructurales para potenciar el crecimiento económico; y, en el caso de países que enfrentan envejecimiento, crear un plan a largo plazo para responder eficientemente con los sistemas de pensiones y de salud públicos.
Teresa Ter-Minassian, Consejera Especial del Director Gerente del FMI, afirmó que las políticas fiscales y macroeconómicas de los años recientes han creado espacio fiscal en varios países de la región para absorber el impacto endógeno de la crisis sobre las finanzas públicas y evitar así efectos experimentados en crisis anteriores. Acotó que aprueba el estímulo fiscal reversible o temporal y respaldado por la sustentabilidad fiscal a largo plazo.
Temístocles Montás, Secretario de Estado de Economía, Planificación y Desarrollo de República Dominicana, país que actualmente preside la CEPAL, señaló que los organismos internacionales de financiamiento deben entender la precariedad de la situación y crear mecanismos innovadores de rápido desembolso que ayuden a las economías de la región a suavizar este golpe externo.
“La CEPAL y este seminario deben jugar un rol determinante en la búsqueda de una salida ante la restricción internacional del crédito y cuando es evidente el aumento de la pobreza y la desigualdad social en nuestra región”, agregó Montás.
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